Renault tiene la fórmula para igualar el precio de sus coches eléctricos con los de combustión
El proyecto Ampere del Grupo Renault pretende reducir el coste de fabricación de los BEV al 50%
La llegada del coche eléctrico y el nuevo concepto de movilidad sostenible está cambiando la industria del automóvil. Un claro ejemplo de ello lo podemos ver en Renault, que ha pasado de ser un fabricante de coches, a una compañía de automoción de nueva generación. Ahora Renault Group diversifica su estructura en cinco grandes pilares: Ampere, para el desarrollo y fabricación de vehículos eléctricos; Power, destinado a coches térmicos e híbridos; Alpine, dedicado a los modelos de alta gama; Mobilize, centrado nuevos conceptos de movilidad; y Neutral, encargado de lograr la neutralidad en carbono gracias a una economía circular.
De todo este nuevo ecosistema de la multinacional francesa destaca Ampere, un nuevo modelo de compañía dedicado a los vehículos eléctricos y software, con el que pretende democratizar el coche eléctrico, equiparando su precio al de los actuales modelos de combustión. Un objetivo que pasa obligatoriamente por reducir los costes de producción, y es ahí donde entra de lleno Electricity, o lo que es lo mismo, la cooperación entre las cinco plantas de fabricación de Renault Group en el norte de Francia: Douai, Maubeuge, Ruitz, Cleon y Dunkerke.
Cohesión industrial para reducir costes
Luciano Biondo, director de ElectriCity tiene claro que, para poder democratizar el coche eléctrico, se debe de reducir primero su coste de fabricación. Para finales de 2024, Electricity ya habrá logrado reducir un 30% los costes de producción y logística, y su objetivo es alcanzar nada menos que el 50%. Un plan complejo que tiene en la proximidad uno de sus principales argumentos.
Los cinco centros de producción de Electricity se enmarcan en el norte de Francia, lo que hace que su cooperación tanto física como digital, a través de complejos sistemas en el metaverso, sea mucho más rápida y menos costosa. Además, el 75% de los proveedores de estas fábricas están en un radio de 300 kilómetros, y 2/3 de los clientes potenciales en un radio de 1.000 kilómetros. Esto permite una reducción en los costes logísticos del 40%, y permite que Ampere ofrezca la mejor productividad de su clase, con 9 horas para ensamblar un coche como sucede con el c en Douai.
Renault quiso que fuéramos testigos de cómo trabaja Electricity, y por ello nos invitó a visitar tres de sus fábricas: Maubeuge, Ruitz y Douai.
Maubeuge es un centro de carrocería y montaje donde se da vida al Kangoo y sus derivados en Nissan (Townstar) y Mercedes (Citan y T-Class). En apenas un mes también se comenzará a fabricar el R4, que se comercializará en 2025. Junto a estas instalaciones se encuentra el centro de Qstomize, que se dedica a la personalización de los modelos que salen de la fábrica para adaptarse a las necesidades de todo tipo de clientes, tanto particulares (vehículos adaptados) como profesionales (Orange, Correos...).
Ruitz es un centro de mecánica donde se fabrican piñones y árboles para las cajas de cambios automáticas de la gama híbrida E-Tech de Renault (que luego se montan en la planta de Sevilla). Un claro ejemplo de la estrategia de ‘acercamiento’ de Electricity es la Joint Venture que Ampere ha realizado con la compañía china Minth que fabrica desde 2022 cajas de baterías para Renault. Lo hacía desde Serbia y China, pero ahora las produce directamente en las instalaciones de Ruitz, al compartir espacio en la misma nave. Allí fabrican actualmente las carcasas para las baterías del Scenic E-Tech y las de los modelos preserie del Renault 5, lo que permite enviarlas de forma mucho más rápida y barata que si se hiciese desde Europa del Este o China.
Douai es un centro de carrocería y montaje donde actualmente se fabrica en una misma línea: el Megane E-Tech Electric, el Scenic E-Tech (2024), el Renault 5 (2024) y el Alpine A 290 (2025). Se trata de una enorme factoría de última generación con lo último en todo lo relacionado en los procesos de fabricación, y que se encuentra en plena transformación para optimizar su gestión y descarbonización. Algo parecido a lo que sucede con Minth en Ruitz, tendrá lugar con el fabricante de baterías chino Envision en Douai. Ya se está trabajando para crear una gigafactoría cercana a la planta francesa para a aprovisionar a 200.000 coches eléctricos en un año. Esta nueva nave iniciará su actividad en septiembre y sus módulos de baterías ya podrían estar instalados en los Renault 4 y Renault 5 que se comercialicen dentro de un año aproximadamente (marzo de 2025). Los Megane y Scenic E-TEch seguirán montando las baterías que se produzcan en la planta que LG tiene en Polonia.
Electricity también dispone de otra gigafactoría de baterías con el proveedor Verkor en Dunkerke, y de una gran fábrica de motores eléctricos en Cléon. Con todo, el polo de fabricación de Ampere cuenta con una capacidad total de fabricación de 400.000 unidades por año, que espera ampliar a 620.000 unidades al año en 2028.
Descarbonización total
Otro gran objetivo de Ampere es alcanzar la descarbonización total, más allá de la electrificación. La pretensión es lograr la neutralidad de carbono en Europa para el año 2040 y a nivel mundial para el 2050, así como reducir la huella de carbono de los proveedores en un 30% para el año 2030, y liderar la economía circular con ingresos superiores a mil millones de euros para el año 2030.
Una de las acciones más evidentes para reducir la huella de carbono, a la vez que optimizar la producción, es la que se ha llevado a cabo para reducir las dimensiones de la planta de Douai un 26%, hasta dejar una su superficie total de apenas 144 hectáreas. Esta misma factoría empleará además un sistema de calefacción único en Europa basado en la geotermia, con una profundidad de 4.000 metros. Con esta obra y con la ayuda de Engie Solutions se logrará cubrir el 70% de las necesidades de calefacción de la planta.