Leapmotor tantea ya a proveedores aragoneses del automóvil para fabricar en Zaragoza
Directivos de la marca china, aliada con el grupo Stellantis, visitan la comunidad para conocer las capacidades de su industria de componentes con vistas a producir uno de sus coches eléctricos en la planta de Figueruelas
La firma china Leapmotor ha iniciado ya una ronda de contactos con proveedores aragoneses del automóvil para tantear posibles colaboraciones con vistas a la producción de sus vehículos en la planta de Stellantis en Figueruelas, grupo al que está asociado para su expansión internacional a través de una empresa conjunta (joint venture). Directivos de la joven marca asiática tienen previsto visitar Aragón en los próximos días para conocer in situ a varias empresas de componentes, según aseguran a este diario fuentes del sector.
Los movimientos vienen a constatar el gran interés que tiene Leapmotor por la comunidad autónoma, donde ya ha iniciado el trabajo de campo para estudiar las capacidades industriales que ofrece este territorio de cara a su posible implantación. Aunque la compañía no ha tomado todavía una decisión definitiva al respecto, diversas fuentes de la industria automovilística ven plausible este escenario a juzgar por los movimientos que se están sucediendo.
Las visitas a empresas aragonesas son vistas como un paso previo al lanzamiento de licitaciones para la fabricación de componentes de sus coches, algo de lo que todavía no hay constancia entre las auxiliares del automóvil consultadas. En concreto, los presupuestos de piezas serían para el vehículo eléctrico B10, del segmento C (SUV compacto). Este es el modelo que Leapmotor estaría estudiando fabricar en Stellantis Figueruelas.
Si así se confirma, la previsión es que sea a partir de finales de este año, con lo que la decisión final no tardará en conocerse dados los ajustados plazos que manejan la compañía.
Montaje final de piezas
El modelo en cuestión ya está plenamente desarrollado. De hecho, fue presentado a nivel mundial en la última edición del Salón del Automóvil de París, celebrado el pasado mes de octubre. Allí los responsables de Leapmotor International, la filial creada en 2023 fruto de la alianza entre Stellantis y la firma china ¬¬–con el 51% y 49% de capital, respectivamente–, ya anunciaron que el objetivo era tener a comienzos de 2026 el primer coche de este tipo fabricado en Europa.
Cabe la posibilidad de que la planta zaragozana haga inicialmente el acabado y montaje final de vehículo con piezas llegadas desde China, una situación que ya se dio en la factoría hace unos años con el Opel Mokka, cuyos componentes provenían en un alto volumen de Corea. Posteriormente, se iría llevando a cabo una nacionalización de proveedores.
El medio especializado ‘La Tribuna de la Automoción’ fue el primero en avanzar la posible llegada de Leapmotor a suelo aragonés, algo que este diario pudo corroborar en fuentes de toda solvencia. A ello ayuda el entorno favorable a la captación de inversiones chinas que ha generado en España. Ambos gobiernos llevan años estrechando lazos comerciales y empresariales, con visitas cruzadas de sus respectivos mandatarios. De ahí, que la posición del Ejecutivo de Pedro Sánchez haya acabado siendo contraria a que la Unión Europea incremente los aranceles a los coches eléctricos importados desde Pekín.
Esta última cuestión no es baladí. La posible llegada de la marca asiática a Zaragoza sería fruto de los avatares de la geopolítica internacional. El plan inicial de la compañía pasaba por fabricar el citado coche en la planta polaca de Tychy, donde ya se monta desde junio de 2024 el urbano T03 con piezas mandadas desde el gigante asiático. El apoyo a los aranceles del Gobierno de Varsovia ha cambiado las tornas siguiendo las directrices de las autoridades chinas, que ordenaron a sus empresas detener toda inversión en los países europeos que respaldaron la imposición de mayores tasas a sus exportaciones.
Otras de las opciones que estarían sobre la mesa serían la planta alemana de Eisenach y la eslovaca de Trnava.
En este contexto, Aragón emerge como destino preferente por ser un referente de la industria automóvil en el sur de Europa, además de por sus conocidas ventajas competitivas en términos de logística, energía o mano de obra cualificada.
Estrechar relaciones
Desde el Gobierno de Aragón eludieron valorar el interés de Leapmotor por la instalación de capacidad productiva en la comunidad. No obstante, el presidente Jorge Azcón destacó las «estrechas relaciones» que mantiene las autoridades china en España. «No hay una relación económica tan importante como la que hay con la embajada china», aseguró en declaraciones a los medios.
Azcón incidió en la necesidad de ser «extremadamente prudentes» ante noticias sin confirmar, aunque admitió que en la actualidad hay muchas inversiones en marcha en la comunidad y otras que están en proceso de exploración de las posibilidades que ofrece el territorio para sus proyectos. Expresó asimismo su interés en continuar «cultivando» las relaciones con el gigante asiático.
No cabe duda de que Aragón ha dejado de ser un territorio desconocido para los inversores chinos tras el reciente anuncio realizado por CATL, uno de los mayores grupos industriales de este país y líder mundial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, que impulsa de la mano de Stellantis la construcción de un gigafactoría junto a la planta de Figueruelas.
Este gran proyecto, que contempla una inversión de 4.100 millones de euros y la creación de unos 3.000 puestos de trabajo, siempre ha sido visto como una oportunidad para atraer a ensambladores de vehículos chinos. Lo que nadie esperaba es que su llegada pudiera ser tan a corto plazo.