Los aranceles europeos a los coches eléctricos podrían costarle a China más de 3.600 millones de euros
China ha señalado que está dispuesta a imponer aranceles de hasta el 25% a los automóviles importados con motores de gran cilindrada
Los aranceles que la Unión Europea (UE) tiene previsto aprobar a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China podrían costarle a Pekín casi 4.000 millones de dólares (más de 3.600 millones de euros) en intercambios comerciales con el bloque comunitario.
En consecuencia, el número de vehículos eléctricos chinos importados a la UE se reduciría en una cuarta parte (unos 125.000 coches) si Bruselas impusiera un arancel del 20%, acorde a los datos ofrecidos en el último análisis sobre la economía mundial del Instituto Kiel.
Además, las ventas de vehículos de producción local (puramente europea) aumentaría, probablemente, en la misma proporción.
“Tenemos que proteger nuestros intereses”, avisó en el pasado discurso sobre el estado de la Unión la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, cuyo Ejecutivo lanzó una investigación comercial contra Pekín por estrategias antidumping y subvenciones estatales a los fabricantes de vehículos nacionales.
Los planes de la Comisión, en un primer momento, eran dar a conocer su decisión el próximo 5 de junio, aunque varios medios internacionales aseguran que, finalmente, se va a posponer la publicación de las conclusiones del análisis y la intención europea de imponer o no aranceles.
De momento, China no ha anunciado ninguna represalia oficialmente, aunque Pekín ha señalado que está dispuesta a imponer aranceles de hasta el 25% a los automóviles importados con motores de gran cilindrada, lo que afectaría sobre todo, a Mercedes-Benz y BMW.
Una de las consecuencias inmediatas de estos aranceles será el encarecimiento de los precios, que podría dificultar el paso a los vehículos eléctricos en la UE, cuya previsión es poner fin a las ventas de los coches de combustión para 2035.
“No concluimos que los fabricantes europeos vayan a poder llenar el vacío de las marcas chinas, porque empresas como BYD podrían también satisfacer la demanda local con nuevas plantas en Europa”, ha admitido el investigador de comercio del Instituto Kiel, Julian Hinz.
La crisis entre EEUU y China
Al tiempo, Estados Unidos ha anunciado que aplicará la subida de aranceles del 25% al 100% para la importación de vehículos eléctricos de China desde el próximo 1 de agosto, cuando entrarán en vigor también los incrementos a la compra de baterías, microchips para la industria tecnológica y productos médicos.
También aplicará incrementos arancelarios específicos para unas 387 categorías de productos. Estos aranceles está previsto que se empiecen a implementar a lo largo de los próximos dos años y se introducirán de forma gradual.
Además, la Casa Blanca de Joe Biden mantendrá los aranceles establecidos por su predecesor republicano, Donald Trump, aumentará los destinados a la industria del automóvil y duplicará los que se aplican a los semiconductores hasta el 50%.