Renault Espace: desde Palencia para el mundo

El Renault Espace es uno de esos modelos que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Con los cuarenta recién cumplidos, ha vivido una reconversión que los clientes han sabido agradecer manteniéndose fieles a un modelo cuyo ADN principal, es el de la familia. Nació con lo que recordamos como un monovolumen, pero ha sabido adaptarse al cambio de tendencia con la llegada de los SUV.

Y para conocer que es lo que tiene este popular modelo, en Neomotor nos hemos subido al acabado techno esprit Alpine E-Tech full hybrid. Para darle un mayor toque de deportividad, nos hemos decantando por un color “Gris pizarra satinado”. Tengo que reconocer que al principio no era muy partidario de los colores satinados, los mate, pero no cabe duda de que en determinados modelos este tipo de pintura sienta muy bien, y este es uno de ellos.

Había una última elección, y no era otra que la de elegir entre el modelo de cinco plazas y el de siete. Lo mejor, es que cuesta exactamente lo mismo por lo que, evidentemente, nos inclinamos por la versión de siete plazas. Las dos últimas es escamotean bajo la alfombra del maletero, por lo que disponemos de hasta 477 litros de capacidad. Una de las peculiaridades de este modelo es su configuración. Y es que la segunda banqueta, la de tres plazas, se puede desplazar hasta veintiséis centímetros, por lo que, en su versión más recogida, llegamos a contar con 677 litros. Claro, si abatimos la segunda y tercera fila, disponemos de 1.714 litros. Eso sí, si utilizamos los siete asientos, nos quedamos con tan solo 159 litros.

Cuenta con unas buenas dimensiones, 4,72 metros de largo, 1.84 de ancho y 1.64 de alto; y su batalla es de 2.738 milímetros. Su conducción es fácil, ya que incorpora la dirección a las cuatro ruedas 4Control Advance, que permite girar las ruedas traseras hasta cinco grados en dirección contraria a las ruedas delanteras. Todo ello a baja velocidad y hasta un grado en un mismo sentido en carretera. Y claro, con todas estas tecnologías, nos ofrece un radio de giro de tan solo 10,4 metros, lo mismo que un Renault Clio.

Este Renault Espace tiene mucho del Renault Austral, al que podríamos considerar como su hermano pequeño. La nueva parrilla y la firma lumínica destacan de manera intrínseca con el ADN de la marca de rombo. Las entradas de aire inferiores en forma de flecha, unidas de lado a lado, acentúan su deportividad.

La línea lateral mantiene el ADN deportivo del modelo, con una caída en la zaga que permite que las dos plazas traseras no sean tan angustiosas como en otros modelos. La zaga dispone de un amplio portón, con el nombre del modelo en lettering y una última letra que nos permite identificar de forma clara que estamos ante un modelo híbrido.

En su interior, este Espace no difiere mucho de sus hermanos mayores, y menores. Una de sus principales características son las grandes pantallas que tenemos detrás del volante, y en su consola central. En esta última destaca su integración con Google, lo que nos permite trasladar nuestro teléfono móvil a la pantalla, y obtener todos sus servicios.

Nuestro vehículo de prueba venía equipado con un enorme techo solar que en función de la intensidad del astro rey, se oscurece para que no moleste en su interior. Además, en su interior contamos con hasta cuarenta litros para llevar cosas, y es que es habitual que nuestro vehículo se convierta en un nuevo almacén para dejar nuestras cosas.

Desde mi punto de vista, uno de los puntos más fuertes de este Renault Espace viene bajo el capó y es el motor e-tech full hybrid está más que probado y su respuesta no falla. Cierto es que, a la hora de evaluar los consumos, en este modelo es complicado hacer en ciudad los 4,7 litros en ciclo WLTP que homologa, pero nos acercamos mucho con una diferencia de menos de un litro. La etiqueta ECO es otra de sus ventajas, sobre todo ahora que en breve comenzarán a funcionar las Zonas de Bajas Emisiones.

Sus 200 CV de potencia empujan bien. La caja de cambios automática, con quince combinaciones de desarrollo, es otro elemento seguro, facilitando la conducción. Incorpora unas levas tras el volante, que aumenta, o reduce, la regeneración de la frenada, con lo que podemos ganar batería para poder utilizar el vehículo más tiempo en modo 100% eléctrico. Desde la firma nos dicen que podemos llegar a circular en este modo hasta un 80% de la conducción urbana.

Nos ofrece hasta 32 ayudas a la conducción, con lo que la misma se desarrolla de forma correcta, adaptándose a las circunstancias de la carretera y adaptándose a nuestra forma de conducir. Un placer hacer kilómetros con este vehículo, sobre todo cuando llevamos la familia a bordo y no tenemos prisa.

Ahh, y un último dato. Estamos hablando de un modelo 100% español. Se produce en la planta de Palencia, se concibió en Valladolid, lo mismo que su motor y su batería, y la caja de velocidades se produce en Sevilla. ¿Hay algo más made in Spain?