Tecnología emocional al volante: ¿podría tu coche ser tu mejor terapeuta?

La industria automotriz está dando un paso hacia el futuro con la incorporación de sistemas que no solo evalúan el estado del vehículo o las condiciones de la carretera, sino también el estado emocional del conductor. En efecto, tu coche llegaría a entender si estás triste, demasiado contento, estresado y demás emociones. Con ello, el vehículo se adaptaría a esos sentimientos para mejorar tu estado ánimo.

Algunos ejemplos de esta tecnología lo tienen grandes marcas como Kia y Hyundai, las cuales llevan desarrollando estas tecnologías desde hace unos años. Una ingeniería que integra sensores biométricos y algoritmos avanzados para ofrecer una experiencia de conducción personalizada y segura.

La conducción emocional, o “emotional driving”, es una tendencia que busca entender cómo se siente el conductor en tiempo real y ajustar la experiencia al volante para mejorar su bienestar y seguridad. Este enfoque promete revolucionar la relación entre las personas y los automóviles, haciéndola más humana e intuitiva.

Imagina un coche que detecta que estás estresado tras un largo día de trabajo: reduce la intensidad de las luces interiores, pone música relajante, ajusta la temperatura a un nivel más confortable e incluso adapta la suspensión para un trayecto más suave. Esto es posible gracias a tecnologías como el sistema READ (Real-time Emotion Adaptive Driving) de Kia y el Health + Mobility Cockpit de Hyundai.

Kia presentó el sistema READ en 2019, y desde entonces ha evolucionado significativamente. Esta tecnología utiliza sensores para monitorear expresiones faciales, ritmo cardíaco y patrones de respiración, traduciendo estos datos en una evaluación precisa del estado emocional del conductor.

A través de inteligencia artificial, READ ajusta algunos parámetros interesantes como:

La idea es no solo incrementar la comodidad, sino también prevenir accidentes al intervenir en momentos de fatiga, estrés o distracción. De hecho, Albert Biermann, el jefe de la división de Investigación y Desarrollo de Kia Motors, explicó cuando esta tecnología salía a la luz que esta tecnología “permitirá una comunicación continua entre conductores y vehículos a través del lenguaje no hablado del sentimiento emocional, facilitando un espacio adaptado a los sentidos”.

Por su parte, Hyundai apuesta por el Health + Mobility Cockpit, una solución que combina sensores biométricos con un enfoque integral en el bienestar del usuario. Este sistema no solo detecta emociones, sino que también monitorea indicadores físicos clave, como presión arterial, niveles de estrés y fatiga.

Las funciones de esta tecnología son muy semejantes a las de Kia, pero tiene algún que otro parámetro curioso que está bien destacar:

La conducción emocional no solo promete hacer los trayectos más agradables, sino también más seguros. Según muchos estudios, el impacto emocional tiene un papel crucial en la toma de decisiones al conducir, y tecnologías como READ y Health + Mobility Cockpit pueden ser un aliado esencial en la reducción de accidentes.

Con estas innovaciones, Kia y Hyundai no solo transforman la forma de interactuar con los coches, sino que también ponen a los conductores en el centro del diseño automotriz, conectando tecnología y emociones como nunca antes. El futuro de la movilidad ya no es solo autónomo o eléctrico, ahora también es emocional.