Stellantis pide que se cumpla la normativa de emisiones de la UE para 2025
Carlos Tavares, CEO de Stellantis, consideraría “surrealista” cambiar ahora una normativa para la que asegura que su grupo automovilístico está plenamente preparado.
Stellantis no quiere oír hablar del posible retraso de los objetivos de emisiones de la Unión Europea que, en principio, deberían entrar en vigor el próximo año. La posición del consorcio automovilístico es contraria a la de otras muchas marcas con sede en el continente, lo que podría ser motivo de enfrentamiento entre fabricantes.
El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, declaró a la Agencia France Presse que “sería surrealista cambiar las reglas ahora”. Un portavoz de Stellantis confirmó estos comentarios y proporcionó una declaración en apoyo a la conservación de la normativa actual. En la declaración, se solicita la continuación de las subvenciones gubernamentales para los consumidores que compren vehículos eléctricos. Según Tavares, todas las marcas “conocen las reglas desde hace tiempo y han tenido tiempo para prepararse, por lo que ahora es el momento de competir”.
Tavares aseguró que Stellantis ha preparado sus vehículos electrificados y ha dispuesto los medios necesarios para venderlos.
Acea quiere flexibilizar la normativa
Las normas de la UE establecen un objetivo medio de emisiones de CO2 por flota de aproximadamente 95 gramos por km para 2025, frente a los 106,6 g/km de 2023. En ese sentido, los fabricantes que no cumplan la normativa se enfrentarán a multas potencialmente milmillonarias. Según estimaciones de la patronal europea de fabricantes, ACEA, las sanciones podrían alcanzar los 13.000 millones de euros para turismos y otros 3.000 millones en furgonetas. Desde ACEA han solicitado a la UE un retraso de dos años del objetivo de 2025 para los fabricantes de automóviles.
El presidente de ACEA, Luca de Meo, consejero delegado del Grupo Renault, también ha manifestado su deseo de que la UE muestre más flexibilidad en las reglas. Desde ACEA afirman que la industria automovilística europea “ha invertido miles de millones en electrificación para poner vehículos electrificados en el mercado, pero los otros ingredientes necesarios para esta transición no están en su lugar y la competitividad de la UE está erosionándose”. La patronal insiste en que no se ha recibido el apoyo necesario desde la administración pública y que en muchos países no hay una infraestructura de carga adecuada para un parque público electrificado.
Stellantis dejó de formar parte de ACEA en 2022 y afirmó hace unos días que se ha organizado para cumplir con la normativa mediante la reducción de costes y el lanzamiento de nuevos modelos con una gama mecánica adaptada a la nueva realidad. Un buen ejemplo es la misma Peugeot, que el año que viene solo ofrecerá versiones electrificadas en su gama, con un abanico de opciones que van desde la microhibridación hasta la electrificación total. Lancia, que será 100% electrificada, y los planes de electrificación de Maserati son otros buenos ejemplos de los esfuerzos de Stellantis para adaptarse a la normativa.
El sector automotriz europeo enfrenta, además, otras dificultades con la competencia de la industria china, que ofrece vehículos más baratos, los altos costes energéticos y una demanda lenta, con ventas que siguen estando muy por debajo de los niveles previos a la pandemia. Además, el despegue de los modelos eléctricos también está siendo mucho más lento de lo esperado.