¿Tiene sentido un Mini Cooper SE con 233 kilómetros de autonomía?
El modelo eléctrico de Mini mantiene su espíritu juvenil, urbanita y deportivo, pero su precio parte de los 37.940 euros.
Mini es de aquellas marcas que volvieron para quedarse, más aún en plena era de la electrificación. Como no podía ser de otro modo, la firma británica apostó por su modelo compacto, el de tres puertas, para iniciar su camino en la movilidad cero emisiones. Hace apenas unos meses se lanzó la versión Mini Cooper SE Convertible, la opción descapotable de la que solo llegarán 53 unidades a España por un precio de 61.000 euros. Sorprendentemente, están todas vendidas. Por ese motivo, nos hemos decantado por probar el Mini Cooper SE sí, pero en una serie especial llamada Mini Camden Edition.
Muchos conoceréis el mítico barrio de Londres, conocido por su espíritu rockero, estética oscura e industrial y cuna de iconos de la música como los Sex Pistols. La esencia gamberra de esas calles se ha trasladado a un modelo poco accesible para el gran público, pero lo han hecho con acierto y una dotación tecnológica que vale la pena repasar.
Ya no está disponible en el configurador de Mini, que sí dispone del acabado Mini Essential, Classic, Yours y la Resolute Edition, así que deberás buscar entre los concesionarios de la firma. Lo podrás encontrar en la versión tres puertas, cinco puertas y el Cooper SE eléctrico. En los dos primeros casos se ofreció con el motor 1.5 turbo de 136 CV o el 2.0 turbo de 178 CV, pero nosotros hemos probado la variante eléctrica.
100% Mini, 100% eléctrico
El Mini Cooper SE se impulsa por un bloque de 135 kW (184 CV) que otorga 270 Nm de par instantáneo, así que acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y tiene una velocidad punta limitada a 150 km/h. Una buena salida que se nota algo penalizada por el peso, ya que con las baterías nos vamos a una cifra de 1.440 kilogramos para un modelo de 3,85 metros de largo por 1,72 m de ancho y 1,43 m de alto.
Su distancia entre ejes es de 2,49 metros, así que sigue siendo un auténtico Mini, en todos los sentidos. Ofrece un maletero de 211 litros que, según la firma, aumenta a 731 con los asientos abatidos. Unas plazas traseras que, como es habitual en este modelo, sirven para trayectos cortos y personas de tamaño compacto. Además, el acceso a estas me pareció algo complicado y descartable para personas mayores.
Todo lo que he comentado anteriormente encaja en la historia del Mini, así que no puede ser un detalle negativo a la hora de valorar su compra. Si buscas algo más grande, puedes optar por las carrocerías Clubman o Countryman, disponible en versión híbrida enchufable con su distintivo Cero de la DGT y un sistema de propulsión más adecuado para aquellos que no tengan cargador en casa.
Y es que la instalación de un punto de carga...
Es esencial si vamos a adquirir un eléctrico. Todavía más si ese modelo es un Mini Cooper SE, con solo 233 kilómetros de autonomía homologada. Son fácilmente superables (hasta los 300 km) en el tráfico urbano, pero siguen siendo muy justos en caso de depender de la red de cargadores públicos en España. Una infraestructura que sigue estando a años luz de lo práctico y funcional para la transición completa a la electrificación, tal como explicamos en este artículo.
La batería del Mini Cooper SE probado tiene 32,6 kWh de capacidad útil y se puede cargar en tomas de corriente continua de hasta 50 kW en 35 minutos. Lo hemos comprobado en un punto de Tesla y su velocidad es la adecuada: en el tiempo que te tomas un café ya puedes seguir circulando con el 80% de la carga completada. Eso sí, no nos parece una alternativa a la instalación de un Wallbox de 7,4 kW en casa, que te permitirá enchufar el coche por la noche y cargarlo en 4,2 horas. Serían 12 horas en caso de tener un enchufe doméstico y solo 3,5 horas si podemos contar con una toma de 11 kW.
El daily que quieres
Las complicaciones de un coche eléctrico no dependen del modelo en cuestión, más bien de la logística que estos suponen. Por ese motivo, la compra de un Mini Cooper SE Camden Edition dependerá, en primer lugar, de tus posibilidades económicas y de carga. El resto de los atributos son idénticos a los de cualquier Mini, también en cuanto a sensaciones de conducción, y eso es un punto muy positivo.
La puesta a punto de este eléctrico se ha inspirado en la deportividad habitual de la firma, así que nos encontramos con un tarado de suspensiones algo duro y una dirección de volante rápida y directa. El comportamiento del acelerador variará en función del modo de conducción elegido: MID, Green, Green + y Sport.
De todas ellas cabe destacar la limitación en las funciones de confort (calefacción y aire) del Green +, así como el cambio en la frenada regenerativa que llega a permitir una conducción de un único pedal (sin frenada total). Un sistema que viene de perlas durante la circulación por la ciudad, al tiempo que permite estirar la autonomía y alcanzar lo prometido por el fabricante. De ahí que este Mini Cooper SE Camden Edition me resulte recomendable para aquellos conductores que realizan trayectos interurbanos y urbanos, de unos 50-80 kilómetros, siempre y cuando tengan donde cargar en casa o el trabajo. No me lo plantearía como coche único de una familia, y mucho menos me lanzaría a viajar con él. Tampoco está pensado para eso
Camden Edition
De ahí que la versión probada se inspire en un barrio céntrico de la metrópolis con más personalidad de Gran Bretaña. El modelo probado lucía el color Island Blue, pero también está disponible en Rooftop Grey y Enigmatic Black, todos ellos con los grupos ópticos con tecnología LED y los faros traseros con el diseño Union Jack. Las llantas de aleación ligera son las Victory Spoke en tono negro, de 17 pulgadas, pero nuestra unidad calzaba las Tentacle Spoke black con neumáticos 205/45.
Al habitáculo te da la bienvenida un identificador de la versión en el umbral de la puerta, que se repite también en el lado derecho del salpicadero. Un diseño que utiliza mucho Piano Black, pese a la suciedad que este acumula, un volante deportivo y un sistema de infoentretenimiento con pantalla central de 8,8 pulgadas con el Connected Nivation. Una edición que no pasó inadvertida, pero que data de cuando los coches no tenían un precio de partida de 37.940, que es lo que cuesta el Mini Cooper SE de acceso.