Hyundai Kona: más sostenible y tecnológico que nunca, para vivir a tu manera
El SUV compacto mejora en todo para encajar en el ritmo actual, comprometido con el medio ambiente, la digitalización y un diseño diferencial.
A lo largo de nuestro día a día tomamos decisiones. ¿Sushi o hamburgesa para cenar?, ¿Gimnasio o pilates?, ¿Quedar con los amigos o leer en casa? Sin embargo, existen caminos que deben elegirse a conciencia y el coche es una compra significativa para la gran mayoría de españoles, que deben valorar atributos como su precio, tamaño, fiabilidad, diseño y, desde hace unos años, sistema de propulsión eficiente y sostenible. Una preocupación que los fabricantes han solventado ofreciendo gamas versátiles como la del Hyundai Kona, disponible con motores gasolina, microhíbridos, híbrido convencional y eléctrico.
La segunda generación del SUV compacto coreano ha crecido ligeramente, con un tamaño final de 4,36 metros de largo por 1,83 m de ancho y 1,58 m de alto. Además, su distancia entre ejes se ha alargado hasta los 2,66 metros, 60 milímetros más que se dejan notar en el habitáculo y su capacidad de carga, que pasa de 374 litros hasta los 466 litros de maletero actual.
Estamos, por tanto, ante un modelo que cumple con las expectativas en cuanto a espacio para una familia de cuatro miembros, pero también para parejas con un estilo de vida activo que implique viajar y utilizar el coche en sus recorridos diarios. La evolución estética del Kona ha sido clave para plantear su adquisición más allá de la coherencia y el raciocinio, dado que su diseño futurista encaja a la perfección con la generación más digitalizada de la historia.
Sustituir al Kona anterior no era fácil, que acumuló más de 70.000 ventas en España, pero la transgresión parece una buena alternativa. Esta nueva hornada no tiene nada que ver, con una ausencia total de la parrilla que concede protagonismo total las finísimas tiras LED diurnas. Los pilotos se concentran en otro módulo situado a los laterales, lo que incide en la sensación de volumen y verticalidad del frontal.
El paragolpes es el encargado de conceder cierta refrigeración a los modelos de combustión y las llantas irán de las 16 a las 18 pulgadas (N Line). La zaga sigue el mismo esquema minimalista, en el que destaca la gran visibilidad de la luneta y el volumen que genera los pasos de rueda traseros ensanchados. En las versiones N Line, las salidas de escape son reales y su difusor es específico.
Más tecnológico.
El Interior cumple con las promesas futuristas del exterior, con una mejora notable en el apartado de pantallas y experiencia de conducción. Sigue apostando por materiales de plástico duro en muchas zonas, pero compensa ese ajuste con un sistema de pantalla doble de 12,3 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto, intuitiva y de calidad notable.
Además, mantiene la botonería para accesos rápidos como la climatización, luces de emergencia, volumen del sistema y menús del infoentretenimiento. El selector de marchas se ha reubicado tras el volante, al lado derecho, así que en la consola central se encuentra una ruleta para los modos de conducción (Eco, Sport y Snow) y los asientos calefactados de la versión N Line probada.
Tu vida, tu Kona
Desde pequeños nos han enseñado a cuidar nuestro entorno, a tratar a este planeta como el único que tenemos para implicarnos en su cuidado. Así que incluso con el trajín de un día a día frenético, más de un 70% de los jóvenes se plantean conducir un coche híbrido o eléctrico, según el Estudio de la Movilidad del Futuro de Europcar Mobility Group realizado por el Mobility Institute (impulsado por RACC y Deloitte).
Esta decisión no solo mejora la calidad del aire al reducir las emisiones, también comporta una serie de beneficios fiscales y evita las restricciones de ciudades españolas como Madrid. Pero seamos sinceros, más de la mitad de españoles viven en pisos construidos cuando la electrificación de la movilidad era una utopía, de modo que la logística de un coche eléctrico se complica. No hay cargadores en los parkings, tampoco en las oficinas y, mucho menos, una red de recarga pública solvente.
Por suerte, firmas como Hyundai entienden que la transición tiene sus pasos e incluso velocidades, de modo que ofrece una gama completa de propulsiones en su modelo más versátil: el Hyundai Kona. Aquellos que puedan dar el salto a la movilidad cero emisiones disponen del modelo eléctrico, disponible en las versiones de 156 y 218 CV con autonomías de 377 a 514 kilómetros.
Como opciones de acceso, están los Hyundai Kona de gasolina 1.0 T-GDi con microhibridación de 120 CV (ECO), e incluso dos motores sin electrificar de 120 CV y 198 CV (anteriormente 177 CV). El modelo probado es la versión híbrida convencional de 141 CV con etiqueta ECO y cambio automático de doble embrague y seis velocidades.
Esta última resulta la opción más equilibrada en cuanto a funcionalidad, practicidad y sostenibilidad, configurada mediante un bloque atmosférico 1,5 de 105 CV y un pequeño motor eléctrico de 44 CV. Su consumo homologado es de 5,5 l/100 km y, tras un día de circulación urbana, pero también carretera y autovía, el dato final era idéntico. Un punto a favor determinante ante la compra de un vehículo, dado que incluso puede sustituir al diésel tradicional.