Zenvo Aurora: el V12 más potente del mundo es híbrido y danés
La electrificación puede ser algo positivo para los coches deportivos, que al introducir motores eléctricos suman una potencia instantánea y eficaz a un conjunto híbrido con prestaciones de escándalo. Lo hemos visto en el Lamborghini Sián, el McLaren Speedtail, el Koenigsegg Gemera o el Aston Martin Valkyrie, que recurre a un bloque V12 como el último protagonista de esta lista: el Zenvo Aurora.
Mientras los grandes iconos de la superdeportividad, como Bugatti o Lamborghini, despiden sus mejores motorizaciones con ediciones especiales, otros pequeños fabricantes también les dan una segunda vida. El renacimiento de estas obras mecánicas acaba bajo el capó de hypercoches híbridos, como el último lanzamiento de la firma danesa Zenvo, que creará unas pocas unidades del coche más potente de la historia en equipar un V12.
Dividrá su oferta en dos versiones diferentes. El Zenvo Aurora Agil es el modelo pensado para circuito, con detalles aerodinámicos específicos, materiales ultraligeros y, curiosamente, un conjunto menos potente. El Zenvo Tur, en cambio, tendrá más potencia final con dos bloques eléctricos que le llevarán a superar la barrera de los 450 km/h. Las dos ediciones combinarán sus propulsores con una caja de siete velocidades acoplada al soporte eléctrico, así que este bloque se encargará de la marcha atrás.
La producción de estos superdeportivos híbridos arrancará en 2025 y no llegarán a los garajes de las mansiones de sus propietarios hasta 2026, tras pagar no menos de 2,6 millones de euros.
Para trackdays
Es curioso que, siendo el modelo para circuito, el Zenvo Aurora Agil tenga una potencia final inferior al Tur, pero tiene sentido. El diseño de este hipercoche tiene un único objetivo: utilizar el aire como aliado para pegar el coche al suelo. Los apéndices aerodinámicos y la forma de su carrocería lo convierten en una especie de bólido agresivo y radical. Las finas luces LED enfocan tu vista a las enormes entradas de aire en el paragolpes delantero y un splitter que rozarlo costará lo mismo que nuestro coche generalista.
Un trabajo estético que se traslada a los pasos de rueda y los alerones de la puerta, que se abren hacia arriba dejando ver el monocasco de fibra de carbono. Un material que también recubre la carrocería y confiere una rigidez torsional excelente sin perjudicar al peso. La visión lateral es evocadora, con llantas de magnesio e infinidad de radios, pero la zaga es una obra prometedora con el alerón flotante, el difusor en carbono y el eje trasero a vista.
Cuatro salidas de escape sobre la matrícula son una promesa que su bloque V12 de 6,6 litros con cuatro turbos cumplirá seguro. Mahle ha sido el encargado de crear esta obra, que trabaja de manera conjunta con un bloque eléctrico de 200 CV para sumar un total de 1.450 CV y 1.400 Nm de par máximo.
Si a estos números indecentes sumamos que la báscula se detiene por debajo de los 1.300 kilogramos, estamos ante una relación peso potencia casi perfecta, con 1,1 CV/kg. Una combinación explosiva que le permite alcanzar el 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y los 200 km/h en solo 4,6 segundos.
El Tur es el coche de calle, con bloque V12, más potente del mundo.
La versión Zenvo Aurora Tur alcanza los 400 km/h de velocidad punta, que son superiores a los 365 km/h del Agil. Esta diferencia se debe a la introducción de tres motores eléctricos, uno en combinación al V12, igual que en su hermano, y otros dos en el eje delantero. Cada uno de ellos tiene 200 CV, así que la suma del bloque térmico y los cero emisiones dan una fuerza final de 1.850 CV y 1.700 Nm de par.
La ligereza no es su fuerte, dado que pesa 1.450 kilogramos, pero es más refinado y lujoso en su habitáculo. Tiene una mayor dotación tecnológica, conectividad y unos acabados en materiales nobles que quitan el hipo. Eso no lo hace más lento, al contrario, y eso que no tiene una dotación aerodinámica tan exagerada como el Agil. Acelera de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos y llega a los 300 km/h en solo 9 segundos, una flecha de formas sensuales que, pese a ser más discreto, dará que hablar.