El Frankenstein de los coches: Colocan un motor de una excavadora a un Land Rover de 1988
La creatividad no tienes límites y Luke Dale lo ha demostrado con este Land Rover con motor de excavadora que ha dado unos resultados inimaginables
- Luke Dale con el Land Rover al que le ha instalado el motor de una excavadora
En el mundo de la ingeniería automotriz, los límites están para romperse. Y Luke Dale, propietario del taller Diesel Pump UK en York, Inglaterra, ha llevado esta idea a un nuevo nivel al instalar un motor diésel de una excavadora JCB en un Land Rover Defender de 1988. Un experimento que no solo redefine la creatividad en el mundo de los motores, sino que también deja boquiabiertos a los entusiastas del automovilismo.
El reto de la instalación
El motor original del Land Rover, un turbodiésel de 2,5 litros, fue reemplazado por un motor JCB TCAE-108, diseñado originalmente para maquinaria de construcción. Este motor de cuatro cilindros, con una potencia de 147 CV y un impresionante par de 560 Nm, representa una mejora significativa respecto a los 111 CV y 255 Nm del propulsor original.
A pesar de la potencia adicional, encajar este motor en el chasis del Defender fue una hazaña de ingeniería. Según Luke Dale, el ancho del motor no fue un problema, pero su altura, 200 mm superior al original, presentó un desafío considerable. Fue necesario reubicar topes, fabricar un cárter de aceite personalizado y crear un nuevo capó para acomodarlo.
Además, el vehículo recibió una transmisión manual R380 “Stumpy”, optimizada para soportar la potencia del nuevo motor, junto con un embrague de alta resistencia y un sistema de escape de acero inoxidable.
El Land Rover, con décadas a sus espaldas, también pasó por una restauración integral. Se le añadieron un chasis y un tanque de combustible galvanizados, así como nuevas puertas y una suspensión elevada en 5 cm. Con estos cambios, el vehículo alcanzó un peso de 2.200 kg, “más ligero que un BMW M5 nuevo”, según Dale.
El resultado: el “Land Rover perfecto”
En las pruebas, el nuevo Defender mostró un rendimiento impresionante, destacando su facilidad de conducción y presumible durabilidad. Luke Dale no duda en calificarlo como el Land Rover definitivo, un vehículo que combina potencia, resistencia y carácter único.
Este insólito proyecto no solo pone de manifiesto la audacia de los mecánicos independientes, sino que también nos recuerda que, en el mundo de la automoción, todavía hay espacio para la innovación y la creatividad. ¿Quién dijo que todo estaba ya inventado?