Tavares cree que la transición hacia la movilidad va mucho más allá del coche eléctrico

Carlos Tavares, consejero delegado del grupo automovilístico internacional Stellantis, participó en el segundo Freedom of Mobility Forum, un foro abierto donde se aborda desde distintos puntos de vista los retos de la movilidad del futuro. Tavares analizó desde su privilegiada perspectiva la actual situación de la industria automovilista y cómo se está afrontando la transición hacia la movilidad.

Lo primero que quiso apuntar el consejero delegado de Stellantis es que “el vehículo eléctrico no ha sido lo suficientemente asequible” como para lograr esta transición, por lo que “tomará más tiempo del esperado”. Destacó a su vez que el problema se centra principalmente en Europa, ya que “en Asia se pueden encontrar soluciones de movilidad eléctrica mucho más competitivas”.

Más allá del precio, Tavares también apuntó que el vehículo eléctrico necesita “un avance significativo”, puesto que “desde un punto de vista ambiental, añadir 500 kilos más de materiales adicionales no parece una solución muy razonable. Es necesario alcanzar en las próximas décadas un avance en la densidad de las células de energía para que reduzcamos al menos el 50% el peso el uso de materiales en los vehículos eléctricos”, ha indicado.

Pero el consejero delegado de Stellantis no quiso centrar todo el debate en el vehículo eléctrico, ya que piensa que “las soluciones únicas de movilidad no funcionan”. Apuesta por combinar distintas tecnologías, sumando a la electrificación otros medios como los biocombustibles, o alternativas como transporte público, pero en ningún caso pretender que una sola de ellas sea la solución para acomodar las necesidades de movilidad de los 8.000 millones de personas que cohabitan actualmente en el planeta. “Deberíamos alejarnos del punto de vista dogmático en el que una medida encaja todo”, sentenció.

Como ejemplo de esta diversidad puso a Brasil, donde “los biocombustibles funcionan tan bien como el vehículo eléctrico dentro del ‘mix’ energético, por lo que la huella de carbono es bastante eficiente”.

Otro ejemplo de la ineficiencia de apostar por una única solución de movilidad, según Tavares, es la del transporte público. “Si el transporte público fuera la respuesta correcta, ¿por qué no funcionó en los últimos 70 años? Se han hecho muchos intentos, se han realizado muchas inversiones, muchas ciudades lo han intentado, pero la mayoría ha fracasado”. Eso no quiere decir que Tavares esté en contra del transporte compartido, como demuestra la gran inversión que Stellantis está haciendo en ‘car-sharing’.

La plataforma YouGov, en colaboración con el Freedom of Mobility Forum, publicó los resultados de una nueva encuesta que mide el deseo de cambio en los hábitos de movilidad de los encuestados de cinco países, con unos resultados bastante desalentadores.

El estudio desveló que 1 de cada 4 ciudadanos del mundo no está preparado para elegir modos de transporte “eco-friendly”. Especialmente en EE.UU., donde más de la mitad de los encuestados en las zonas rurales dijeron que no estaban dispuestos a cambiar nada.

También se apunta que aunque 3 de cada 4 personas piensa abordar acciones más ecológicas, menos menos del 10 % ya han hecho cambios profundos en su rutina diaria. De igual modo, sólo 6 de cada 10 ciudadanos están dispuestos a abandonar el transporte individual.

Esta tendencia no mejora con las nuevas generaciones, ya que “aunque los jóvenes serán probablemente influyentes a la hora de impulsar el cambio hacia un transporte más ecológico, sus acciones aún no son más tangibles que las del resto de la población”, afirmó Alexandre Devineau, YouGov General Manager. “Sus elecciones -y la dinámica resultante de ellas- tendrán una gran influencia en los retos del transporte que habrá que afrontar en todo el mundo”.