Probamos el nuevo Omoda 5, el coche con el que la marca china debutará en Europa
España será el puerto de entrada de la marca china Omoda (Chery Group) en enero y lo hará con el Omoda 5, un SUV compacto de gasolina y por menos de 30.000 euros
El grupo Chery empleará España como puerta de entrada en Europa con su marca polivalente Omoda. Será la primera de otras con las que la multinacional china con base de Wuhu quiere mantener el pulso a los grandes fabricantes europeos.
Chery, el principal exportador de vehículos de China, iniciará en nuestro país la comercialización de automóviles para Europa y lo hará con el modelo Omoda 5 que hemos sido los primeros en probar por los alrededores de Madrid. La marca lo lanzará a finales de enero y será el primero de la saga. Le seguirán el Omoda 100% eléctrico y posteriormente el Omoda 9 (un poco más grande).
Omoda, que en 2024 estrenará también su sede en España (en Alcobendas, Madrid) y que capineará Darren Tu, busca con este modelo atraer a un público con espíritu juvenil (entre 35 y 55 años) que busque un vehículo polivalente y prestacional, además de elegante y con rasgos diferenciales.
El Omoda 5 es un SUV del segmento C, el más fuerte y complicado del mercado, y ofrece un buen aporte tecnológico y unas prestaciones realmente positivas. Salvando algunos pequeños detalles, que desde la marca están adaptando a los gustos europeos, como la imagen que ofrece el espejo retrovisor interior, el Omoda 5 nos ha gustado mucho en todos los sentidos.
Hemos podido probar a fondo el Omoda 5 por un recorrido mixto de carretera, autopista, ciudad y camino forestal. En ninguna de las circunstancias de la conducción se ha quedado atrás en prestaciones. Al contrario. No es un coche pensado para el campo, pero se desenvuelve con soltura y descaro sobre tierra. Los modos de conducción le permiten ofrecer un rendimiento de primer nivel.
El Omoda 5 tienen unas dimensiones que le permiten competir bien en el segmento, con 4,4 metros de largo por 1,82 de ancho y 1,58 de alto, podríamos decir que apunta buenas maneras estéticas. Puestos a gustar, preferimos las llantas negras que las que ofrecen ciertos toques en rojo (color que se repite en las estriberas del lateral, por ejemplo).
Su diseño es rompedor y algo distinto, sobre todo la parrilla frontal que forma un panal de grandes dimensiones con formas hexagonales. Los grupos ópticos superiores son alargados y debajo dispone de dos conjuntos más que la dan una ‘mirada’ deportiva sin llegar a ser estridente.
La parte posterior, rematada por un alerón sobre el portón trasero lo hace entrar más en el diseño propio del segmento, trazando ciertas líneas de similitud con el Nissan Qashqai o bien el Toyota C-HR.
Por dentro el Omoda 5 ofrece un entorno muy envolvente y cómodo. Las plazas delanteras están muy bien equipadas, con asientos en una misma pieza respaldo y reposacabezas, tipo baquet. Están calefactados y ventilados. Son realmente confortables.
Las plazas traseras son cómodas también, en líneas generales, si bien no hay excesivo espacio detrás del conductor si éste mide más de 1,85 metros. El espacio que queda es justo para un pasajero que no sea muy grande. Para mí, uno de los pocos hándicaps que tiene este modelo.
Por dentro descubriemos detalles interesantes. El volante está achatado en su parte inferior y dispone de muchos elementos de control de las funciones propias como el sistema de control de crucero y el control del equipo multimedia. Instrumentación y pantalla central parecen encontrarse unidas. Son de alta definción con unas dimensiones de 10,25 pulgadas cada una. Añade climatización inteligente, sistema de carga inalámbrica para el teléfono móvil (para dos dispositivos).
En la consola central, sobre el túnel de transmisión, está la palanca del cambio. Este elemento nos ha gustado en sobremanera ya que es muy cómodo de manejar, sobre todo para usarlo en modo manual para extraer el máximo partido de su motor de gasolina de 185 CV y su cambio automático DCT de 7 velocidades.
El Omoda 5 ha obtenido 5 estrellas EuroNCAP en sistemas de seguridad, sobre todo gracias al excelente equipamiento en elementos de ayuda a la conducción: control de crucero adaptativo, advertencia de colisión frontal, frenado de emergencia autónomo, advertencia de cambio de carril, mantenimiento de carril, detección del ángulo muerto y cambio automático de luces. Dispone de cámara 360 grados, muy útil en la maniobra de aparcamiento y en la salida de los cruces.
Durante nuestra prueba hemos podido experimentar con algunos de los seis modos de conducción de que dispone el Omoda 5: Eco, Normal, Sport, Snow (nieve), Mud (barro) y Off Road. Las transiciones de uno a otro son suaves, aunque en el paso de modo de conducción de Normal a Sport se nota bastante el incremento de potencia del motor, más revolucionado y con empuje. En el modo manual (seleccionable desde la propia palanca del cambio) se presenta como un coche divertido de conducir.
Mecánica solvente
Omoda quiere entrar en España con este modelo que de momento solo se ofrecerá con versión de gasolina. Posteriormente añadirán la versión 100% eléctrica. Pendiente de confirmar sus datos finales, se tratará de un motor síncrono de imanes permanentes con 204 caballos de potencia, con un paquete de baterías de 64 kWh de capacidad (de origen BYD) con el que podrá ofrecer cerca de 450 kilómetros de autonomía.
El motor de gasolina Euro 6D es un 1.6 TGDi de 185 CV de potencia que va asociado, como hemos comentado, a una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades DCT. Los consumos que nos ofrece la marca están en los 7,5 litros cada 100 kilómetros, con emisiones de 170 gramos de CO2 por kilómetro.
El Omoda 5 ofrece una suspensión que no nos ha parecido demasiado blanda, muy apta para todo tipo de carreteras. En líneas generales la conducción es muy cómoda, con buena respuesta del motor. Una mecánica algo más potente no habría estado mal, pero consideramos que al ser una marca naciente está dando sus primeros pasos. Cuando esté configurada toda la gama será el momento de valorar el acierto o no de su política.
De entrada llega con este modelo de gasolina, después vendrá el eléctrico y seguramente, tras la aparición del Omoda 9 (que contará con mecánica híbrida enchufable), la marca ofrecerá hibridación también en el Omoda 5. Tiempo al tiempo. Hablando con los responsables de producto de Omoda en Europa, valoran seriamente esta opción ya que se está comprobando que la electrificación pura va muy despacio en países como España.
El Omoda 5 (que ya pudimos conocer en nuestra visita a Wuhu, la sede de Chery internacional en China) será el primero de la avanzadilla. Le seguirá el Jaecoo 7, un SUV más de estilo Land Rover (esa es la aspiración de la marca).
Tal y como avanzamos en Neomotor, el Omoda 5 tendrá un precio inferior a los 30.000 euros y se ofrecerá con dos versiones, Comfort y Premium. La marca apostará por una red de concesionarios propia y centros de postventa, tratando de ofrecer una imagen sólida y de calidad. En nuestra prueba hemos comprobado ambas cosas, destacando el buen aspecto de muchos materiales (algún que otro plástico duro se ha colado en el modelo de preserie probado).
Mientras la marca entra en España, las negociaciones entre Chery y el proyecto para la reindustrialización de la Zona Franca siguen en marcha. Recientemente el conseller de Empresa de la Generalitat de Catalunya, Roger Torrent, viajó a China para reunirse con los responsables internacionales de la marca. La negocación sigue abierta y será larga, aunque todo apunta que los primeros Omoda 5 españoles llegarán en menos de un par de años.