Estas son todas las situaciones en las que te pueden multar por aparcar mal tu coche
Seguro que hay más de un sitio en el que no sabías que está prohibido aparcar
Cada vez es más común encontrarnos con limitaciones a la hora de aparcar, sobre todo cuando intentamos hacerlo en grandes ciudades o en lugares turísticos durante nuestras vacaciones. No obstante, no debes dejar que la pereza de buscar un sitio pueda contigo, ya que si dejas tu coche de cualquier manera puedes llevarte una multa por parte de las autoridades. A continuación te contaremos todas las multas de aparcamiento a las que puedes enfrentarte.
Los cepos en el coche
Para aquellas personas que a pesar de las restricciones y de las multas de aparcamiento siguen aparcando su vehículo de la forma que les parece la Policía tiene una solución muy sencilla pero muy efectiva: los cepos. Se trata de dispositivos (normalmente de metal) diseñados para bloquear e impedir la circulación de vehículos estacionados de manera indebida, así como evitar el robo de un coche aparcado. Se usan para inmovilizar a vehículos que no pueden circular por la vía pública, aunque sea temporalmente.
Cuando se coloca un cepo inmovilizador en la rueda de un coche, se impide su movimiento al bloquear el giro de la misma. Esto consigue que, por ejemplo, los infractores no utilicen espacios de estacionamiento que no les corresponden, como plazas reservadas, zonas de carga y descarga, o áreas privadas. Por si te lo preguntabas, es prácticamente imposible (además de ilegal) quitar el cepo de tus ruedas por tu cuenta.
Todas las multas de aparcamiento
Como te decíamos al principio, existen algunas zonas en las que aparcar está completamente prohibido y, aunque muchos conductores no lo sepan, pueden llevarse una multa considerable e incluso la grúa podría llevarse su vehículo. Estas son todas las situaciones que debes conocer y en las que no se puede aparcar:
- En las curvas y cambios de rasante donde hay poca visibilidad, así como en los túneles o cerca de ellos.
- En los cruces de calles o cerca de ellos, cuando se estorba el giro de otros vehículos o se dificulta su visibilidad.
- Sobre los raíles de tranvías y cuando se obstaculiza su circulación.
- En todas las autovías o autopistas (menos en las zonas habilitadas para ello).
- En las zonas destinadas al aparcamiento de vehículos de transporte público.
- En los pasos a nivel, de peatones, en los carriles bici y en los destinados al transporte público.
- En las zonas (señalizadas) de carga y descarga.
- En zonas de aparcamiento para personas con movilidad reducida.
- En las aceras, paseos y todas las zonas habilitadas para peatones.
- En los vados (a veces aunque sea propio).
- En doble fila.
- En los lugares de estacionamiento con horario regulado sin el distintivo que lo autoriza o cuando el vehículo permanece más tiempo del permitido.
La mayoría de estas multas conlleva una sanción de 200 euros y, además, existe también otra situación en la que podrían multarte e incluso llevarse tu vehículo, aunque no esté estrictamente regulado en el Reglamento General de Circulación. Se trata de aquellas veces en las que aparcamos al lado de otros vehículos sin dejarles el espacio suficiente para maniobrar a sus dueños o incluso para poder entrar en ellos. Debes tener cuidado porque, aunque no esté considerado como una multa concreta, podrías llevarte un susto.