¿Es cierto que las baterías de los MG tienen un 0% de degradación?

Los vehículos eléctricos de la marca MG incorporan baterías con un 0% de degradación, según las últimas pruebas realizadas por la compañía, que han medido los niveles de durabilidad y seguridad, explica en un comunicado este lunes. En concreto, en la última prueba realizada en España el pasado mes de diciembre, se llevó a cabo un estricto análisis SOH (‘State of Health’) a un ZS EV tras sus primeros 35.000 kilómetros de uso intensivo, y habiendo sometido a la batería a todo tipo de cargas: ultrarrápidas, rápidas y lentas.

El resultado, destaca la empresa, “ha sido excelente”, pues la batería no ha sufrido la más mínima degradación: conserva el 100% de su capacidad nominal y todos sus componentes están en perfecto estado tras haber sido sometidos a un análisis exhaustivo. Las baterías que emplea MG están diseñadas para ofrecer hasta 5.000 ciclos de carga, que suponen sobrepasar “holgadamente” el millón de kilómetros de uso del coche.

El resultado, destaca la empresa, “ha sido excelente”, pues la batería no ha sufrido la más mínima degradación: conserva el 100% de su capacidad nominal y todos sus componentes están en perfecto estado tras haber sido sometidos a un análisis exhaustivo. Las baterías que emplea MG están diseñadas para ofrecer hasta 5.000 ciclos de carga, que suponen sobrepasar “holgadamente” el millón de kilómetros de uso del coche.

La marca de origen británico también detalla que cuenta con una de las mejores tecnologías de baterías del mercado por dos motivos. Por un lado, se beneficia de la experiencia en la materia de su empresa matriz, SAIC Motor, que lleva produciendo y y desarrollando vehículos eléctricos desde hace más de una década. Por otro lado, se trabaja en estrecha colaboración con CATL, “número uno mundial en baterías para coches y en el desarrollo de baterías”.

En este sentido, MG explica que SAIC Motor y CATL formaron una empresa conjunta en 2017 y crearon una planta diseñada para producir baterías “de la más alta calidad”, con una capacidad de producción de 36 GWh.

Esta planta abarca todos los procesos de producción de una batería: las células, módulos, sistema de control y gestión, sistemas integrados y el reciclaje. “Las baterías producidas por CATL están a la vanguardia de la tecnología, lo que se nota en su carga rápida, una densidad energética ultra elevada, un longevo ciclo de vida, una alta fiabilidad y una gran adaptabilidad medioambiental”, añade la marca.

Por último, MG destaca que su ZS EV se actualizó con unos nuevos paquetes de baterías, entre muchos otros elementos, con dos capacidades: una de 50,3 kWh brutos) que proporciona a este modelo una autonomía de 320 kilómetros (WLTP) y otra, de larga duración, con 69,9 kWh (brutos) que lleva la autonomía eléctrica del ZS EV hasta los 440 km (WLTP).

Las nuevas baterías, elaboradas con paquetes de celdas de módulo grande (con 120 celdas la de 50,3 KWh y 96 celdas la de 69.9 KWh), mejoran su densidad energética en un 34%. Su peso es de 412 kilos en la de 50,3 kWh de capacidad, y 396,9 kilos en la de 69,9 kWh, esto es debido a la diferente química de las celdas en cada una de ellas.

El MG ZS EV dispone además de un sistema de carga interna con toma monofásica de 6,6 KW o trifásica de 11 KW según configuración del vehículo y, que le permite alcanzar el 80% de su capacidad en tan solo 30 minutos en un cargador de carga rápida, gracias a una potencia de carga máxima de 92 kW.

La gestión de la temperatura es otro aspecto clave en una batería. Las del MG ZS EV cuentan con un sistema de gestión inteligente de la temperatura, con refrigeración y calentamiento por líquido, que garantiza siempre la temperatura ideal del ‘pack’ de baterías para optimizar su funcionamiento, aumentar su durabilidad y mejorar el proceso de carga.

MG señala que ambas baterías cuentan con las especificaciones más exigentes de seguridad. Presentan “nivel L0”, lo que significa que si se produce una fuga térmica, la combustión no se extenderá desde el paquete de baterías. Además, tienen un índice IP67 de protección frente a la entrada de polvo y agua. Desarrollada por la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC), en la clasificación IP el primer dígito representa el grado de protección de la batería frente a la entrada de polvo (del 1 al 6) y el segundo, su estanqueidad frente al agua (del 1 al 9).