Radares de la DGT: así se ha reducido la mortalidad en las carreteras españolas en 20 años
La mortalidad en carreteras ha descendido un 67% en 20 años gracias a la expansión de radares y los avances tecnológicos en la vigilancia vial
- Los radares de la DGT han reducido los siniestros viales significativamente
En las últimas dos décadas, las carreteras españolas han sido testigo de una revolución silenciosa pero efectiva: la multiplicación de los radares de velocidad. Lo que comenzó como una herramienta tímida en 2005, con apenas 90 dispositivos operativos, se ha convertido en una red de 800 puntos de control en 2023, logrando reducir drásticamente las cifras de siniestralidad.
En 2004, los accidentes en vías interurbanas cobraron la vida de 3.841 personas. En contraste, el año 2023 cerró con 1.273 fallecimientos en estas vías, un tercio menos, reflejo del impacto de estos dispositivos. “La velocidad excesiva es un factor clave en la gravedad de los accidentes, y los controles fijos y de velocidad media son esenciales para reducirlos”, asegura Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la DGT.
Tecnología al servicio de la seguridad
La diversidad tecnológica de los radares fijos, desde los clásicos cinemómetros Doppler hasta los más modernos sistemas láser, ha permitido un control casi infalible, con márgenes de error mínimos. Además, su instalación estratégica en zonas de alta siniestralidad y la incorporación de radares de tramo han optimizado su efectividad.
Pero los avances no se limitan al suelo. Los helicópteros de la DGT, ahora equipados con cámaras de alta resolución, han reforzado la vigilancia desde el aire, gestionando en 2023 más de 20.000 propuestas de sanción.
Adaptarse al futuro
El salto tecnológico ha sido crucial. Sistemas alimentados por energía solar y conectados mediante redes 5G han eliminado las barreras logísticas, permitiendo la instalación de radares en zonas remotas donde antes era imposible. Incluso en túneles o durante la noche, cámaras de última generación garantizan imágenes claras y sanciones precisas.
Más que cifras: un cambio cultural
Los 90 radares de tramo, como el emblemático en el túnel de Guadarrama, demuestran que no solo se trata de tecnología, sino de modificar hábitos. La vigilancia constante no solo detecta infracciones, sino que educa a los conductores, fomentando una conducción más responsable.
El camino hacia unas carreteras más seguras está marcado, y los radares, lejos de ser solo un dispositivo de control, se han consolidado como un salvavidas en el asfalto español.