Gigafactoría de Sagunt, una planta clave para Volkswagen y Europa
Inician la construcción de la planta que producirá 150 millones de celdas de baterías al año para medio millón de coches eléctricos.
La tercera gigafactoría de baterías del Grupo Volkswagen ha iniciado su construcción. La cuenta atrás para que la fábrica de Sagunt empiece a trabajar ha empezado. Hasta 150 millones de celdas de baterías se producirán al año en la planta española, suficiente para proveer a medio millón de coches eléctricos. Su capacidad de producción será de 40 GWh anuales, cifra ampliable hasta los 60 GWh en el futuro.
La fábrica de baterías de Sagunt es parte del ambicioso proyecto Future: Fast Forward, liderado por Seat y el Grupo Volkswagen junto a otros 52 socios, que movilizarán en total 10.000 millones de euros para electrificar las operaciones de la compañía automovilística en España, incluyendo la construcción de la gigafactoría y la adaptación de la planta de Seat en Martorell y de Volkswagen Navarra para ensamblar coches eléctricos a partir de 2025.
La apuesta del grupo por España es importante y, en cifras, se traduce en un impacto económico aproximado de 21.000 millones de euros y en la creación de miles de puestos de trabajo directos e indirectos. Solo en Sagunt, donde se invertirán 4.500 millones del plan antes descrito, se espera la contratación de 3.000 empleos directos y 30.000 indirectos. La gigafactoría se ubicará en una parcela de 1,3 millones de metros cuadrados en Parc Sagunt II, adquirida por PowerCo, la subsidiaria de Volkswagen que se ocupa de su negocio de baterías, por 63,66 millones de euros el pasado mes de enero.
Una fábrica clave para Europa
El tiempo ha hecho que la gigafactoría de Sagunt se convierta en uno de los pilares clave de la estrategia de producción de baterías del grupo. En esencia, esta era la tercera de las seis plantas que la automovilística alemana quería tener operativas en Europa en 2030, con una capacidad productiva anual de 240 GWh para satisfacer la demanda de sus fábricas de coches eléctricos. Con todo, el plan pasa por haber electrificado el 50% de su flota antes de 2030.
No obstante, desde el anuncio de las seis fábricas, el contexto internacional ha ido variando los planes hasta quedar en jaque tres de las seis plantas europeas de Volkswagen. Que la apuesta por Sagunt sea firme es la mejor de las noticias en un momento en el que el grupo duda de si seguir apostando por Europa o dejarse seducir por los cantos de sirena procedentes de Estados Unidos y su plan de ayudas para la reducción de la inflación (ley IRA), que incluye suculentas subvenciones para las compañías que decidan producir allí.
La amenaza norteamericana
Tanto es así, que Thomas Schmall, CEO de PowerCo, que dijo que la fábrica de Sagunt es un “bastión clave” en la estrategia del grupo, ha confirmado que las necesidades del consorcio podrían cubrirse hasta 2028 con solo sus tres plantas confirmadas, la de Salzgitter en Alemania, la de Suecia junto a Northvolt y la de Sagunt en España. “Seguimos queriendo 240 GWh. Si necesitamos cinco o seis factorías depende de las estrategas de ayudas de cada país... no hay nada decidido aún”, dijo el directivo, que también reconoció que espera una demanda de entre 60 y 100 GWh de Norteamérica.
Schmall afirmó que su compromiso con Europa es total y que sus necesidades en Norteamérica no comprometían sus planes europeos. Aun así, también dijo que el grupo está esperando la respuesta de los países europeos a la ley de reducción de la inflación estadounidense. El mismo directivo reconoció en LinkedIn que, hoy en día, “el negocio de las baterías está liderado por empresas asiáticas y, mientras Estados Unidos se pone al día gracias a la ley IRA, Europa se está quedando atrás”. La agencia Transport & Enviroment (T&E) va más allá. “La situación es tremendamente delicada en la UE. Europa debe actuar o arriesgarse a perderlo todo. Se necesita urgentemente una política industrial ecológica centrada en las baterías, con apoyo en toda la UE para aumentar su producción”.
Todo esto llega meses después de la quiebra de Britishvolt, que iba a construir una de las gigafactorías más grandes de Europa en el Reino Unido, dejando muy mermada la industria británica de baterías, con un único actor clave en forma de Nissan y Envision AESC, y la europea, con multitud de proyectos de pequeña envergadura y algunos grandes -las tres fábricas restantes de Volkswagen y una planta de 34 GWh anuales de BYD- todavía por definir que también podrían dejarse convencer por Estados Unidos.
Sagunt para democratizar la electrificación en España
Con todo, hay una cosa segura y esa es la fábrica de baterías de Sagunt. Europa debe preocuparse de mantenerse competitiva en el sector, pero España ya ha hecho los deberes. A la apuesta eléctrica por el país de otros grupos automovilísticos, sobre todo Stellantis, ahora Volkswagen y Seat llegan con un gran plan que no solo garantiza la supervivencia de sus fábricas actuales en Martorell y Landaben, sino también más empleo y la llegada del prometido coche eléctrico asequible, del que ya hemos visto el prototipo en la forma del ID. 2all.
El plan Future: Fast Forward buscará transformar toda la cadena de valor del coche eléctrico, renovando el sector del automóvil del segundo productor europeo y uno de los principales del mundo. Un sector que en España da trabajo a dos millones de personas y que genera el 10% del PIB. A falta de cargadores, su gran punto flaco, la industria española sí está dando el paso adelante que le permitirá competir con el resto del mundo.