De la pista a tu salón de casa: una mesa hecha con un motor de Ferrari
RM Sotheby’s va a realizar la subasta, aunque se trata de un mueble que no es para todo el mundo y no deja indiferente a nadie
- La mesa creada en base a un motor de Ferrari que se subastó en Arizona
No es un Ferrari, pero cuesta lo mismo que uno nuevo. Una exclusiva mesa de diseño, creada a partir de un auténtico motor de Ferrari, se convirtió en el trofeo de una feroz puja. RM Sotheby’s puso la quinta marcha para subastar esta joya del mobiliario, donde la velocidad y la elegancia se fusionan en una sola pieza.
Una idea que no es del todo original, porque desde la Fórmula 1 ya se habían hecho unas mesas de noche creadas con llantas reales de coches de la F1. Sin embargo, esta mesa no tiene nada que ver con esto y es una pieza realmente particular.
La mesa hecha de un motor Ferrari que sale a subasta
Una de las casas de subastas más grandes del mundo, en cuanto a ventas de coches clásicos, es RM Sotheby’s. Llevan 40 años liderando la industria de subastas de coches de colección en el mundo. Pese a ello, en esta ocasión salieron de su zona de confort y subastaron un objeto que poco tiene que ver con el automovilismo.
En efecto, se trata de una mesa creada a partir de un motor de Ferrari, la cual es, literalmente, un motor hecho mueble. Imagínate tener en tu salón, oficina o habitación esta mesa para dejar ese café mañanero o simplemente para apoyar los pies, aunque con lo que cuesta intentarás mancharla poco.
No es un producto oficial de Ferrari, pero sí que es un ejemplo perfecto de lo que puede llegar a hacer el reciclaje, porque se trata de un motor V8 que en su día iba debajo del capó de un Ferrari 458. Se trata de una pieza auténtica, por lo que esta mesa pesa sus más de 110 kg, aunque viene instalado con ruedas para que sea más fácil de mover.
La subasta se realizó en enero en Arizona y el precio se esperaba que oscilara entre los 50.000 y 70.000 euros. Es decir, una mesa costaba lo mismo o más cara que muchos coches premium nuevos. No obstante, al final se vendió por algo menos de precio, ya que se cerró en 43.200 dólares, que al cambio son 41.373 euros.
Sin duda, es una pieza de colección solo para los más adinerados, pero no deja de ser algo sorprendente, porque encima fue un motor usado en competición. Una forma muy ingeniosa de ‘jubilar’ a esta pieza.