Prueba del SsangYong Musso Sports, el coche más vendido de la marca
El Musso Sports mejora estéticamente y tecnológicamente y llega con todo lo necesario para convertirse en un gran aliado del conductor profesional y los que buscan acción fuera de la carretera
Muchos pensarán que los pick-up no gozan de una gran popularidad en el mercado. Nada más lejos de la realidad, se cuentan por millones las unidades que, anualmente, se venden globalmente en ese segmento, que además es muy competido con algunas grandes marcas como Ford, Chevrolet, Nissan, Toyota y hasta Tesla y Rivian luchando por un sitio en el mercado. Para SsangYong, en otra afirmación que a muchos les parecerá sorprendente, este segmento es vital, ya que el Musso, su opción para el mismo, es su coche más vendido en el mundo.
SsangYong no está pasando por su mejor momento, aunque la adquisición de la marca por parte de KG Mobility parece que permitirá a la firma surcoreana salir del agujero económico en el que se encuentra desde antes de la pandemia, cuando era propiedad del Grupo Mahindra. Pese a ello, la marca ha apostado fuerte por modernizar su pick-up, que en España se vende únicamente en el acabado Musso y que busca ubicarse como la opción más asequible del segmento.
Mejoras necesarias
Lo cierto es que la actualización le ha venido muy bien al Musso Sports, tanto en lo estético como en lo tecnológico. Por fuera se muestra imponente gracias a su enorme parrilla frontal, que le aporta carácter, agresividad y un toque campero que no pierde en toda su silueta a través de protecciones y otros elementos como algunos detalles cromados. De perfil y en la zaga no hay grandes novedades, ya que tampoco las formas típicas de los pick-up permiten tomarse grandes licencias estéticas. Como siempre, para gustos los colores, pero nos parece el SsangYong más atractivo en la actualidad.
Llegados al interior, SsangYong también ha apostado por mejorar, y es que también es, sin lugar a dudas, el mejor habitáculo de la gama. No por diseño, que de nuevo será subjetivo, sino por el nivel de acabados y los materiales. Estos últimos son de mejor calidad que en el resto de sus hermanos y el acabado está bien rematado. Con todo, cabe destacar que se sigue apostando sobremanera por el plástico duro, pero al final es un vehículo que quiere posicionarse como el más asequible de su segmento. Tanto la fila delantera de asientos como la trasera -solo está disponible con doble cabina- ofrecen espacio de sobras para ocupantes altos.
Lo que no nos ha convencido tanto es el sistema de infoentretenimiento, que mejora mucho respecto a su predecesor gracias a su nueva pantalla, pero sigue estando muy por detrás en términos de intuitividad y funcionamiento que el de sus rivales. No equipa GPS de serie, función que se agradecería en un vehículo que, por otra parte, tiene una gran vocación todoterreno. Un punto negativo en un vehículo que, hasta ahora, cumple con las expectativas.
Efectividad offroad
Llegados al motor, sus prestaciones y dinamismo, nos encontramos con un propulsor diésel e-XDi220 de 2.2 litros y 202 CV de potencia asociado, en la unidad probada, a una caja automática de seis velocidades de 441 Nm de par máximo que manda toda la potencia al eje trasero, aunque equipa un selector de tracción con dos posiciones más, la 4H para tracción total permanente y la 4L para reductoras.
En carretera, esta combinación y con la tracción trasera, se muestra efectivo. Es bastante cómodo, aunque acusa de un lógico balanceo achacable a su altura, y acelera y recupera con bastante facilidad. Lo peor en este caso será el ruido, ya que su insonorización podría mejorar, y su habitual rudeza en los cambios de velocidad o en la entrega de potencia.
Si en carretera aprueba, fuera del asfalto la nota sube porque es en los terrenos alejados de la carretera donde se siente realmente cómodo. Gracias a sus sistemas de tracción y al diferencial trasero autoblocante, su comportamiento en terrenos complicados es muy bueno y garantía de éxito. Es cómodo, entrega bien la potencia y es muy fácil de llevar.
No lo hemos probado en uso profesional, que es también una de sus teóricas virtudes, pero las cifras de SsangYong apuntan a una capacidad de remolque de hasta 3.000 kilos en las versiones automáticas y a una capacidad de carga de 1.085 kilos en la caja.
En conclusión, la apuesta de SsangYong en el segmento pick-up con el Musso es firme, con un vehículo más moderno estéticamente hablando que antes y más preparado tecnológicamente, aunque un paso por debajo respecto a rivales. Dinámicamente es efectivo y, aunque podría mejorar, cumple con todo lo que promete. Su precio parte desde los 35.974 euros, 38.010 euros con cambio automático, una cifra que la coloca en el escalón más bajo del segmento, pero muy cerca de rivales de enjundia como la Ford Ranger (desde 39.681 euros).