Por este motivo debes llevar el parasol de tu coche siempre cerrado

A la hora de conducir es importante estar en una posición cómoda en la que puedas reaccionar correctamente en caso de que haya algún peligro. Si llevas así la visera parasol de tu coche puede llegar a ser perjudicial en algún momento.

Los viajes en esta época del año implican un mayor uso de estas viseras debido a que hay muchas más horas de sol que de costumbre, por lo que los conductores tratan de ver de la mejor forma posible. No obstante, si vas a utilizarlo este verano debes tener en cuenta los peligros que supone.

Muchas personas, al hablar del parasol, entienden por ello el plástico que se pone (normalmente) en el cristal delantero del vehículo cuando dejamos este aparcado, para evitar que los rayos de sol entren en el interior y que por tanto se caliente cuando vayamos a volver a subir.

Sin embargo, existe otro elemento del coche con un nombre similar que seguramente hayas utilizado más de una vez este verano: la visera parasol. Se trata de un accesorio regulable que se encuentra en el parabrisas delantero de tu coche, en la parte superior, y que puede orientarse como mejor te venga para evitar que el sol te dé directamente en los ojos.

El parasol más conocido por los españoles, ya mencionado antes, es un accesorio que se ve en casi todos los coches durante el verano. Si te has fijado, la mayoría de conductores llevan uno en su vehículo y es uno de los accesorios más fáciles de conseguir en esta época del año.

El parasol no sólo evita que la luz caliente el coche, sino que el interior de éste no se desgaste o queme cuando nos sentamos dentro. A la hora de escoger un parasol, debes tener en cuenta cómo de grande es tu parabrisas para comprar un parasol del tamaño adecuado, que no se quede pequeño y que tampoco sobresalga por los lados, siendo incómodo ponerlo cada vez que lo necesites.

En cuanto a la visera parasol, su función es mucho más concreta y se trata de un elemento que apenas es modificable y que viene de serie. Si alguna vez te has fijado, muchos de ellos tienen un espejo que puede ser tapado con una pestaña, y que sirve, básicamente, para que te mires cuando lo necesites (siempre que el coche esté parado).

Sin embargo, este espejo oculta un peligro que a primera vista quizá no hayas percibido. En caso de accidente, si llevas el parasol bajado y con el espejo descubierto, hay posibilidades de que éste se rompa, por lo que los cristales podrían agravar la situación y cortarte la cara. Por eso, te recomendamos que, en la medida de lo posible, lo lleves cerrado.