Cupra Exponential Experience: la fusión entre lo real y lo virtual
El Cupra UrbanRebel Racing Concept es el laboratorio de pruebas para experimentar el vínculo más sensorial entre lo físico y la realidad virtual.
Hace tiempo que la ciencia ficción dejó de parecer una temática más de la gran pantalla. Vivimos en nuestras propias carnes la revolución de la era digital y virtual, de modo que muchos tienden al rechazo como primera reacción. No los culpo, todavía me cuesta asimilar lo vivido durante el evento One of Us con el Exponential Experience de Cupra. La idea que vertebra este proyecto es sencilla y trata de conectar al piloto con el mundo virtual, mientras conduce un coche de verdad, concretamente un Cupra UrbanRebel Racing Concept de 435 CV. ¿El resultado? La experiencia más alucinante, disruptiva e innovadora que he vivido nunca.
El escenario del circuito es, cuanto menos, curioso. La firma de Martorell nos citó en el aeropuerto de Girona. Era un parking vacío, pero con farolas y el mismo edificio que debutó en el Exponential Impulse celebrado en Berlín en abril, justo tras la carrera del Campeonato del Mundo de Fórmula E ABB FIA. Fue allí donde algunos periodistas, entre los que se encontraba el equipo de Neomotor del grupo Prensa Ibérica, pudieron ser testigos de los primeros pasos de este programa de competición.
La fusión entre el mundo virtual y el físico requiere de mejoras constantes, por lo que Cupra ha trabajado desde entonces en “una conexión más visceral entre el conductor, el vehículo y el mundo virtual” aseguran desde la marca. La realidad es que el vínculo está ‘casi’ completado y lo escribe una petrolhead con un interés mínimo en los videojuegos: “jamás habría esperado sentir en mi cuerpo y mente algo parecido”. Con el paso de los minutos me vino a la mente el cuadro de la “Creación de Adán” de Miguel Ángel, expuesto en el techo de la Capilla Sixtina y que representa a la perfección mis sentimientos.
Una fusión increíble
El piloto Jordi Gené intentó apaciguar los nervios previos a subir al Cupra UrbanRebel Racing Concept de 435 CV (320 kW), pero la vista es un sentido innegociable en la ecuación de la conducción.
@neomotorprensaiberica Así es el nuevo Cupra UrbanRebel Concept 😍 #urbanrebel #parati ♬ sonido original - NeoMotor
En esta experiencia, lo que ves es un mundo ficticio reflejado en unas gafas de realidad virtual y, como mejora respecto a la primera Exponential Experience, le han sumado unos cascos para introducir el sentido del oído.
El entorno imaginado por los desarrolladores está inspirado en los videojuegos de carreras, pero tienen lugar en ciudades existentes como Barcelona. Una ciudad condal del futuro, con la Sagrada Familia terminada, y dos circuitos a completar en el menor tiempo posible, uno de día y otro de noche. Por cierto, la obra maestra de Gaudí no la vi en mi primer paso por el trazado, dado que la concentración te impide pensar o ver otra cosa que no sea el asfalto frente a ti.
Todo lo que sucede a continuación tiene que ver con un sinfín de sensores y la tecnología de interfaz bidireccional Reality Loop, que permite que ambos mundos (virtual y real) estén conectados sin fisuras. Y no implica solo a la aceleración, el freno, la dirección y las fuerzas G que esas acciones generan con las inercias, también añade aditivos del gaming como los boost tokens, que incrementan las cifras de potencia y par en caso de atrapar un logo del tribal de Cupra.
¿Os acordáis de las monedas y los plátanos del Mario Kart? En esta competición pasa exactamente igual, pero también afecta a la mecánica y la física del Cupra UrbanRebel. Las mejoras respecto a Berlín son notables, empezando por las reacciones naturales del coche derivadas de tus acciones en el mundo virtual.
Es casi imposible notar una pérdida de conexión entre lo que ves y lo que sucede, incluso se permite el lujo de derrapar con todo el movimiento que eso supone. Pronto dejas atrás las farolas que viste, olvidas en mundo real y te absorbe la misma tensión que tendrías en un circuito como el Jarama: solo quieres ir más rápido para ganar.