El Senado lanza un ultimátum al Gobierno para mejorar la señalización eléctrica
Cada vez hay más coches eléctricos y es preciso que estos conductores tengan mayor información en las carreteras
La evolución de las infraestructuras viales ha sido un reflejo de los cambios en la movilidad y las necesidades tecnológicas. En este contexto, la señalización juega un papel crucial para garantizar la seguridad vial y adaptarse a las tendencias del transporte actual. Sin embargo, en España, una pieza clave en la transición hacia la movilidad eléctrica está todavía rezagada: las señales que identifican puntos de recarga para vehículos electrificados.
En 2022, la Dirección General de Tráfico (DGT) introdujo nuevos pictogramas destinados a señalar estas estaciones de recarga. Sin embargo, dos años y medio después, su implementación sigue siendo prácticamente inexistente en las carreteras españolas. Según expertos, el retraso se debe a barreras burocráticas y al elevado coste de instalación, que alcanza los 50.000 euros por señal, un gasto que deben asumir los titulares de los puntos de recarga.
Falta de visibilidad, falta de confianza
La escasez de señalización no solo dificulta la localización de puntos de recarga, sino que también afecta la percepción de los conductores sobre la infraestructura de recarga. Según la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), la visibilidad es clave para generar confianza y fomentar el uso de vehículos eléctricos. La asociación aboga por que las señales sean independientes de las indicaciones de carburantes fósiles, reforzando su carácter promocional e incentivador.
Aunque la red de las estaciones de recarga en España está creciendo, la falta de señalización adecuada genera la sensación de insuficiencia entre los conductores. Esto representa un desafío para la transición hacia una movilidad sostenible, ya que muchos usuarios dudan en dar el salto hacia la electrificación ante la percepción de una infraestructura poco accesible.
El Senado toma cartas en el asunto
En las últimas semanas, el Senado ha aprobado una proposición no de ley (PNL) que insiste al Gobierno a acelerar la instalación de estas señales en las carreteras. La iniciativa busca superar los obstáculos actuales y garantizar que la señalización esté visible y accesible, promoviendo así la adopción de vehículos eléctricos.
La medida, realizada por Inés Granollers de ERC, ha sido bien recibida por sectores del transporte y la movilidad, que ven en ella un paso necesario para impulsar la electrificación en España. Además, la medida busca que las señales eléctricas sean independientes de las que informan de los surtidores fósiles.
Un paso crucial hacia el futuro
El despliegue efectivo de estas señales no solo facilitará la vida de los conductores actuales de vehículos eléctricos, sino que también será un elemento clave para atraer a nuevos usuarios. En un momento en que la sostenibilidad y la descarbonización del transporte son objetivos prioritarios, garantizar una infraestructura visible y accesible es más que una necesidad, es una obligación.
Mientras tanto, los expertos señalan que España debe acelerar el paso si quiere estar a la altura de otros países europeos que ya cuentan con una señalización más avanzada. Porque, al final, la transición hacia una movilidad eléctrica no solo depende de la tecnología, sino también de la confianza y las señales que nos guían hacia un futuro más sostenible.