BMW designa México y Hungría como los epicentros de la Neue Klasse

BMW lleva meses anticipando lo que llaman la Neue Klasse de vehículos, que llegará en 2025 para posicionarse como la referencia de la movilidad eléctrica premium. De momento, han presentado un prototipo, el iVision Dee, con algunas funciones muy futuristas, y ya han detallado algunas características. Paralelamente, la firma alemana está desarrollando el plan industrial para esta nueva generación de coches eléctricos, un plan que llevará a México y a Hungría a convertirse en los epicentros productivos de la nueva era de la marca bávara.

En ese sentido, la última noticia es la inversión confirmada de 800 millones de euros en su fábrica de México, en San Luis Potosí, para producir las baterías de los modelos Neue Kalasse. Una inversión que creará 1.000 empleos en la zona, la mitad específicamente para la producción de batería y la otra mitad en otras áreas de las instalaciones.

La inversión se dividirá en 500 millones de euros destinados a la adaptación de la planta para producir estas baterías de nueva generación y en 300 millones de euros en la ampliación del taller de carrocería y en una nueva línea de producción para la instalación de las baterías. Actualmente, la planta mexicana de BMW -inaugurada en 2019- produce unidades del Serie 3, del Serie 3 Cupé y del nuevo M2.

El trabajo en México servirá para producir parte de las baterías que montarán los coches Neue Klasse, que se producirán en la nueva planta de la marca en Hungría, en la ciudad de Debrecen. La compañía destinará 2.000 millones de euros para adaptarla para fabricar sus nuevos vehículos y también sus baterías a partir de 2025.

Como ya adelantó BMW, apostar por la producción propia de sus baterías permitirá controlar todo el proceso y reducir el coste de fabricación del componente en un 30% respecto a las que montan los modelos actuales, procedentes de firmas como Samsung SDI y CATL. Según la marca, las baterías para los Neue Klasse se desarrollarán junto a las firmas Northvolt y Eve Energy.

Con todo, BMW espera producir hasta 150.000 vehículos Neue Klasse al año en la planta de Hungría. No se descarta que, en el futuro, la compañía alemana aproveche la fábrica mexicana para ensamblar este tipo de vehículos, ya que la Neue Klasse empezará con vehículos de tamaño medio equivalentes al Serie 3 y el X3, por ejemplo. Paralelamente, la marca invertirá 1.700 millones de dólares en Estados Unidos para producir hasta seis eléctricos SUV de la familia X hasta 2030 y para crear una nueva planta de baterías junto a Envision AESC en Carolina del Sur para estos coches.

La plataforma Neue Klasse representará la primera arquitectura de BMW desarrollada específicamente para vehículos 100% eléctricos, aunque se especula sobre su potencial con el hidrógeno. Es la gran baza de la compañía para plantar cara a sus principales rivales, Mercedes-Benz, Audi, Tesla y, en un escalón superior, Porsche.

Se basará en una arquitectura de 800 voltios, que permite baterías más capaces y potencias de carga más rápidas para crear vehículos que aspiren a los 1.000 kilómetros de autonomía que carguen un 30% más rápido. Al mismo tiempo, el coste por unidad se reducirá por la mejora de las economías de escala y los componentes compartidos, así como por la producción propia de baterías, con lo que permitirá a BMW mejorar significativamente la rentabilidad por unidad.

Según lo adelantado por BMW, los coches Neue Klasse ofrecerán entre 268 y más de 1.300 CV de potencia, tracción trasera o total -con hasta cuatro motores- y baterías de entre 75 kWh y 150 kWh de capacidad. Tecnológicamente, apostarán por una única plataforma de software para todos los modelos, aunque cada uno tendrá sus propias funciones según el tipo de vehículo. Este hecho permitirá a BMW desarrollar nuevos modelos de negocio como los servicios bajo demanda, aunque todos estos detalles todavía están por concretar.