Probamos los neumáticos Continental de invierno y AllSeason ¿Con cuál nos quedamos?
Continental decidió realizar un exigente test a sus neumáticos de invierno y AllSeason en el Circuito de Andorra, en Pas de la Casa, el circuito permanente más alto del mundo, situado a 2.400 metros de altitud y con unas condiciones de nieve y hielo bastante complicadas.
Primero pongámonos en situación. España no ha sido un país en el que se haya apostado por los neumáticos de invierno, excepto zonas montañosas y con duros inviernos. Son unos neumáticos muy específicos para conducción sobre nieve y que sustituyen a las cadenas, pudiendo circular por carreteras que tengan restringida su circulación solo a los vehículos que las monten. De hecho, el Reglamento General de Vehículos cita textualmente:
“Cuando sea obligatorio o recomendado el uso de cadenas u otros dispositivos antideslizantes autorizados se deberá:
O colocar sobre, al menos, en una rueda motriz de cada lado del vehículo cadenas o dispositivos antideslizantes, o bien utilizar neumáticos especiales”.
Cuando se refiere a neumáticos especiales los Continental WinterContact en sus diferentes versiones son perfectamente válidos, al igual que los AllSeason. Los neumáticos de invierno se mueven como pez en el agua a una temperatura por debajo de -7ºC, en cambio los neumáticos de verano necesitan superar los 7ºC para unas óptimas condiciones de agarre y consumo.
¿Pero y los neumáticos Continental AllSeason? Pues a priori son los más equilibrados, manteniendo unas buenas cotas de adherencia tanto en invierno como en verano, con la clara ventaja de poder circular en cualquier circunstancia, mientras no sean muy extremas, sin necesidad de realizar cambios estacionales. Eso sí, aportan un plus de seguridad frente a los neumáticos de verano en condiciones adversas de lluvia, y sobre todo con nieve.
Hay que tener en cuenta que, en invierno, cuando la temperatura baja de 7ºC, el compuesto de goma de los neumáticos de verano se endurece, el agarre es peor y la distancia de frenada puede llegar a duplicarse.
Diseño de ambos neumáticos
Pero veamos qué es lo que diferencia a ambos neumáticos en cuestión de diseño.
Gracias a un compuesto especial de caucho y su diseño de la banda de rodadura los neumáticos de invierno se adhieren mejor a las carreteras resbaladizas o mojadas, manteniendo su flexibilidad y un buen agarre incluso a bajas temperaturas.
El dibujo de la banda de rodadura consigue que la nieve presione en las ranuras más anchas y profundas de la banda, utilizando el efecto del corte sobre la misma nieve como agarre adicional. Durante el movimiento, las laminillas propician la deformación de los bloques de la banda de rodadura formando bordes de agarre que alojan nieve y mejora la adherencia al firme.
Por otra parte, los neumáticos Continental AllSeason presentan una profundidad de la banda de rodadura, que no es ni demasiado superficial ni demasiado profunda, favoreciendo el pleno control durante todo el año. Su compuesto adaptable ofrece al conductor unas prestaciones de primer nivel en carreteras nevadas y húmedas en invierno. En cambio, gracias al diseño flexible de la banda de rodadura, con hombros abiertos con un mínimo de laminillas, los neumáticos AllSeason ofrecen un buen rendimiento de frenado en las carreteras secas y húmedas de verano.
Prueba en el Circuito de Andorra
No obstante, para comprobar el agarre de ambos neumáticos en condiciones adversas de nieve la marca alemana de neumáticos nos preparó una prueba en el Circuito de Andorra, precisamente durante la semana del mes de marzo que tanta nieve cayó. Mucha nieve y poca visibilidad, condiciones perfectas para testearlos.
El comportamiento de los Continental WinterContact fue el que se esperaba de ellos, agarre excepcional y distancia de frenada sorprendentemente muy corta con nieve, eso sí, incrementándose a medida que iba apareciendo el hielo de la superficie, pero aun así manteniendo el control en todo momento, siempre que no superásemos las leyes de la física, claro. Tenemos que tener en cuenta que con nieve y hielo los movimientos, es decir, aceleraciones, giros, deben de ser suaves. Y ayuda mucho disponer de un vehículo con tracción a las cuatro ruedas. En este caso dispusimos de un Mercedes-Benz EQB y GLE, Audi S3, Volkswagen Golf R.
La sorpresa de verdad vino con los neumáticos AllSeason. Iban montados en un Polestar 2, tracción a las cuatro ruedas, 100% eléctrico. Los ejercicios con estos neumáticos consistían en la realización de un slalom y en la ejecución de un trazado en forma de 8. Sinceramente no noté diferencia respecto a los de invierno. Frenadas, giros, apoyos y cambios de pesos muy bien ejecutados. La temperatura no bajó de los -2ºC, por lo que estamos en la horquilla en la que siguen aportando todas sus prestaciones al 100%.
¿Continental de invierno o AllSeason?
Si vives en climas moderados y raramente tienes que enfrentarte a condiciones invernales severas o veraniegas extremas, equipar neumáticos AllSeason es la mejor opción porque ofrecen magníficas prestaciones durante todo el año, sobre todo en cuanto a seguridad, y una mayor comodidad, puesto que pueden permanecer montados todo el año. Están diseñados para ofrecer un buen agarre tanto en verano como en invierno, con buenas prestaciones de frenado en seco, mojado o aguanieve. También proporcionan una destacable durabilidad y eficiencia energética.
En cambio, si sueles tener condiciones invernales duras con hielo y nieve, entonces los neumáticos de invierno son la mejor opción. Los neumáticos de invierno se utilizan normalmente entre octubre y abril; y los de verano de abril a septiembre, debiendo realizar en consecuencia el cambio cada seis meses, lo que representa una incomodidad, pero asegura poder disfrutar de una seguridad que de otra forma no dispondríamos.