Jocelyne Bravo (Midas): “El usuario de un automóvil viejo no está dispuesto a pagar por una revisión lo que pagaría por la de uno nuevo”
Entrevistamos a Jocelyne Bravo, Communications and Marketing Lead de Midas, y desgranamos la realidad del sector de los talleres y del futuro más inmediato de la movilidad
¿Cómo afronta el sector del taller el envejecimiento progresivo del parque automovilístico?
Yo creo que el sector de los talleres estamos ante un reto estructural porque nos tenemos que adaptar a unas nuevas formas de movilidad que jamás nos imaginamos que iban a llegar. A veces nos centramos mucho en el coche eléctrico, pero realmente el coche eléctrico sigue siendo una pequeña parte de lo que es el parque. Es una revolución, es la moto, el patinete, la bicicleta, es la forma de propiedad del coche... Todo está cambiando muchísimo y eso al taller le afecta en gran manera. Vamos a tener cada vez menos clientes particulares y más flotas, al que tiene un patinete, una bicicleta, al que posee un coche eléctrico.
Para mí es una dicotomía ya que, por un lado, tenemos que adaptarnos al nuevo parque automovilístico, a las nuevas formas de propiedad del vehículo y, por otro, a un parque que cada vez está más envejecido, que necesita un mantenimiento para que tenga un menor impacto en el medio ambiente si queremos aspirar a lograr un entorno más sostenible.
¿Qué representatividad tienen los vehículos más viejos en el total de reparaciones que se llevan a cabo en sus talleres?
El 42% del parque automovilístico tiene una edad media de más de 15 años. En Midas, alrededor de un 32% de los clientes tiene esa antigüedad o superior, un porcentaje muy importante, y un 30% entre 10 y 15 años. Y nuestras previsiones es que aumentará.
La inflación del coste de los automóviles y la incertidumbre sobre qué tipo de coche comprar está consiguiendo que el consumidor aplace al máximo la adquisición de un vehículo nuevo. Sólo hay que ver lo que está pasando en Europa. Hay muchísimas ayudas al coche eléctrico, pero en cuanto quitan las ayudas se paraliza la compra, porque la gente ni está dispuesta ni quiere gastar 50.000 euros en un coche.
El progresivo aumento del envejecimiento del parque español, situándose la media entre los 12,2 y los 14 años, nos obliga a que nuestros productos, servicios, ofertas y, por supuesto, los precios se tengan que adaptar al propietario de ese vehículo, porque obviamente no está dispuesto a pagar lo mismo por un mantenimiento de un coche de 17 años que por el de uno de siete.
Para ello hemos ido lanzando productos y servicios adaptados a este parque más antiguo. Por ejemplo, un servicio de descarbonización del motor con el que conseguimos que sea más eficiente, menos contaminante y que consuma menos combustible. Este servicio se efectúa primeramente en modo preventivo, destinado a coches con pocos años, para evitar que la carbonilla se vaya acumulando en el motor, y en modo correctivo, que está enfocado a coches ya con una cierta antigüedad que tienen problemas al pasar la ITV.
En este sentido, lanzamos el programa Senior Care enfocado a todo este parque de coches de más de 15 años donde se aplica un descuento fundamentalmente en mano de obra, tanto en las reparaciones más importantes, y que suponen un desembolso importante para el bolsillo del conductor, como en las revisiones oficiales. La gente tiende a pensar que una revisión oficial está enfocada el coche nuevo y no es así. Para realizar una revisión oficial no importa la edad del coche. Nosotros consultamos y seguimos las indicaciones del fabricante sobre las actuaciones a realizar para un modelo concreto en función del kilometraje. Es normal que un propietario de un coche 17 años no quiera gastar lo mismo que alguien con un coche de seis, por supuesto, pero es necesario invertir en él porque al final ese coche hay que mantenerlo.
¿Cuál es la previsión de Midas con respecto al envejecimiento de los vehículos en España?
Con este contexto, los objetivos de 2035, por lo menos en España, son muy complicados de alcanzar, sobre todo con un 42% del parque automovilístico con más de 15 años. Hace unos años más de 10 años ya se consideraba un coche con una edad considerable. Hoy en día el negocio realmente está en esta franja. Con una clara tendencia al alza.
¿Se está llevando por parte de las autoridades las acciones necesarias para revertir el progresivo envejecimiento del parque de vehículos?
Las autoridades tienen un papel muy importante, ya que tienen que facilitar que el conductor pueda acceder a esa movilidad más sostenible, y cuando hablamos movilidad sostenible nos referimos a cualquier forma de movilidad. Si queremos fomentar el coche eléctrico las ayudas deben ser percibidas como tales porque es un desembolso muy importante para un consumidor medio. El tema de las cargas, por ejemplo. Cuando nos movemos por la ciudad realmente todavía no se percibe infraestructura de carga. Por otra parte, instalar un punto de carga en tu casa cuesta mucho dinero.
Irrumpen con fuerza bicis y patinetes. Se necesita que las ciudades se adapten para que todo funcione mejor, para que el ciudadano esté dispuesto a hacer el cambio hacia una movilidad un poco más dulce. Las marcas también juegan un papel importante y nosotros, los talleres.
¿Ven la progresiva electrificación del parque automovilístico como una oportunidad o una amenaza?
La gente también tiene mucho miedo y piensa “si mañana me compro un coche eléctrico ¿dónde lo reparo? ¿Voy a tener que ser un esclavo del concesionario?” En este sentido Midas está haciendo una labor de formación en los talleres increíble, porque en lugar de mecánicos casi necesitamos ingenieros, por toda la tecnología que incorporan los coches nuevos. Siempre que hablamos de sostenibilidad pensamos en el vehículo eléctrico, pero realmente los coches de combustión de hoy son muchísimo más eficientes que los de hace solo 15 años, y ahí hay una gran tecnología detrás. Necesitamos estar al día para poder dar una solución a todos estos nuevos vehículos.
Nos hemos marcado el objetivo de que, al menos, una persona esté certificada en cada centro en electromecánica con un curso de duración de entre dos a tres años. Y respecto al equipamiento necesario para reparar vehículos eléctricos, algunos centros ya han realizado las inversiones necesarias. Iremos poco a poco equipando los talleres. Al final, nuestros centros no dejan de ser un negocio pequeño, de franquiciado, por lo que condiciona mucho cuánto representa el parque eléctrico y cuánto es necesario invertir para poder atender a este nuevo tipo de vehículos.
Han entrado en escena nuevas formas de movilidad personal, ¿cuentan con programas de mantenimiento para este tipo de vehículos?
De momento hemos abierto tres Midas City que son talleres más enfocados a dar servicio a patinetes, bicicletas y motos eléctricas. Además, en centros estándar de toda la vida que tienen el espacio suficiente habilitamos “córneres” pequeños para dar servicio a este tipo de vehículos.
Percibimos que el público en general no acaba de ser consciente de que pueden realizar las revisiones de sus vehículos sin perder la garantía oficial ¿Qué puede decirnos de esto?
Hay una ley de ámbito europeo que autoriza la revisión oficial fuera del concesionario, siempre y cuando se haga en el plazo recomendado por el fabricante, con los componentes y consumibles homologados correspondientes a cada vehículo. Siguiendo estas directrices, legalmente no se pierde la garantía de la marca. Lo importante es hacerla en un taller serio donde tengan la información de las bases de datos de los fabricantes.
Centrándonos ya en la propia Midas, ¿Por qué tendría que ir a Midas y no a otras cadenas de talleres?
Uno de los grandes valores de Midas es la cercanía y la proximidad, entendida como cercanía y proximidad geográfica, ya que normalmente estamos ubicados en los centros de las ciudades, pero entendida también como cercanía personal con ese mecánico con el que tú puedes presenciar una reparación. Porque somos todavía esos talleres pequeños cercanos del propio barrio. Se mantiene intacta esa confianza entre el cliente y el mecánico del taller tradicional de toda la vida. Lo que ha logrado Midas como marca es unir esa cercanía con el respaldo de una marca que apuesta por la innovación, la tecnología, la formación, el marketing; que respalda las reparaciones y que ofrece la garantía de una marca importante. La unión entre esas características creo que es la clave del éxito de Midas.
¿Cuántos centros son en la actualidad? ¿Cuáles son las previsiones de crecimiento para este 2024?
En la actualidad tenemos 185 centros en España, con un plan de crecimiento agresivo para el año en curso, teniendo prevista la apertura de entre 20 a 24 centros. Los nuevos franquiciados están definidos por tres tipologías muy definidas. Por una parte, el taller tradicional de siempre que necesita un respaldo para atender a unos vehículos cada vez más modernos; el emprendedor que quiere abrir una franquicia, un negocio desde cero; y por último los agentes y concesionarios de las marcas que debido a los cambios de políticas de sus redes se quedan sin su concesión, con unas amplias instalaciones, y maquinaria con la última tecnología y con una amplia experiencia en el sector.
Háblanos de la iniciativa #ellasconducen
Es una campaña que surgió con el objetivo de acabar con esos falsos estigmas y esos mitos que existen sobre la mujer y la conducción. Nació con el objetivo de dar visibilidad a certezas, como, por ejemplo, que la mujer tiene menos accidentes que el hombre. Para ello realizamos todo tipo de estudios relacionados.
Ligado a ello tenemos como proyecto el fomento del acceso de la mujer al taller, profesión tradicionalmente masculina, impulsando la formación en mecánica, aumentando con ello sus posibilidades laborables. De hecho, el porcentaje de técnicos-mujer es muy bajo todavía en Midas.
Lo que sí tenemos son bastantes mujeres franquiciadas. Y la experiencia es muy positiva puesto que hemos comprobado que cuando la franquiciada es una mujer el resultado del negocio es excelente. Como una franquiciada no está implicada directamente en la operatividad del taller, se preocupa más de la atención directa al cliente, a diferencia de los franquiciados masculinos, y eso se traduce en negocio.