Michelin, el Fort Knox de los neumáticos
El Centro de Experiencias Michelin Almería no tiene nada que envidarle a Fort Knox, por lo menos en lo que a seguridad se refiere. De hecho, muchos de los habitantes de la localidad andaluza, desconocen la existencia de este laboratorio de neumático, de reconocida fama mundial. Estos días están de cumpleaños, ya que hace cincuenta años que llegaron a Almería, y ahora es el momento de dar a conocer lo que están haciendo. En Neomotor hemos sido uno de los pocos afortunados que hemos pasado un día visitando las instalaciones, y está claro que ha sido una experiencia extraordinaria. En el mundo existen nueve centros de innovación como este, siendo el de Almería uno de los más destacados a nivel mundial.
El CEMA, que es como se conoce el centro, está integrado en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, pero si no sabes que está ahí, es muy complicado localizador a pie de calle, y solo desde las alturas puedes calibrar su envergadura. Ocupa cuarenta y cinco mil hectáreas, algo más de siete mil campos de fútbol, y podríamos decir que se divide en dos partes. Una de ellas son las pistas en donde se realizan las pruebas, con más de cien kilómetros de pistas que reúnen todas las condiciones para hacer las pruebas. Lo mejor, es que todas las pistas son adaptables, en función de los requerimientos de los clientes, por lo que es difícil, por no decir imposible, que haya dos pistas exactamente iguales. En el CEMA no se limitan a los neumáticos de obra civil, ya que también analizan neumáticos para los trenes de aterrizaje de los aviones y, por supuesto, neumáticos para turismos. De hecho, durante nuestra visita, había un grupo de turismos, de diferentes marcas, haciendo pruebas de sonido en una de las pistas.
Las pruebas se realizan con una flota de más de doscientos vehículos de todo tipo. Sus estrellas son dos Carterpillar 797 y 797 B, que impresionan cuando uno se pone a su lado. Y es que una de las especialidades del CEMA son los neumáticos de obra civil, que requieren un estudio mucho más profundo de lo que puede ser un neumático normal. Tal y como nos decía Sebas, ingeniero de Michelin con más de dieciocho años de experiencia, “llevamos las pruebas mucho más allá de las exigencias”, y es que ponen a los neumáticos a unas exigencias realmente increíbles.
Es curioso oír hablar en estos momentos de las pruebas de los vehículos autónomos, cuando en el CEMA los llevan utilizando desde hace mucho tiempo. El propio Sebas diseñó un sistema por el que camiones de gran tonelaje ruedan sin conductor haciendo kilómetros y kilómetros día y noche, y es que el CEMA no duerme de lunes a viernes, con tres turnos diarios de ocho horas.
Y es que su extraordinario ubicación lo hacen perfecto para este tipo de experimentos. Michelin necesitaba un emplazamiento que reuniera unas características especiales, una zona con un microclima particular que ofrece el nivel pluviométrico más bajo de Europa (sólo 200 mm de lluvia al año) y unas temperaturas medio altas. De esta manera, el CEMA ofrece las condiciones ideales para desarrollar los programas de pruebas y evaluación a los que se someten los nuevos neumáticos antes de ser lanzados al mercado. Dentro de este oasis en Almería, trabajan ciento setenta especialistas altamente cualificados.
La segunda pata de este centro, son los más de sesenta mil metros cuadrados edificados, en donde se analizan los neumáticos tras ser sometidos a las exigentes pruebas. Son, literalmente, desguazados, para conocer, por un lado, sus límites, y por otro, para detectar diferentes fallos que pudieran tener y solucionarlos antes de llegar al mercado.
Es destacable, que muchas de las máquinas que utilizan en estos momentos, han sido desarrolladas por ellos mismos, con el propio Sebas a la cabeza. Y tiene su lógica, ya que ellos saben lo que buscan, lo que necesitan, y por ello es más “fácil”, diseñar las máquinas que deben hacer el análisis.
Michelin está comprometida con el medio ambiente, y en su hoja de ruta figura 2050 como la fecha en la que se utilizarán solo materiales sostenibles, aunque a día de hoy ya utilizan el treinta por ciento.
Otro de los aspectos destacados del CEMA es la seguridad. Puerta principal cerrada a cal y canto, personal de seguridad por todas las instalaciones, cámaras de seguridad y cuando accedimos al recinto, precintados los objetivos de los teléfonos móviles con unas pegatinas especiales que si alguien se atreve a quitarlas para hacer alguna foto, y volverla a colocar, cambia de formato y aparece un texto. Con lo cual, al salir de las instalaciones se vuelven a revisar los teléfonos móviles, por si alguien tuvo la tentación de quitar la pestaña.