Jeep Avenger: ¿Cómo va el modelo eléctrico de 156 CV?
Teníamos muchas ganas de trasladaros las primeras sensaciones de conducción del Coche del Año en Europa, y es que el Jeep Avenger se convirtió en el protagonista de todos los titulares al coronarse con el premio más prestigioso del mundo de la automoción. Es el primer modelo de la firma en ofrecer una versión 100% eléctrica, la principal causa de ese galardón, pero es el modelo gasolina de 101 CV el que realmente se venderá en nuestro país. En unas semanas probaremos la variante de combustión, que saldrá al mercado en España desde 23.300 euros, mientras el eléctrico lo hará con un precio de partida de 37.300 euros.
Este SUV pequeño se convirtió en el primer modelo de Jeep en colarse entre los finalistas y el hito es mayor si evaluamos a sus competidores; Kia Niro, Nissan Ariya, Peugeot 408, Renault Austral, Subaru Solterra-Toyota BZ4X y Volkswagen ID Buzz. La victoria fue de lo más celebrada y es que no está nada mal siendo el candidato más pequeño de la lista, que demostró una solvencia excelente durante las pruebas de conducción que realizaron los jurados previamente.
Los genes Jeep saltan a la vista en su modelo más compacto, fabricado ya sobre la plafaroma modular del grupo Stellantis llamada CMP que utilizan rivales como el Opel Mokka eléctrico o el Peugeot e-2008. En la gama se sitúa por debajo del Renegade, que sí cuenta con versiones híbridas enchufables 4XE. Durante la rueda de prensa se reveló el lanzamiento de una variante 4x4 basada en el prototipo que presentaron hace unos meses, así como la estrategia completada con otros tres modelos eléctricos en los próximos dos años. Primero tocará el turno del Wagoneer S, el más grande de los eléctricos con hasta 600 kilómetros de autonomía, al que le seguirá el Recon, una especie de Wrangler 100% eléctrico. Del tercero no contaron nada.
Un diseño típico Jeep
Se identifica fácilmente como un modelo de la firma italiana gracias a los guiños estéticos y la silueta cuadrada que suelen lucir sus modelos. Como está disponible en versión eléctrica y de combustión, la parrilla completamente vertical mantiene las siete ranuras típicas y, pese a no ser un 4x4 auténtico, los paragolpes exagerados inspiran ciertas capacidades aventureras. Además, estas formas tan voluminosas protegen los grupos ópticos con tecnología LED.
En la visión lateral destacan los pasos de rueda trapezoidales que, además de imprimir carácter, mejoran la movilidad de los ejes. Y es que estamos ante un modelo que será siempre de tracción delantera pero con cierto espíritu de tierra. De ahí que tenga una altura libre al suelo de 20 centímetros, idéntica a la del Renegade 4x4. Además, el ángulo de ataque es de 20 grados y el de salida y ventral de 32 y 20 grados respectivamente. No existen rivales en el segmento del Avenger que ofrezcan tales posibilidades y puede ser un detalle clave para los clientes que requieren de un comportamiento off-road relajado.
Para terminar el apartado de diseño, hablar de las llantas de18 pulgadas del modelo probado, un Summit que eleva su precio hasta los 42.500 euros. Son un acierto para encajar con los conductores urbanitas a los que les gustan otros detalles como el pilar C flotante o estos grupos ópticos forma de X que, según la firma, están inspirados en “bidones de combustible”.
Pero más interesante aún resulta la capacidad del maletero de 355 litros para el modelo eléctrico que probamos. Es más interesante la capacidad del gasolina, que son 380 litros y se sitúa en la media del segmento. Modelos que pierden en el apartado de las plazas traseras, que son de acceso complicado en el Avenger, pero de lo más acertadas. Me impresiona especialmente la altura de la banqueta con el techo, yo soy pequeña (metro 60) pero caben perfectamente un par de adultos de más de 1,80 sin problema. Además, de amplitud tampoco está nada mal para dos adultos.
Conectado y juvenil
Como primer eléctrico de la firma, el Jeep Avenger debía mostrar una evolución notable en su diseño interior y así ha sido. La vanguardia se adueña de un salpicadero minimalista y sencillo, completamente horizontal en el que se enmarcan las salidas de aireación y concede el protagonismo por completo a la pantalla central táctil de 10,25 pulgadas. La instrumentación es de 7 pulgadas de serie y de 10,25 opcional o en modelos más equipados.
Además, a todo lo bueno se acostumbra una y, a día de hoy, no concebimos entrar en un coche moderno y tener que enchufar el teléfono para tener una réplica en el sistema de infoentretenimiento. En este caso el Apple Carplay y Android Auto son inalámbricos, perfecto para poder dejar el teléfono en esta área de aquí y olvidarte de cogerlo, algo prohibido y muy peligroso. Como también lo es andar toqueteando la pantalla para modificar la climatización, motivo por el que valoro muy positivamente que se mantengan los accesos rápidos en botonería tradicional y cerca de las manos.
Otro punto positivo es la cantidad de espacios guardaobjetos que encontramos, empezando por la zona entre asientos con esta cubierta magnética, el espacio bajo el salpicadero y la guantera es de tamaño también considerable. Como detalle curioso, los intermitentes hacen un ruido musical y lo que supone un momento gracioso en un primer instante se vuelve algo pesado en carretera.
¿Cómo se conduce el Avenger eléctrico?
Sobre este compacto ya está todo escrito, menos las sensaciones de conducción al volante de la variante eléctrica de 156 CV con 392 km de autonomía WLTP, 400 según la firma. Más allá de la potencia, que está por debajo de otros competidores del segmento, sus 260 Nm de par instantáneo son la verdadera baza del comportamiento agradable, atento y eficaz del Avenger eléctrico.
Su batería de 54 KWh de capacidad bruta (50,8 kWh netos) puede aprovecharse al máximo en entornos urbanos, donde alcanza hasta los 500 kilómetros de rango. Para ello, puedes recurrir a los modos de conducción que aporta el sistema Select Terrain que encontramos en cualquier Jeep y que lo identifica como un modelo capaz de cumplir con recorridos fuera pista. Los citados modos son: Normal, Eco, Sport, Snow (nieve), Mud (barro) y Sand (arena). Estos últimos están pensados para las zonas más complicadas y cuesta creer que tengan una actuación radicalmente distinta entre ellos, pero así es e incluso tiene sistema de control de descenso.
Para lo que más utilizarás estos modos en el eléctrico es para ampliar la cantidad de kilómetros de autonomía. En el modo Sport, el bloque pone a tu disposición los 115 kW (156 CV) de potencia y 260 Nm de par, mientras que en el modo Normal se reduce a 80 kW (100 CV) y 220 Nm de par y en el Eco te conformas únicamente con 60 kW (80 CV) y 180 Nm de par.
Deberás estar pendiente del modo elegido, dado que si vas en Eco por autopista sentirás que no tienes velocidad para los adelantamientos más básicos. Por suerte, pisando el pedal a fondo (kick down) se activará el modo booster para ofrecerte toda la potencia del bloque eléctrico. Este modo es el más indicado, junto con la posición B del selector de marchas, para los trayectos rutinarios.
De ese modo podrás completar más días sin pasar por una toma de carga. Más que nada porque, la potencia máxima de recarga en corriente continua es de 100 kW, y solo así conseguirás el 20 al 80 % en 24 minutos. La capacidad en corriente alterna es de 11 kW, así que no bajarás de las 5 horas de espera. Motivo de más para recomendar el Avenger como vehículo urbano o interurbano, siempre y cuando tengas un punto de carga en tu garaje.
Si es así, te gustará este todocamino por su refinamiento, facilidad de conducción y radio de giro, de poco más de 10,1 metros. Nos ha resultado un aliado del tráfico en las ciudades y, junto a su distintivo 0 (Cero) de la DGT, podrás sortear cualquier restricción de emisiones o probar con senderos de tierra con cierta dificultad. La precisión de los motores eléctricos, y su capacidad para derivar par a la rueda que más lo requiera, te concederá la confianza para superar incluso un cruce de puentes tal como nos mostraron durante la presentación.
La calidad de rodadura en vías rápidas es aceptable, y eso que no suelen ser el hábitat natural de los modelos eléctricos pequeños, pero me ha gustado más en carretera de curvas. La posición de conducción es alta, por lo que pierdes las sensaciones típicas de la combustión, pero los asientos recogen bastante bien y el tacto del volante es el adecuado para su segmento.
Esperaba más inercias, pero desde Jeep han controlado bien el peso del Avenger, quedándose en 1.611 kilogramos para la variante probada. Gracias a esta ligereza, el carácter crossover no penaliza en exceso el comportamiento en carretera, con un buen aplomo a velocidades admitidas por la ley. Tampoco tengo queja del sistema de frenos, que sin ser excelente cumple con las necesidades como lo hacen sus cualidades off-road que, vuelvo a insistir, están ahí y pudimos ponerlas a prueba.