El alumbrado y la señalización: asignatura pendiente en la ITV
Un estudio ha revelado que el 26% de los defectos graves detectados en la ITV corresponden al alumbrado y señalización del vehículo.
La Inspección Técnica del Vehículo es uno de los trámites más temidos en España, además de tedioso y odiado por la población. Sin embargo, su función es clave para asegurarnos el correcto mantenimiento de los vehículos y mejorar la seguridad de nuestras vías. Tal como os contamos en este artículo, existen muchos mitos y creencias erróneas sobre la ITV, pero también hay estudios sobre los fallos más comunes. Si estás a punto de pasar por la inspección no olvides revisar el alumbrado y la señalización, el 26% de los defectos graves tienen que ver con estos elementos del coche.
stos, y otros datos que os ofreceremos a continuación, han sido extraídos por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos AECA-ITV a raíz de los datos publicados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Números que nos ayudarán a centrar el tiro sobre los errores más comunes y el motivo del suspenso, que se basa principalmente en la seguridad del propio conductor y el resto de usuarios de la vía. Según la Dirección General de Tráfico, en el 28% de los casos de siniestros de 2021 se detectó que uno de los coches tenía algún tipo de anomalía en su funcionamiento.
Las luces son un problema
Las luces del coche o la moto son esenciales para la seguridad, motivo por el que la ITV presta especial atención sobre este tema. Lo sorprendente es que, según el estudio de AECA-ITV, el 26% de los fallos graves hallados en las estaciones durante el 2021 responden al sistema de alumbrado y señalización de los vehículos. Pero todavía lo es más que las motos y los quads sean la categoría más afectada por estos errores, representando el 56,1% del total.
Si te estás preguntando por el tipo de fallos que se aplican a esta parte del vehículo son sencillos: no ilumina lo suficiente o no lo hace como debería. Es decir, si tienes un piloto estropeado, una lámpara fundida o los faros mal regulados, puede suponer un fallo grave en la ITV. El motivo es también sencillo: la seguridad.
Muchos os habréis quedado con la regulación de las ópticas, que no parecen para tanto. Sin embargo, y tal como explican desde la asociación, llevar los faros mal regulados en altura supone que iluminaremos poca distancia desde nuestra posición (bajos) o que deslumbramos al resto de usuarios de la vía (altos). Ambos son casos que incrementan el riesgo de accidente por la noche o ante situaciones climáticas adversas.
Otras piezas para poner a punto tu coche para la ITV
Al hilo del estudio publicado por AECA-ITV, la- red de venta de recambios Oscaro.es ha publicado una lista sobre las piezas más demandadas por los españoles. Poner a punto el coche es más fácil de lo que pensamos y muchos propietarios prefieren hacer las revisiones ellos mismos o ceder esa responsabilidad a su taller de confianza. En cualquiera de los casos, entre los recambios más demandados se encuentran los elementos que componen el sistema de alumbrado. Además, en la lista ofrecida por Oscaro.es se encuentran los elementos típicos de desgaste, como puede ser el conjunto de frenado, el kit de embrague, aceite de motor, iluminación y amortiguadores.
El primero de ellos se refiere a los discos y pastillas de freno, encargados de reducir la velocidad y que deben estar siempre en óptimas condiciones. Es más, si empiezas a notar un sonido metálico al accionar el pie del freno, es recomendable revisar las pastillas para evitar dañar los discos. Según la propia AECA-ITV detectó, existe una dejadez importante sobre este conjunto, con un 13,5% de defectos graves detectados (2020). Los fallos más comunes en los frenos son: nivel de líquido de frenos bajo, daños en los discos y cambios en el recorrido de accionamiento del pedal de freno.
El embrague es otro de los elementos que acaban por dar problemas con el tiempo. Su configuración, a base de embragues, discos y cojinetes, es más delicada de lo que parece y es una de las piezas que más desgaste sufre. De ahí que sea una de las más demandadas, junto al indispensable aceite motor, que recomiendan cambiar cada 10.000 a 15.000 kilómetros en función de la edad del vehículo.