Aston Martin gana un 26% menos y prepara una gran ofensiva de producto
La firma británica espera levantar cabeza el año que viene cuando llegue el nuevo DB12, con nuevo motor de 835 CV, y alguna edición especial para completar su gama
La mayoría de noticias que se publican alrededor de Aston Martin tienen que ver con la Fórmula 1. La renovación de Fernando Alonso, sus resultados -cada vez mejores- en pista, las expectativas de creación de un coche ganador en los próximos años y hasta los rumores de contratos millonarios para ingenieros como la leyenda Adrian Newey pueden mostrar una realidad algo difusa sobre la marca. En la competición todo va bastante bien y Lawrence Stroll, presidente y máximo accionista de la marca, parece tener una cartera infinita, pero no debemos confundirnos, a nivel empresarial, las cosas no van bien.
Así lo demuestra su balance económico del primer trimestre, con pérdidas más importantes de las esperadas fruto de una demanda que, pese a la renovación de vehículos como el nuevo Vantage, el nuevo DB12 o el impulso que buscaban con el DBX, no termina de arrancar. “Nuestro rendimiento este trimestre muestra el período de transición en el que estamos”, admitió Lawrence Stroll en la presentación de resultados.
En total, la firma de Gaydon, Reino Unido, matriculó 945 unidades en los tres primeros meses del año, un 26% menos que en el mismo período del año pasado. Ventas que se tradujeron en una facturación de 268 millones de libras (313,22 millones de euros), un 10% menos. Aun así, la marca consiguió mantener un resultado positivo antes de impuestos de 19,9 millones de libras (23,25 millones de euros).
En los próximos meses, Aston Martin se centrará en seguir trabajando en su plan de producto, que debería impulsar a la marca y, a partir de 2025, empezar a ganar tracción y a mejorar sus resultados en el mercado para alcanzar el punto al que quieren llegar. Antes, a finales de año, el consejero delegado Amadeo Felisa dejará su cargo a Adrian Hallmark, procedente de Bentley, para seguir liderando esta transición de Aston Martin hacia una firma de alto lujo capaz de competir con Ferrari y Lamborghini, por ejemplo.
La marca presenta su nuevo motor V12
En cuanto a producto, más allá del Vantage y la eliminación de las versiones de acceso del DBX, dejando la 707 como única a la venta, la prioridad de la marca es empezar las entregas del nuevo DB12 en el cuarto trimestre. Además, está trabajando en un modelo especial -probablemente el nuevo Vanquish- que se convertiría en uno de sus modelos más caros, para el futuro. En lo que respecta a modelos eléctricos, el primero no se espera hasta 2026, dejando más espacio para la hibridación antes de que llegue su primer vehículo 100% eléctrico.
Para el nuevo DB12, así como seguramente para ese modelo especial del futuro, Aston Martin ha presentado su nuevo motor V12 Twin Turbo (doble turbo), un propulsor con el que han conseguido alcanzar los 835 CV de potencia y 1000 Nm de par motor, prestaciones que realmente lo colocan en lo más alto del sector.
Basado en su anterior V12, se ha rediseñado para optimizar sus prestaciones mejorando cada etapa del proceso de combustión para ganar en potencia y par, pero también en eficiencia. Prácticamente todos sus componentes -bloque de cilindros, bielas, culatas, árboles de levas y conductos de admisión y escape- se han mejorado, rediseñado o reforzado. Los turbocompresores, por su parte, tendrán menor inercia y mayor velocidad de giro para mejorar la respuesta del acelerador.
Aston Martin confirma su nuevo motor para “los modelos más exclusivos y de disponibilidad limitada” y lo define como “una declaración de intenciones deportivas y de lujo”, que “se ensamblará manualmente en unidades estrictamente limitadas”. Un corazón especial para los vehículos más especiales de la marca.