Con este truco no tendrás que ir nunca más a la gasolinera. Crea tu propio biodiésel en casa con aceite usado de cocina
Producir biodiésel en casa es posible y puedes ahorrar mucho dinero, pero ¿es bueno para el motor del coche?
- Producción de biodiésel en casa
El aumento de los precios de los combustibles, hace que llenar el depósito del coche sea cada vez más complicado. ¿Pero sabías que hay una forma de no tener que pasar nunca más por una gasolinera y ahorrar mucho dinero al cabo del año? Se trata de crear tu propio biodiésel en casa.
Cómo hacer biodiésel en casa
No hay que ser un gran químico para hacer biodiésel casero, ya que es más sencillo de lo que parece, aunque siempre hay que hacerlo tomando precauciones y nunca sin la supervisión de un adulto si eres joven. Los ingredientes principales son aceite de cocina usado, metanol y un catalizador, que puede ser hidróxido de sodio, más conocido como sosa cáustica. Éste es el proceso:
- Recoge el aceite de cocina usado y asegúrate de que esté muy limpio y libre de restos de alimentos.
- Mezcla el metanol y el catalizador en un recipiente (preferiblemente de vidrio o acero inoxidable, aunque también se puede hacer en garrafas de plástico). Hazlo siempre en un lugar ventilado (mejor al aire libre) y usa guantes. Por cada litro de aceite se mezclan unos 200 mililitros de metanol y 4 gramos de sosa cáustica.
- Añade el aceite a la mezcla y se agita o remueve durante aproximadamente una hora. Este proceso se conoce como transesterificación.
- Después hay que dejar reposar la mezcla. Poco a poco, verás cómo se forman dos capas: el biodiésel, que queda en la parte superior, y el glicerol justo por debajo. Una vez hecho se decanta el biodiésel, separándolo del glicerol.
- Acto seguido hay que lavar el biodiésel con agua caliente para limpiar impurezas. Tras remover de nuevo durante una hora aproximadamente, se deja reposar, de modo que se forman de nuevo dos capas, con el agua por debajo. Ya sólo queda extraer el agua para disponer del biodiésel.
¿Realmente funciona?
El biodiésel producido de esta manera puede ser utilizado en motores diésel sin modificaciones significativas. Además, si la mezcla está bien hecha, apenas se pierden prestaciones con el biodiésel casero.
¿El biodiésel casero malo para el motor?
El biodiésel tiene ventajas y desventajas. Por un lado, es un combustible renovable que emite menos gases nocivos en comparación con el diésel convencional. Además, puede limpiar el sistema de inyección del motor. Sin embargo, un uso excesivo puede causar problemas de acumulación de residuos en el motor, especialmente en vehículos más antiguos. Por eso, se aconseja mezclar biodiésel con diésel convencional para asegurar un funcionamiento óptimo.
¿Cuánto ahorras haciendo biodiésel en casa?
Hacer biodiésel es muy económico. El aceite puede ser el mismo con el que freímos nuestra comida en casa, o se puede ir a cualquier bar o restaurante y pedir que os den el que vayan a tirar. El kilo de sosa cáustica ronda los 4 euros, y el litro de metanol sale a unos 2 euros. Por cada litro de metanol, haremos unos 5 litros de biodiésel. Hacer biodiésel en casa sale mucho más barato que repostar en una gasolinera y, sobre todo, si conseguimos aceite de la hostelería. Además, estaremos contribuyendo a la sostenibilidad.
Teniendo en cuenta que el litro de biodiésel casero puede salir por unos 40 céntimos el litro, y que ahora el diésel está a unos 1,40 euros el litro, podríamos ahorrar hasta 1.000 euros al año en combustible si nuestro coche consume unos 5 l/100 km y recorremos al año unos 20.000 kilómetros.
Repsol te paga por tu aceite usado
El biodiésel se puede hacer en casa, o puedes llevar tu aceite usado a Repsol para que haga su propio biodiésel. Por ese aceite usado te pagará un dinero que podrás descontar del combustible que repostes en sus gasolineras. De este modo no ahorrarás tanto como con el biodiésel casero, pero te libras de todo el proceso de producción y te costará menos llenar el depósito.