Saltarse marchas cuando conducimos: ¿puede ser perjudicial para el coche?
Algunas conductas al cambiar de marcha podrían ser malas para el coche
Existen muchas cosas que deberíamos tener en cuenta a la hora de cuidar nuestro vehículo pero que, sin embargo, pasan desapercibidas para nosotros y pueden terminar dañándolo, no sólo por fuera sino también en su interior. Como es lógico, muchas de las averías vienen derivadas de los gestos que tengas con tu caja de cambios, y es que cuando aceleramos o deceleramos el vehículo hay que tener cuidado con la manera en que lo hacemos.
El interior del vehículo
Como te decíamos antes, además de los elementos externos del vehículo como las llantas, los parachoques o los bajos, a la hora de conducir también hay elementos internos del vehículo que pueden sufrir muchos daños, como es el caso de la transmisión. Para que te hagas una idea, la transmisión es la encargada de llevar la potencia del motor hasta las ruedas, independientemente del tipo de vehículo que tengas.
La transmisión de un coche (y realmente de cualquier tipo de vehículo) está diseñada con precisión para que cada uno de sus engranajes, su sistema de poleas o su embrague funcionen suavemente en unas condiciones de conducción normales. Como es lógico, al ser tan precisas, si realizamos algunas maniobras bruscas podrían dañarse, ya que son muy sensibles y muchas veces requieren de un manejo meticuloso que los conductores, en nuestro día a día, no llevamos a cabo.
Suavidad al conducir
La suavidad a la hora de conducir es un elemento fundamental para cuidar nuestro vehículo, y para poder conducir “suavemente” hay que hacer un uso correcto de las marchas, evitando que sufran en nuestros trayectos. Para ello, hay que tener cuidado con el común gesto de saltarnos algunas marchas cuando estamos acelerando o decelerando, ya que la caja de cambios podría sufrir más de lo debido.
Saltarse marchas
Para que puedas hacerte una idea, si cambias, por ejemplo, de cuarta a sexta mientras estás acelerando, es posible que notes que tu coche no tiene la potencia suficiente y se está ahogando. Para ello es recomendable que, antes de hacerlo, las revoluciones de tu coche suban algo más de lo que estás acostumbrado para que el cambio no sea brusco.
En el caso de decelerar saltar de marcha puede llegar incluso a ser perjudicial, pues si no reduces las revoluciones del coche poco a poco (disminuyendo la velocidad y frenando poco a poco) la transmisión podría sufrir más de lo debido y, en caso de circular muy rápido, podrías incluso perder el control de tu vehículo si por ejemplo cambias de cuarta a segunda.
En resumen, lo más recomendable es que cambies tus marchas una a una, tanto acelerando como decelerando, ya que así tu coche sufrirá mucho menos y tu conducción también será mucho más suave y lineal.