Rocket League en la vida real: de las pantallas a las calles de un pueblo de Estados Unidos
Es uno de los videojuegos de coches más famosos y en un pueblo de Nueva York han hecho realidad el sueño de todos los gamers con coches de verdad
Con la reciente investidura de Donald Trump, y toda la polémica generada entorno a los coches eléctricos y los aranceles a las marcas chinas, es normal que Estados Unidos esté en boca de todos. Sin embargo, en esta ocasión destacamos cómo un pueblo del país norteamericano lleva desde 2013 haciendo realidad el sueño de muchos gamers: jugar en la vida real al Rocket League.
En efecto, el famosísimo videojuego de coches se puede practicar. Es cierto que las acrobacias, los saltos y el nitro no están presentes, pero los balones gigantes y los coches sí. Tampoco es nuevo ver cómo el fútbol y automovilismo se unen, ya pasa con muchos equipos que están patrocinados o que viven, literalmente, del deporte rey.

Red Hook: el pueblo de Estados Unidos donde es posible practicar Rocket League en la vida real
Si alguna vez estabas jugando con tus amigos al Rocket League y fantaseabais con hacerlo de verdad, estáis de suerte. Cierto es que el viaje no es corto, ya que el desplazamiento es hasta Nueva York, concretamente al pueblo de Red Hook.
En este lugar llevan desde el año 2013 organizando un partido que se asemeja mucho al videojuego. De esta forma, se juega el partido cuatro contra cuatro con dos excavadoras que hacen de porteros. Esto es así por una razón, ya que la empresa que hace posible este evento tan carismático es Fastracs Excavation Inc que se dedica al sector de la construcción.
Por otra parte, el partido se desarrolla en una explanada en la que, realmente, no hay prácticamente seguridad. No existe demasiada información al respecto, pero los coches que se emplean son bastante viejos y casi que para llevarlos a un desguace, por lo que no darán mucha pena las abolladuras.
Es preciso mencionar que se trata de algo totalmente público, es decir, al que le apetezca participar puede hacerlo sin problemas. Además, es un evento perfecto también para aquellos que no se atrevan a coger el volante, porque suelen poner los conocidos ‘food trucks’ de Estados Unidos.

El pueblo está a unas dos horas en coche de Nueva York, así que podría ser una buena escapada para ver Rocket League en la vida real y disfrutar de la comida. Es más, el lugar exacto se encuentra justo en frente de la sede de Fastracs, por lo que no debería haber pérdida.