España fue el noveno productor mundial de vehículos en 2022

La industria de la automoción en España es uno de sus tractores económicos. A nivel local, el sector genera -con datos de 2021- el 7,7% del PIB del país y el 9% del empleo contando los puestos directos e indirectos. Con estas cifras, el automóvil español es uno de los referentes europeos, pero también uno de los más importantes del mundo. Según datos de OICA, la Organización Internacional de Productores de Vehículos, España fue el noveno productor mundial el año pasado.

Las fábricas nacionales cerraron el ejercicio con un total de 2,22 millones de vehículos ensamblados sobre una producción global, según OICA, que ascendió hasta los 85 millones de unidades, un 6% más respecto al año anterior y un paso más en la recuperación de los ansiados niveles prepandemia. De hecho, la cifra mundial se aleja cada vez más de las 77,6 millones de unidades fabricadas en 2020 -año del Covid-, pero todavía se queda lejos de las 91,8 millones de 2019 y de las 97,3 millones de 2017, el récord de producción de la industria automovilística global.

Aunque los 2,22 millones de vehículos producidos por España pueden parecer pocos sobre un montante global de 85 millones pueden parecer pocos, lo cierto es que solo hay nueve países que fabricaran más unidades. El primer productor del mundo en 2022 fue China, que ensambló 27,02 millones de unidades, una cifra que le permite dominar la estadística a mucha distancia de su inmediato perseguidor, Estados Unidos, que montó 10,06 millones de vehículos en sus fábricas.

El top tres lo cerró Japón, con 7,84 millones de unidades, y el top 10 lo completaron la India (5,46 millones), Corea del Sur (3,76 millones), Alemania, el primer país europeo, con 3,68 millones de unidades, México (3,51 millones), Brasil (2,37 millones), España y Tailandia (1,88 millones).

Pese al dominio chino en cuanto a producción, lo cierto es que la mayoría de sus coches y vehículos comerciales se quedan dentro de sus fronteras, aunque la tendencia está cambiando gracias a los coches eléctricos. De hecho, en 2022 el Gigante Asiático se convirtió en el segundo exportador mundial con 3,11 millones de envíos, lo que supone crecer un 54,4% -datos de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM). Solo Japón, tradicionalmente el país más exportador, superó a sus vecinos asiáticos. Los últimos datos disponibles del país asiático son de noviembre, con 3,2 millones de unidades, una cifra suficiente para superar la de china con un mes de ventaja. En 2021, Japón exportó 3,82 millones de coches.

A nivel europeo, la tendencia es la misma que con la producción. Alemania es el principal exportador de vehículos, con 2,61 millones de envíos registrados en 2022 según la patronal automovilística alemana VDA. Por detrás, España -con datos de la patronal Anfac- envío 1,93 millones de unidades, un 2,9% más que en 2021, con lo que el sector español exporta el 87% de todos los vehículos que produce.

Durante los próximos años, China prevé convertirse, siendo el mayor productor del mundo desde 2009, también en el principal exportador gracias a la ofensiva eléctrica de marcas como BYD o Geely, pero también de Tesla y las firmas internacionales que eligen el país para ensamblar sus coches de baterías por el menor coste de producción. El año pasado, según la CAAM, fueron 679.000 los modelos eléctricos exportados por la industria china, un 120% más respecto a 2021. Pese a que puede parecer que su llegada a mercados europeos y norteamericanos está siendo lenta, cabe recordar que las marcas chinas tienen un gran peso en los mercados asiáticos.

Para 2030, según estimaciones, China podría exportar unas 5,5 millones de unidades, de las cuales la mitad serían eléctricas. Según un estudio de PwC, Europa sería el destino de hasta 800.000 unidades chinas en 2025, la mayoría eléctricos de las firmas antes mencionadas, así como MG, Polestar y Smart y modelos ensamblados allí como el Dacia Spring, el Volvo EX90 y el BMW iX3, por ejemplo.