Los 12 puntos que debes revisar a la hora de comprar un coche según la DGT

Muchas personas eligen los vehículos de ocasión como la mejor opción para hacerse con un coche, ya que los costes que supone la compra de uno nuevo son a menudo demasiado altos. Si eres de los que ha comprado algún coche de ocasión o va a hacerlo próximamente te enseñamos las 12 cosas que deberías revisar según la DGT.

El aumento de los precios de los vehículos nuevos en nuestro país y la falta de ayudas para poder adquirirlos (ya que sólo los eléctricos e híbridos cuentan con ellas por lo general) ha derivado en una tendencia ascendente por parte de los españoles en comprar un coche de ocasión.

Seguramente alguna vez hayas tenido un coche de segunda mano o conozcas a alguien que tiene uno, y es que son una de las mejores opciones para hacerte con un vehículo. La facilidad, la rapidez y sobre todo los precios son los principales motivos de que este mercado triunfe tanto en España. Si vas a comprar pronto un coche de este tipo te enseñamos los 12 puntos que la DGT quiere que revises:

Arranca en frío y en caliente para comprobar que el vehículo lo hace sin problemas. Revisa la junta de la culata y las correas de distribución. Cualquier rastro de corrosión o fuga es una mala señal.

Al frenar no deben existir ruidos extraños ni vibraciones en los pedales o el volante, ya que podrían indicar defectos como que los discos estuviesen doblados por un golpe o un accidente previo. Si los frenos se bloquean parcialmente es posible que también haya que cambiar las pastillas o los discos. Comprueba que el freno de mano funciona correctamente.

Comprueba que el volante gira de forma fluida y si hace algún tipo de ruido. Cuando circules en línea recta el coche no debería desviarse hacia ningún lado. Asegúrate de que el claxon funciona correctamente así como las palancas de intermitentes, limpiaparabrisas y los controles que haya en el propio volante.

El pedal del embrague no debe resultar ni muy duro ni muy blando, y ha de completar todo su recorrido sin ruidos. El cambio de marchas debe ser fluido, sin tirones ni ruidos. Puedes también comprobar el desgaste de los pedales y de la palanca de cambios.

Empuje hacia abajo en una esquina del coche, como los faros delanteros. Si los amortiguadores están en buen estado el vehículo debería rebotar solo una vez. Fíjate también en si los neumáticos se desgastan igual por ambos lados.

Revisa la presión, el desgaste y que no presenten cortes o malformaciones, ya que podrían ser señal de deterioro o incluso de que estuvieran caducados.

El color del humo del escape es indicador de anomalías: si es azul, indica que el motor está excesivamente desgastado porque consume mucho aceite; si es blanco es posible que falte carburante en la combustión o que exista condensación en el tubo y si es negro será señal de que el coche consume combustible en exceso.

Revisa los soportes del parachoque (que deben estar atornillados y no soldados) y comprueba que las soldaduras en el interior de los marcos de las puertas están en buen estado.

Todas las luces deben iluminar con la misma intensidad y deben estar correctamente reguladas. Asegúrate de que no hay lentes ni bombillas dañadas o que presenten condensación en su interior.

Al encender el contacto, comprueba que no hay testigos luminosos encendidos o avisos de avería en el panel de instrumentos.

Comprueba los anclajes superior e inferior, así como que las hebillas y lengüetas funcionan correctamente y que las correas recuperan su posición y no quedan holgadas.

Busca abolladuras, corrosiones y examina el estado de la pintura. Las reparaciones de chapa pueden indicar que se han producido accidentes o colisiones importantes en el pasado, a pesar de haber sido arreglados.