Cuidado con el ‘dooring’: así es el peligroso movimiento que hacen muchos conductores
Este gesto tan común entre los usuarios tras aparcar el vehículo puede crear verdaderas situaciones de peligro
- El ‘dooring’ puede crear verdaderas situaciones de peligro
Si controlas un poco el inglés seguro que ya te has hecho una idea del significado de ‘dooring’. Y es que a pesar de no tener una palabra en español que defina este concepto, debes saber que viene de la palabra ‘door’, que significa puerta en inglés. Este término se emplea para hacer referencia al gesto de abrir la puerta del coche, tras haber aparcado, sin mirar si viene algún otro vehículo por la calzada que pudiese impactar contra ella.
Esta práctica es mucho más habitual de lo que crees y puede crear verdaderas situaciones de peligro, puesto que al abrir la puerta de un vehículo rápidamente y sin mirar puedes generar un accidente con otro vehículo que circule tranquilamente por el carril, ya sea un coche, una moto, un patinete o un usuario de bicicleta. Sobra decir que este acto puede tener consecuencias graves para todos los implicados.
¿Quién tiene la culpa si se produce un accidente por ‘dooring’?
Si un conductor abre la puerta de su vehículo sin mirar y justo en ese instante está circulando un vehículo por el carril y se produce una colisión, la responsabilidad recaerá siempre en el conductor que ha abierto la puerta, puesto que estará invadiendo la vía.
El conductor únicamente quedaría exento de culpa si el vehículo con el que impacta su puerta estuviese cometiendo una infracción en ese momento, como, por ejemplo, saltarse un semáforo en rojo, circular en sentido contrario, etc.
¿Cómo evitar el ‘dooring’?
Para evitar el ‘dooring’ es imprescindible mirar antes de abrir la puerta y comprobar que no se aproxima ningún vehículo. No obstante, dese EuroTaller recomiendan aplicar la ‘técnica holandesa’, un truco muy sencillo que surgió en dicho país europeo debido a la gran cantidad de bicicletas que circulan por sus calles.
La técnica holandesa consiste en abrir la puerta con la mano contraria a la que tenemos más cerca del tirador. Es decir, si vas a salir por la puerta del conductor, deberás abrir la puerta con la mano derecha. Puede que este truco resulte un poco incómodo, pero la realidad es que al utilizar la mano más alejada de la puerta, te obligas a girar todo el cuerpo para conseguir abrirla, lo que a su vez te permite ver si se aproxima otro vehículo por la calzada.