Más que económicos: Los coches chinos triunfan también en seguridad vial

La industria china de automóviles está avanzando a pasos agigantados. Hasta hace no mucho tiempo, las marcas del país asiático eran unas completas desconocidas para el público general, pero se van haciendo un hueco en todos los sentidos.

No solo están progresando en la electrificación o coches definidos por software, sino que a estas dos enormes fortalezas se les suma ahora la seguridad. De hecho, los datos son claros, ya que Newspress asegura que todos los coches chinos que han sido sometidos a las pruebas de EuroNCAP desde 2022 han obtenido las cinco estrellas, con puntuaciones elevadas, por su seguridad pasiva y sistemas de asistencia a la conducción.

De esta forma, es preciso comentar algunas de todas esas innovaciones o puntos clave en la seguridad de sus modelos. La industria de automóviles china ha traído ciertos logros en la seguridad que repasaremos.

Si de algo pueden presumir la gran mayoría de empresas chinas de coches es en las enormes inversiones en I+D. Por ejemplo, el Grupo Chery (con marcas como JAECOO y Omoda) cuenta con ocho grandes centros de I+D y más de 300 laboratorios en todo el mundo, con un equipo de élite científica compuesto por más de 25.000 expertos en seguridad.

Otro caso de éxito en investigación y desarrollo es el grupo SAIC Motor, ya que entre 2021 y 2025 va a invertir 45.000 millones de euros en el desarrollo de vehículos conectados inteligentes, donde la asistencia a la conducción tiene un rol clave. La marca BYD tampoco se queda atrás, pues cuenta con un grupo de más de 100.000 ingenieros y hasta 11 centros de investigación.

Por lo tanto, queda bastante reflejado que las empresas de automóviles chinas no escatiman en gastos de I+D, lo cual hace que sus patentes sean bastante codiciadas en el mundo del motor. Además, les dota de elementos de seguridad muy variados.

Los coches chinos, generalmente, tienen como tópico que si son baratos es porque sus elementos son de peor calidad. Sin embargo, esto no es así, ya que hay ejemplos que lo corroboran. Por ejemplo, el Jaecoo 7, que fue lanzado en España hace pocos meses, tiene una carrocería compuesta de un 80% de aceros de alta resistencia, un porcentaje líder en la industria del automóvil.

Además, el techo de este vehículo puede soportar hasta 8 toneladas antes de colapsar y deformarse. Tampoco se queda atrás en términos de coeficiente, ya que con una puntuación de 5,1 prácticamente duplica los requerimientos de la NHTSA estadounidense. Esta última tiene como misión garantizar la seguridad en las carreteras y reducir las lesiones, muertes y daños relacionados con accidentes de tránsito.

Otros modelos como XPENG G6, Xiaomi SU7 y ZEEKR emplean estructuras “gigacast”, con enormes piezas prensadas en un solo bloque, que reducen el peso y el uso de soldaduras. Este tipo de componentes ahorran peso al coche y, además, mejora las prestaciones de la estructura del vehículo en caso de choques o golpes. De hecho, hasta Xiaomi ha desarrollado su propio metal con una alta resistencia.

Con una gran cantidad de sensores, procesadores ultrapotentes y software con algoritmos basados en IA, su combinación de hardware y software es puntera, y les permite disponer de amplios paquetes de sistemas ADAS que se gestionan de forma integral; y en casos como XPENG, son de desarrollo propio.

Las empresas chinas se comprometen con las últimas obligaciones sobre los sistemas de asistencia al conductor. Unos sistemas que no solo aportan facilidades a la hora de conducir, sino que son vitales para la seguridad en las carreteras.

Un ejemplo de estas innovaciones tecnológicas es el caso de la empresa XPENG, la cual ha desarrollado su propio chip, llamado Turing y es el primero de 40 núcleos del mundo diseñado a medida para modelos de IA, es decir conducción autónoma. De hecho, es un chip que cuenta con un rendimiento tres veces mayor que los demás existentes en el mercado.

No solo los coches chinos ganan en seguridad por todos los puntos que hemos visto, sino que las empresas también están invirtiendo muchos esfuerzos en la creación de IA que mejoren la seguridad de los vehículos.

Entre las empresas XPENG, BYD y Chery están creando grandes modelos de IA, las cuales se entrenan con reglas ilimitadas para mejorar su comprensión, percepción y capacidad de toma de decisiones en escenarios complejos del mundo real. De hecho, en XPENG su IA tiene más de 6,46 millones de kilómetros acumulados de pruebas en el mundo real.

No obstante, la IA de BYD es una de las más envidiables, ya que cuenta con la base de datos más grande de la industria automotriz. De hecho, la empresa tienen a 4.000 ingenieros destinados solo a este campo, a su XUANJI AI Large Model.