Fermín Soneira: “Un coche eléctrico no se compra por moda, sino por rendmiento”
El vicepresidente senior de la línea e-tron de Audi repasa el presente y el futuro de la compañía y el sector en clave de electrificación.
Fermín Soneira es el vicepresidente senior de la línea e-tron de Audi y uno de los españoles universales del sector delautomóvil. Los miembros españoles del jurado del Car Of The Year (COTY) le otorgaron recientemente, por su trayectoria y labor, el premio ‘El Abrazote de Manolo’, un galardón que recuerda al malogrado maestro de periodistas fallecido en 2013.
Soneira habla con Neomotor sobre el presente y el futuro de la electromovilidad con el foco puesto en la transformación de Audi, firma que ya trabaja para convertirse en una marca 100% eléctrica la próxima década.
P. Dicen que con la electrificación la movilidad será más cara. ¿Es así?
R. Sí, será más cara de lo que era. Otra cosa es su posición respecto al resto de cosas que también se van a encarecer. Las tecnologías que hacen falta para ir a la neutralidad de carbono en los próximos años son más caras que las que teníamos hasta ahora. Y más en una situación de escasez de recursos y suministros.
P. ¿Cuándo abandonará Audi definitivamente la combustión?
R. En 2033. La idea no ha cambiado. El plan compromete mucho y no lo vamos a retrasar. Entre otras cosas por los ciclos de producción y desarrollo que ya están en marcha. Ahora cuesta verlo en España, pero la legislación nos empuja a ello. Además, el problema del cambio climático no se va a ir de la mesa, y también porque el sector del automóvil es estratégico en países como España y si todo el sector se transforma hace falta ir al mismo tiempo. Responsables del cambio climático somos todos, no solo los gobiernos. La transición al eléctrico se producirá y en cinco años podemos ver ese giro.
P. ¿Tienen miedo a la llegada de las marcas chinas?
R. No es miedo. Les tenemos en cuenta. Cualquier competidor hay que respetarlo y seguirlo. Nosotros tenemos un posicionamiento de marca y una herencia clara, y competir contra eso para los que llegan no es fácil. Pero hay casos de éxito relevantes como Tesla. Pero no, no tenemos miedo.
P. Pero con la electromovilidad están todos cerca...
R. Es cierto. Los ciclos tecnológicos son cada vez más cortos de desarrollo, cada vez es más fácil apuntarse a un nuevo ciclo. El motor de combustión se ha estado perfeccionando en los últimos 20 años y ahora nos enfrentamos a una nueva tecnología con ciclos más cortos y más rápidos. Pero un coche no deja de ser una máquina compleja y fascinante. Y además del producto hay que ver lo que le rodea, tecnología, servicios, red comercial, contacto humano, experiencia. Aunque en ciertas tecnologías un competidor se adapte más rápido, todo el ecosistema de la marca no se iguala en cinco años.
P. ¿Los tiempos de espera no son un contrasentido con la velocidad de la electrificación?
R. Es una situación puntual, a algo coyuntural, pero es reflejo de que se va a acelerar ese cambio. Las fábricas no se adaptan en un año y ahora cuando lo están haciendo es cuando se verá ese progreso. Los ciclos se acortan. Venimos de un mundo con siete años de ciclo de vida de un coche y vamos a un mundo muy digitalizado con ciclos de producto más cortos. Vamos a un mundo con segmentos y nuevas carrocerías que se irán transformando más rápidamente. Pero la gente ya no se comprará un coche eléctrico solo por la moda (solo son el 1%) de ser sostenibles, sino por ventajas que tiene y por su rendimiento.
P. ¿Se regularizará la producción? ¿Se recuperará el volumen?
R. Todo es resoluble y pasa por conseguir una provisión estable. Si los tiempos se tranquilizan (guerras y demás factores) en una situación normal es volver a entregar como antes. No sé cuándo exactamente y a un año vista es complicado. Pero pienso que será en 2024 tendremos plazos de entrega normales. El crecimiento irá por regiones. A nivel global siempre interesa crecer, otra cosa es la velocidad, en qué momento y en qué segmentos. Se ha visto estos años que perdiendo volumen seguimos ganando en rentabilidad. No será siempre así, pero tampoco volveremos a los volúmenes de hace años.
P. Entiendo que seguirán con la estrategia de fabricar híbridos enchufables.
R. La transición aún durará 10 años y los tipos de uso son muy diversos. Tenemos que seguir ofreciendo distintas soluciones por esos tipos de uso. Ahí caben los híbridos enchufables porque son una solución muy sostenible y le quita la ansiedad de la infraestructura. Pero tiene un recorrido y no irá más allá. El eléctrico sí, sobre todo su sube el nivel de energía renovable. Aunque la autonomía sigue siendo una obsesión, una barrera psicológica, pero estamos trabajando en límites razonables de 600 a 700 kilómetros. El 95% de los clientes no pasa de los 75 kilómetros al día. Quien conduce un eléctrico espera una autonomía antes de comprárselo y después de dos años ve que no necesita tanto.
P. ¿Cuándo veremos un Audi eléctrico al precio de uno de combustión?
R. Pensemos que los coches de combustión se van a encarecer con la llegada de las normativas medioambientales. Creo que el precio al final es muy parecido.
P. ¿Sin el ‘dieselgate’ estaríamos aquí?
R. Probablemente no, pero tampoco lo estaríamos si no hubiera habido una pandemia. Todo al final nos lleva a donde estamos. En el grupo Volkswagen fue un catalizador, seguro, y estuvo claro que era necesario un cambio de ciclo. Hay que acelerar los cambios. Las crisis son oportunidades para las empresas y creo que le hemos sabido dar la vuelta para avanzar.
P. No han anunciado planes para modelos pequeños en los que España está posicionada para producir...
R. Es cierto. No habrá sucesor del A1 y no habrá sucesor del Q2. Si se extiende la gama por abajo, no es imposible, pero ahora mismo no está sobre la mesa. Por márgenes (cada vez más ajustados) y por crecimiento de segmentos las marcas aplican la lógica. Por mercados China y Estados Unidos son los más grandes y allí los segmentos pequeños no existen. Las gamas se construyen por arriba en los segmentos y van evolucionando. No hay plan antes de 2026.