Cuenta atrás para la mediana empresa: por qué la movilidad compartida ya no puede esperar más
Con las nuevas medidas medioambientales es cuestión de tiempo que las medianas empresas tengan que sumarse a ese futuro verde, siendo la movilidad un pilar fundamental
Con la reciente polémica que ha habido sobre el bulo de la DGT que prohibiría a los conductores a ir solos en el coche, el tema de la movilidad compartida ha salido, de nuevo, a la palestra.
El estamento que lidera Pere Navarro busca un futuro compartido, ya que mejoraría sustancialmente los niveles de contaminación, además de reducir los atascos. De hecho, los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recolectados en 2022 apuntan que el sector transporte emitió 90,46 millones de toneladas de CO2 y que, de ese total, el 28,4% vienen del transporte por carretera.
¿Por qué la movilidad compartida no puede esperar más para las medianas empresas?
Durante el año 2024 se aprobó el conocido como Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible, el cual obliga a las grandes empresas a desarrollar planes que reduzcan las emisiones de CO2. Por el momento, pese a que no está obligando a las medianas empresas a desarrollar este tipo de estrategias, deberían sumarse a estas iniciativas para estar preparados a dar ese salto hacia la gran empresa.

Además, en el medio plazo todo estará regido por más políticas sostenibles. Es decir, aunque ahora las medianas empresas están exentas de esas obligaciones, es posible que más pronto que tarde tengan que adaptarse a ellas. De hecho, esto no solo tiene que verse como una obligación, ya que existen una serie de beneficios para aplicar esa movilidad sostenible:
- Reducción de costes y más transparencia: uno de los costes que puede reducir la movilidad sostenible, y más evidente, es que disminuye el gasto en combustible e implica menos costes de mantenimiento.
- Mejora en el bienestar de los empleados: desplazarte al lugar de trabajo puede ser muy estresante y un desgaste en la salud mental de una persona al encontrarse con atascos o averías en su vehículo. De esta forma, con la movilidad compartida se consigue reducir el cansancio y la fatiga, disminuir los atascos y supone una alternativa para aquellos que no tienen vehículo propio.
- Mayor accesibilidad: varios informes como el ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) o Ideauto señalan que España tiene uno de los parques automovilísticos más envejecidos de Europa. Esto puede suponer un enorme problema para aquellos empleados que necesitan entrar en zonas de bajas emisiones.
- Impacto positivo en la sociedad: una idea errónea que suelen tener los usuarios es pensar que las medidas de movilidad sostenible se basan en incorporar vehículos de bajas emisiones. Sin embargo, esas estrategias van mucho más allá, como el transporte compartido, facilitar el acceso al transporte público o, incluso, fomentar el teletrabajo y los horarios flexibles. Con estas acciones, las medianas empresas no solo benefician a sus empleados, también a las comunidades locales, que perciben un mayor cuidado del entorno.
Movilidad compartida y menos coches en la carretera
Según los datos que recoge el INE (Instituto Nacional de Estadística), durante el año 2022 el 60% de los desplazamientos al trabajo en nuestro país se realizaron en coche privado, siendo 14,1 millones de personas, aproximadamente, los que utilizaron este medio de transporte diariamente.
Teniendo en cuenta estos datos y que el trabajo presencial está volviendo a ser normal, las empresas tienen la responsabilidad de reducir la huella de carbono de sus empleados. Por ello, la contaminación que se produce es importante, por lo que la movilidad compartida sería una solución viable.

De hecho, algunas regiones como Tenerife o La Palma ya han consolidado opciones de movilidad compartida como, por ejemplo, los autobuses lanzadera, vehículos sostenibles de entre 15 y 50 plazas. Estos mismo son gratuitos para los empleados, lo cual permite ahorrar tiempo, dinero y producir menos gases de efecto invernadero.
Otra empresa, con denominación de origen 100% española, es Celering, la cual gestiona flotas para ofrecer servicios de movilidad personalizados y sostenibles. Ante este reto de la movilidad compartida, la compañía se ha puesto en primera línea como solución para esos retos medioambientales. Es más, Ashotel ya ha confiado en ella y los autobuses de los que acabamos de hablar son su solución.
Una iniciativa que produce dos situaciones ventajosas, pues no se forman tantos atascos en la carretera y genera un impacto positivo real en el medioambiente. Es más, estos autobuses lanzadera pueden llegar a transportar a 200 personas diariamente y la patronal Ashotel es uno de los ejemplos a seguir, ya que los implementó con éxito en hoteles de Canarias.