Volkswagen ID. Buzz: las claves del finalista a COTY 2023
El Volkswagen ID. Buzz representa el renacimiento del mítico Bulli para la electrificación y es finalistas al Car Of The Year 2023.
En el Salón de Ginebra de 2017 conocimos al ID. Buzz Concept, una furgoneta que recordaba a las primeras Volkswagen T.1 California pero con aires renovados y electrificados. Ha pasado más de un lustro y, finalmente, ese prototipo se convierte en realidad bajo el mismo nombre: Volkswagen ID. Buzz. Engorda así la familia eléctrica de la firma alemana con un vehículo comercial de diseño neo-retro, propulsión cero emisiones y una candidatura como finalista al Car Of The Year 2023.
Este furgón simpático y agradable a la vista estará disponible en su versión Pro (pasajeros) desde 61.480 euros y la Cargo desde 56.140 euros. Esta última variante, enfocada al transporte de mercancías, se diferencia por la ausencia de ventanas laterales y su espacio de carga, con una caja con capacidad para 3.900 litros. También tiene un separador entre el maletero y los asientos delanteros, que el propietario podrá si serán para dos o tres pasajeros.
La variante para pasajeros es la más divertida, tanto visualmente como a la hora de conducir. Tiene espacio para cinco pasajeros con unas cotas de 4,71 metros de largo, hasta 1,95 m de alto, 1,98 m de ancho y una distancia entre ejes de 2,98 metros. La banqueta trasera puede desplazarse hasta 15 centímetros y la capacidad de carga del maletero alcanza los 1.121 litros en la posición más ventajosa. Incluso llega a 2.205 litros si abatimos la fila trasera.
Un bulli eléctrico
Lógicamente, todos hemos pensado en una versión camper de este ID. Buzz. Todavía no está confirmado, pero sí existen módulos QUQUQ para colocar cajones bajo el maletero con cocina, fogones, fregadero y una nevera portátil. Por ahora, nada más, pese a su clara inspiración hippie, con combinaciones de carrocería como la del “Blanco Candy” y el “Amarillo Lima”.
Si algo ha convertido al ID. Buzz en un lanzamiento único es su propulsión eléctrica, conformada por un motor de 240 CV (150 kW) situado en el eje trasero, como en las primeras T1 y T2. Solo alcanza 145 km/h de velocidad máxima y es que su autonomía eléctrica así lo exige. Según la firma, este furgón eléctrico puede alcanzar los 414 a 418 kilómetros de rango, pero solo lo vimos alcanzable en ciudad y con mucho mimo.
La batería es mejor que en otros ID y alcanza los 77 kWh de capacidad neta. Se puede cargar en tomas rápidas de hasta 170 kW, lo que reduce el tiempo de espera del 5 al 80% a 30 minutos. Necesario teniendo en cuenta que su consumo durante la prueba fue algo mayor del establecido en ciclo WLTP, homologado en 21, 7 kWh a 20,5 kWh/100 km para el Pro y 22,2 a 20,4 kWh/100 km para el Cargo.
Clásico pero tecnológico
Para describir el diseño exterior sobran las palabras y bastan las imágenes. Su silueta redondeada es todo un clásico, justo al contrario de lo que sucede con el habitáculo. Eso sí, si pensamos en las T.1 o T.2, casi podríamos ver el parecido. Tenemos un cuadro de instrumentación solidario con el volante de 5,3 pulgadas y una pantalla central de 10 pulgadas, que alcanza las 12 pulgadas con el Discover Pro.
Durante su conducción nos resultó de lo más reconocible. Es decir, se siente y se lleva igual que cualquier otro ID de la familia Volkswagen. La respuesta del acelerador es rápida y la contundencia de la frenada regenerativa es la adecuada para ciudad, no así la dureza de la suspensión delantera. Nos sorprendió gratamente el radio de giro en 11,09 metros, un dato excelente en su segmento y que concede mucha agilidad en las metrópolis.