Cupra y su apuesta por el E-Racing
El ADN de Cupra le ha llevado a adentrarse en la competición de coches eléctricos y dar el salto ahora a la Fórmula E
Cupra ha desembarcado esta temporada en el campeonato de Fórmula E junto al equipo ABT y, pese a que todos los inicios son duros, en Berlín ya consiguió sus primeros puntos. Cupra tiene en su ADN el diseño, la innovación, electrificación y sostenibilidad, tecnología y también un espíritu aventurero que desde el primer momento le ha llevado a adentrarse en la competición de coches eléctricos.
Xavi Serra, director de Cupra Racing, señala que la entrada en la Fórmula E “ha sido un paso natural dentro de nuestra trayectoria deportiva. En 2018 empezamos el desarrollo del primer turismo eléctrico y llevamos cinco años electrificando el motorsport, pasando por la Extreme E y ganando dos veces el título mundial FIA de turismos eléctricos. Era lógico aspirar a dar el salto a la siguiente categoría, conscientes de que nuestro primer año iba a ser difícil y claramente de aprendizaje porque hay marcas muy consolidadas. El objetivo es mejorar carrera a carrera, intentar entrar en la zona de puntos y consolidarse en el futuro”.
Cupra trabaja en la Fórmula E de la mano con el equipo ABT, con el que inició una fructífera relación en 2018 con vehículos de carretera, como el Cupra Ateca, y se ha continuado en las carreras electrificadas porque comparten la misma visión de transformar el racing en eléctrico. “Nuestra experiencia se centra en desarrollar el e-racing. La alianza puede continuar y estamos convencidos de que podemos conseguir los objetivos marcados a medio plazo”, apunta Xavi Serra.
Las carreras sirven de escaparate para las marcas, pero también de banco de pruebas para desarrollar y optimizar sus coches. ¿Qué se puede aplicar desde la fabricación de vehículos en serie a la Fórmula E y qué se puede exportar de los conocimientos adquiridos a este campeonato? Xavi Serra remarca sobre la cuestión que “la tercera generación de los monoplazas de la Fórmula E es muy interesante porque tenemos mucha libertad para desarrollar la parte que hace referencia al software. Las frenadas son un gran reto. Son frenadas regenerativas con un motor delante y otro detrás, únicamente utilizando frenos de fricción delante y ello es muy parecido a lo que podemos encontrar en nuestro modelo Born. La conducción en diferentes modos de regeneración te pone retos sobre qué cantidad puedes regenerar, de cómo la puedes regenerar en función de la carga que tienes de batería y la temperatura de la misma. Ello nos abre un campo muy grande, sobre todo en el apartado de software”.
Primer año en Fórmula E, categoría que ha introducido un importante cambio de coche, es evidente que los inicios nunca son fáciles, pero el director de Cupra Racing nos explica que están convencidos de salir airosos del reto emprendido. “Llevábamos una época en la que las cosas en las carreras nos salían bien dentro de unas categorías innovadoras en las que nos iniciábamos. Tanto en el ETCR como en el Extreme E hemos tenido buenos resultados y éramos conscientes que en la Fórmula E entrábamos en el top del motorsport eléctrico, la champions league, y sabemos que tenemos que aprender, ir paso a paso y la determinación de alcanzar grandes resultados en el futuro”.
Lo más difícil o complicado en este nuevo mundo de carreras es adaptarse a las continuas innovaciones y al auge del papel del software en el rendimiento de los coches eléctricos. “La Fórmula E ha cambiado mucho la electrificación, introduciendo gran parte de software, mientras que lo que se ha hecho hasta ahora seguía teniendo gran importancia la parte mecánica. Esta tercera generación de la Fórmula E ha reducido aún más la importancia de la parte mecánica. Tener la presión del neumático exacta o la caída exacta es mucho menor, siendo de gran relevancia el papel de la gestión del software, la gestión de frenada y el de la energía. Ello nos obliga a estar muy focalizados en la electrificación y a buscar partners para poder estar luchando con éxito en diferentes frentes”, concluía Xavi Serra.