Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar un coche eléctrico
No compres un coche eléctrico sin antes mirar estos consejos
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un coche eléctrico es si éste encaja en nuestro estilo de vida y si su adquisición nos sale rentable. Si vas a hacer muchos kilómetros al año y la mayoría por carretera, es absurdo comprar un eléctrico, ya que a pesar de que estos tienen mucha más autonomía que en sus inicios, están pensados para realizar trayectos cortos o medios y principalmente por entornos urbanos o interurbanos, ya que en vías rápidas pierden eficiencia. También hay que tener claro que un coche eléctrico es mucho más caro que uno híbrido o de combustión, por lo que hay que calcular si con los años vamos a rentabilizar su uso con el ahorro que supone cargar energía en vez de combustible.
Y para rentabilizarlo es fundamental disponer de un cargador de uso doméstico. Lo más recomendable es que sea en casa, ya que de este modo por la noche el usuario se beneficiará de las tarifas valle. En su defecto, también se puede cargar lugar de trabajo. Es decir, en lugares donde vayamos a pasar el tiempo necesario para que se cargue el coche, ya que en tomas domésticas de baja potencia necesitará varias horas. Lo que nunca hay que hacer es comprar un coche eléctrico confiando en que se puede recargar en puestos públicos o en las visitas al los supermercados o centros comerciales, ya que acabaremos gastándonos un dineral y perdiendo un montón de tiempo en largas esperas.
Capacidad de la batería
Con estas dos premisas claras, toca ver otros aspectos indispensables a la hora de comprar un coche eléctrico. Por ejemplo, cuánta autonomía necesitamos. Si nos vamos a mover principalmente por ciudad y en recorridos cortos, nos sobra con un coche de baja autonomía. Pero si en nuestra rutina transitamos por zonas interurbanas y en carreteras de alta velocidad, ya necesitaremos un coche mayor rango. Por suerte, hoy día encontramos vehículos eléctricos que van desde menos de 100 kilómetros hasta más de 600. La autonomía vendrá marcada por varios factores: la capacidad de la batería, la potencia del coche, el tipo de tracción, así como por el peso y tamaño del vehículo. A un coche pequeño, ligero, con una potencia contenida y tracción a un solo eje, le bastará con una batería pequeña; pero para un SUV grande, con tracción total y alto caballaje, hace falta una batería de gran capacidad. Al igual que el depósito de combustible se mide en litros, la batería se mide en kWh. Cuantos más kWh tenga, más autonomía tendrá el coche. Por lo general para una autonomía superior a los 500 kilómetros, ya se montan baterías de más de 70 kWh, pero existen modelos que incluso alcanzan los 90 kWh para lograr autonomías cercanas a los 700 kilómetros.
Potencia eléctrica
Otro aspecto a tener en cuenta es la potencia. En el caso de los coches eléctricos no se mide en Caballos de Vapor (CV) sino en kilowatios (kW), aunque su conversión es sencilla. Por lo general en un BEV no se necesita tanta potencia como un coche de combustión, pese a ser más pesados. Esto es debido a la entrega inmediata de par motor. Hablamos de los Newtons-metro de par motor (Nm). Mientras en un coche gasolina o diésel la entrega de par es progresiva, en un coche eléctrico es inmediata. Para que se entienda, podríamos decir que la aceleración es tan explosiva como en un Scalextric. Si se aprieta a fondo en gatillo el cochecito sale disparado, ya que los grandes coches eléctricos tienen en parte un motor similar a los de los vehículos del Scalextric.
Descuentos para los coches eléctricos
A la hora de comprar un eléctrico hay que tener muy en cuenta si éste entra o no en el Plan MOVES III de ayuda a la compra del vehículo eléctrico, ya que no todos se benefician de estos incentivos. El MOVES III se destina a particulares y empresas que adquieran un vehículo eléctrico puro, un vehículo híbrido enchufable o un vehículo eléctrico de autonomía extendida, siempre que su precio no supere los 45.000 euros sin IVA.
También hay que pensar que la compra e instalación del punto de recarga doméstico es cara. Por suerte en muchas ocasiones también contamos con ayudas oficiales autonómicas e incluso hay marcas que regalan o el sistema o la instalación.
Existen otros muchos factores que hay que tener en cuenta a la hora de adquirir un BEV, pero esta pequeña guía puede servir para determinar si nos podemos plantear su compra, o damos una nueva oportunidad a los coches con motor de combustión interna.