Cataluña estrena los radares de remolque: la nueva estrategia contra los accidentes de tráfico
Llevan unas cuantas semanas en las carreteras y sorprende la gran cantidad de multas que están emitiendo
El Servei Català de Trànsit (SCT) puso en marcha a finales de 2024 una innovadora solución tecnológica para reducir la siniestralidad en las carreteras catalanas: los radares en remolque, también conocidos como carros radar. Estos dispositivos, diseñados para hacer frente a la dispersión de accidentes en la red vial, empezaron a operar en puntos estratégicos como la C-31 y la AP-7.
Tecnología láser y autonomía total
Los radares en remolque representan una nueva generación de cinemómetros que combinan movilidad y autonomía. Equipados con tecnología láser, estos dispositivos pueden realizar un seguimiento dinámico de vehículos durante varios metros, detectar excesos de velocidad en múltiples carriles y enviar las infracciones de manera inmediata gracias a su conexión a internet. Además, no necesitan conexión eléctrica, lo que les permite operar de forma independiente durante varios días.
La principal ventaja de estos radares es su capacidad para trasladarse a cualquier punto de la red viaria. Esto les permite adaptarse rápidamente a las necesidades de control en vías rápidas, carreteras comarcales o locales, donde las tasas de accidentalidad han mostrado una preocupante dispersión.
Resultados iniciales sorprendentes
En sus primeros días de funcionamiento, los dos radares iniciales, ubicados en la C-31 (Bellvitge, sentido Castelldefels) y la AP-7 (Santa Perpètua de Mogoda, sentido Tarragona), han emitido casi 10.000 multas por exceso de velocidad, tras controlar a más de 65.000 vehículos. Esto supone que un 15% de los conductores sancionados superaban los límites permitidos, especialmente en vehículos ligeros como coches y motos.
Ramon Lamiel, director del SCT, calificó las cifras como “sorprendentes” y destacó la importancia de intensificar el control de velocidad para reducir los accidentes graves.
Un plan ambicioso para el 2030
El objetivo del SCT es ambicioso: reducir al 50% las víctimas mortales en accidentes de tráfico para el año 2030. Los resultados de los cinemómetros ya instalados respaldan esta estrategia, con descensos de siniestralidad que oscilan entre el 65% y el 80% en los tramos controlados.
La movilidad y autonomía de los carros radar permitirán ampliar la cobertura territorial, aumentando la vigilancia en zonas donde los accidentes son más frecuentes. Además, un estudio previo ha identificado los puntos más conflictivos, garantizando que estos dispositivos se sitúen en lugares estratégicos y sean visibles para los conductores.
Preparados para el futuro
La DGT catalana ha adquirido un total de 25 unidades de estos radares, que se desplegarán en hasta 150 puntos diferentes de Cataluña. Con una carcasa resistente al vandalismo, estos dispositivos están preparados para soportar posibles represalias de conductores y seguir operativos en condiciones adversas.
En el horizonte cercano, se espera la instalación de otros dos radares durante el puente de la Constitución, sumando un total de cuatro en operación. Esta red de vigilancia promete ser un “Gran Hermano” de la velocidad, enfocado no solo en sancionar, sino en salvar vidas.