El Parlamento Europeo prohíbe comercializar coches de diésel y gasolina a partir de 2035
Populares, conservadores y ultraderecha votan en contra pero no logran frenar la aprobación del primer punto del paquete ‘Fit for 55’ .
El pleno del Parlamento Europeo ha superado este martes el último obstáculo que quedaba para aprobar el acuerdo -cerrado a finales de octubre con el Consejo - que prohibirá la comercialización de coches y furgonetas diésel y gasolina a partir de 2035, con el objetivo de que todos los vehículos que se vendan a partir de esa fecha en el mercado europeo sean de cero emisiones. Pese al voto en contra mayoritario de populares, conservadores y ultraderecha, el reglamento, el primero del llamado paquete ‘Fit for 55’ promovido por la UE, ha salido adelante con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones. El último trámite será la aprobación final por el Consejo.
“Claro apoyo del Parlamento Europeo para poner a la industria del automóvil en el camino hacia la emisión cero. Con esta votación, los ciudadanos de la UE pueden conducir vehículos limpios y asequibles. La transición global está ocurriendo y la industria automovilística de la UE está lista para liderarla”, ha celebrado el vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Frans Timmermans. “Es una victoria para el clima. Es histórico. La industria automotriz debe salir de los combustibles fósiles” y “esta es una señal clara a la industria”, ha valorado la presidenta de la comisión de transportes de la Eurocámara, la ecologista francesa Karima Delli.
La nueva legislación establece la senda, con un plazo intermedio en 2030, para reducir a cero en 2035 las emisiones de CO2 de turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos. Para 2030, la reducción de emisiones de CO2 tendrá que ser del 55% en el caso de los coches nuevos y del 50% para las furgonetas nuevas en comparación con los niveles de 2021. Cinco años después el objetivo de reducción deberá ser en ambos casos del 100%. Los fabricantes con una producción reducida de vehículos (de entre 1.000 y 10.000 coches nuevos o entre 1.000 y 22.000 furgonetas nuevas al año) podrán beneficiarse de una exención hasta finales de 2035. Los fabricantes de menos de 1.000 vehículos nuevos al año seguirán estando exentos.
Metodología de evaluación
La Comisión presentará, a más tardar en 2025, una metodología para evaluar y comunicar datos sobre las emisiones de CO2 durante todo el ciclo de vida de los automóviles y furgonetas vendidos en la UE. Además, como tarde en diciembre de 2026, la Comisión estudiará la diferencia entre los valores límite de emisión y los datos reales de consumo de combustible y energía, informará sobre una metodología para ajustar las emisiones concretas de CO2 de los fabricantes y propondrá unas medidas de seguimiento adecuadas.
“Este reglamento impulsará la fabricación de vehículos de emisión cero o de bajas emisiones. Incluye una revisión ambiciosa de los objetivos para 2030 y 2035, esencial para alcanzar la neutralidad climática en 2050 a más tardar”, ha destacado el ponente del Parlamento Europeo, el liberal holandés Jan Huitema. Según ha destacado, los nuevos objetivos aportan claridad a la industria automovilística y estimulan la innovación y la inversión entre los fabricantes de coches. “Comprar y conducir coches limpios será más barato y aparecerá antes un mercado de segunda mano”, estima.
El actual mecanismo de incentivos para vehículos de emisión cero o de baja emisión recompensa a los fabricantes que venden más vehículos de este tipo con unos objetivos de reducción de emisiones de CO2 más bajos. Se trata de los vehículos con emisiones entre cero y 50 g de CO2/km, como los vehículos eléctricos e híbridos enchufables con buen rendimiento. Este mecanismo también tendrá que adaptarse para ajustarse a las expectativas de venta. Según el acuerdo, desde el año 2025 a 2029, el índice de referencia de los vehículos de emisión cero o de baja emisión quedará fijado en el 25% para las ventas de automóviles nuevos y en el 17% para las furgonetas nuevas. Sin embargo, a partir de 2030, este incentivo desaparecerá de forma que solo puedan comercializarse vehículos de cero emisiones.