Por esta razón nunca debes seguir al coche de tu amigo o familiar en carretera
Se trata de una práctica más que habitual entre todos los conductores, pero es algo temerario que incluso provoca accidentes
- Es una práctica muy común, pero también peligrosa
Es muy común que cuando quedas con tus amigos para iros a pasar el día a cualquier sitio uno diga “voy delante y me sigues”. Prácticamente todos los hemos hecho alguna vez, pero la realidad es que es una práctica peligrosa.
¿Por qué nunca se debe seguir al coche de un amigo o conocido en carretera?
Esta práctica tan extendida puede provocar accidentes, así lo explica un estudio de la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos. De hecho, se encuentra publicado en la revista Frontiers in Psychology, en el cual se asegura que seguir a un coche que va delante cambia tu comportamiento.
El estudio lo realizaron 16 estudiantes y la prueba era una conducción simulada en la que se estudiaba su comportamiento en diferentes escenarios. Uno de ellos siguiendo las indicaciones del GPS, en otro siguiendo al de delante y, por último, ellos mismos seleccionaban la ruta.
Finalmente, se llegó a la conclusión de que cuando los conductores seguían al de delante su forma de conducir contenía más errores, como movimientos erráticos, aumento de velocidad y pegarse demasiado al de delante.
De esta forma, el estudio asegura que cuando se sigue a un coche entran en juego algunos motivos que afectan a la conducción. Uno de ellos, y el más lógico, es la presión que siente el conductor por perder al coche de delante, lo cual puede llevar a cometer errores graves como saltarse semáforos o no respetar los pasos de cebra.
Por lo tanto, en una época llena de nuevas tecnologías siempre será más seguro llegar a tu destino con el GPS que seguir a tu amigo o al de un familiar por carretera. Además, hay que tener en cuenta que el estudio eran simulaciones, por lo que en la vida real sería incluso más peligroso.
Otras prácticas muy extendidas que son peligrosas
Seguir a un amigo o familiar con el coche no es la única práctica extendida entre los conductores que representan peligros. Estas son algunas que son de todo menos seguras:
- Exceso de velocidad: conducir a velocidades superiores a las permitidas reduce el tiempo de reacción del conductor y aumenta la gravedad de los accidentes.
- Conducir fatigado: la fatiga puede disminuir la concentración, el tiempo de reacción y la capacidad de tomar decisiones.
- Cambios de carril sin señalizar: no usar las luces intermitentes para indicar un cambio de carril puede sorprender a otros conductores y causar accidentes.
- Ignorar las condiciones meteorológicas: no ajustar la velocidad y el estilo de conducción a las condiciones del tiempo (lluvia, nieve, niebla) puede ser peligroso.
- Conducir con distracciones internas: comer, beber, ajustar el radio, o interactuar con los pasajeros puede distraer al conductor y aumentar el riesgo de accidente.