¿Qué son las multas coercitivas y cómo pueden afectarte al volante?
Existen diferentes tipos de multas o sanciones y algunas buscan recaudar o, como las coercitivas, van destinadas a hacerte cumplir con la ley
- Las multas coercitivas son poco conocidas y se diferencian de las tradicionales
Cuando escuchamos “multa”, pensamos en una sanción económica por saltarnos un semáforo, aparcar en un lugar indebido o exceder los límites de velocidad. Pero hay un tipo de multa menos conocida que puede aparecer si no cumples con ciertas obligaciones relacionadas con tu vehículo: las multas coercitivas.
¿Qué son las multas coercitivas?
No se trata de un simple castigo por una infracción, sino de una herramienta de presión. Las multas coercitivas buscan obligarte a cumplir con algo que ya deberías haber hecho, pero no has hecho, como pasar la ITV, responder a un requerimiento administrativo o entregar la documentación de tu vehículo cuando las autoridades lo solicitan.
Por ejemplo: si la DGT te pide que regularices la matrícula de un coche importado y no haces caso, pueden imponerte una multa coercitiva. ¿Lo curioso? Estas multas no son únicas, pueden repetirse de manera periódica hasta que cumplas con lo solicitado.
En cuanto a su funcionamiento, este tipo de sanciones siguen el siguiente patrón:
- Te notifican la obligación: La autoridad (por ejemplo, Tráfico) te avisa de que tienes que realizar una acción concreta, como subsanar un defecto detectado en una inspección o entregar ciertos papeles.
- Incumples el plazo: Si no cumples en el tiempo establecido, te pueden imponer una primera multa coercitiva.
- Persistes en no cumplir: Si sigues sin responder, te enfrentarás a nuevas multas coercitivas, cada vez más elevadas, hasta que actúes.
Algunos ejemplos que podrías encontrarte en la carretera:
- ITV caducada y sin subsanar: Si te paran en un control con la ITV caducada y sigues sin renovarla tras ser requerido, podrías recibir multas coercitivas.
- Vehículos abandonados: Si la administración te requiere que retires un coche en estado de abandono de la vía pública y no lo haces, estas multas podrían caer una y otra vez.
- Reparaciones pendientes: Si tras un accidente grave el vehículo necesita una inspección técnica y no acudes, las multas coercitivas podrían ser una realidad.
¿Cómo evitarlas?
La clave es cumplir a tiempo con las obligaciones administrativas relacionadas con tu coche. Pasar la ITV, mantener tu seguro al día y atender cualquier notificación de las autoridades es la mejor manera de evitar que estas multas se conviertan en un dolor de cabeza... y de bolsillo.
Así que ya lo sabes: las multas coercitivas no son como las clásicas. Son más insistentes y te perseguirán hasta que pongas tu vehículo en regla. Recuerda, cumplir con la ley no solo evita sanciones, sino que te mantiene seguro en la carretera.