El Ferrari Testarossa se hace eléctrico gracias a baterías fabricadas en China

Una empresa británica que se dedica a convertir autos clásicos en vehículos eléctricos ha presentado el “Tesla Rossa”, una versión transformada del Ferrari Testarossa, ahora impulsado completamente por electricidad, con baterías y componentes provenientes de fábricas en China.

Esta startup con sede en Newtown está abordando los desafíos que enfrentan tanto los fabricantes de automóviles tradicionales como los especialistas en conversiones al adaptar diseños clásicos a un futuro dominado por la movilidad eléctrica.

”Este es un motor de Tesla que hemos instalado aquí, reemplazando el enorme motor V12. Lo quitamos y lo sustituimos por un motor eléctrico y un paquete de baterías. Ahí abajo está el paquete de baterías principal, y tenemos otro en la parte delantera para equilibrar el coche. Ahora, maneja mejor, es más fiable, requiere menos mantenimiento y tiene mucha más potencia porque es eléctrico”, explicó Richard Morgan, fundador de Electric Classic Cars.

En lugar de diseñar un vehículo eléctrico desde cero, la empresa se enfoca en encontrar soluciones prácticas para convertir autos con motor de combustión interna (ICE) en eléctricos, minimizando los cambios en su estructura original.

”Tenemos que adaptar un paquete de baterías a un vehículo de combustión ya existente. Muchos fabricantes tradicionales enfrentan el mismo reto, ya que sus plataformas actuales están diseñadas para motores de gasolina o diésel. Entonces, buscamos formas de convertir esas plataformas a eléctricas. Básicamente, eso es lo que hacemos, aunque en un nicho muy específico. Además, utilizamos baterías nuevas, así que todos los componentes como cargadores, convertidores de corriente continua, etc., provienen de las mismas fábricas en China”, detalló Morgan.

Según él, los servicios de su empresa permiten a los amantes de los autos clásicos seguir disfrutándolos, pero con las ventajas de la electrificación.

”Es cierto que se pierde el sonido y las vibraciones del motor original, pero los autos modernos pueden sentirse un poco carentes de alma, casi como electrodomésticos. Hay muchas personas que quieren mantener esa conexión emocional con sus autos clásicos, pero sin emisiones y con mayor fiabilidad, para poder usarlos a diario sin preocuparse por averías o ruidos extraños. Por eso, cada vez más gente está considerando convertir sus autos clásicos a eléctricos. Un Ferrari Testarossa es un ejemplo de gama alta, pero también trabajamos con autos pequeños, urbanos, Fiat 500, Minis, Land Rovers y todo tipo de modelos clásicos que sus dueños quieren seguir disfrutando en el futuro”, concluyó Morgan.