¿Es seguro el túnel de lavado? Todo lo que debes saber antes de meter tu coche en uno
Cada vez más conductores optan por el lavado automático por comodidad y rapidez, pero no todos conocen sus ventajas, errores frecuentes y cómo evitar dañar el vehículo
¿Recuerdas cuando eras niño y entrar al túnel de lavado era toda una aventura? El coche se detenía, los rodillos comenzaban a girar, y de pronto, aquel universo de espuma, agua y luces te dejaba boquiabierto desde el asiento trasero.
El estruendo de los cepillos, las gotas resbalando por las ventanas y ese momento mágico en que todo se oscurecía por unos segundos... Era como estar dentro de una atracción secreta. Hoy, aunque ya no lo vivamos con los mismos ojos, el lavado automático del coche sigue siendo una experiencia curiosa, y muy útil, que vale la pena entender a fondo.
Además, mantener el coche limpio no es solo una cuestión estética, sino también una forma eficaz de alargar la vida útil del vehículo. Entre las diferentes opciones disponibles, el lavado automático en túnel se ha posicionado como una de las más populares. Pero, antes de poner tu coche en manos de los rodillos, es fundamental conocer cómo funcionan estos sistemas, qué precauciones tomar y qué tipo de lavado elegir.

Tipos de lavado automático: ¿tren o túnel?
Es posible que, hasta ahora, no supieras que no solo existe un tipo de lavado automático del coche. Pues bien, existen dos grandes sistemas de lavado automático: el tren de lavado y el túnel de lavado estático.
- Tren de lavado: Es el modelo más tradicional, aunque en desuso. El coche se sitúa sobre una plataforma móvil que lo desplaza a través de las distintas fases del lavado. Si bien resulta cómodo, su instalación requiere más espacio y, si los rodillos no se mantienen correctamente, pueden causar daños en la pintura.
- Túnel de lavado estático: En este sistema, el coche permanece inmóvil mientras los rodillos se encargan del trabajo. Es más compacto, fácil de instalar y, por ello, se encuentra con más frecuencia en gasolineras y centros urbanos. Además, algunas versiones modernas no utilizan rodillos, lo que reduce el riesgo de arañazos.
Ambas opciones ofrecen rapidez y eficiencia, siempre que el usuario siga correctamente las indicaciones del establecimiento. Por ello, antes de dirigirte a una estación de servicio, revisa correctamente qué tipo de lavado automático tiene el local.
El eterno debate: ¿Túnel de lavado o manguera de autoservicio?
Una alternativa habitual al lavado automático es usar las mangueras de autoservicio disponibles en muchas estaciones de servicio. A diferencia del túnel, este método requiere la intervención directa del conductor, quien debe rociar el vehículo con agua a presión, aplicar detergente y aclarar por su cuenta.
Ventajas del autoservicio:
- Mayor control sobre las zonas que se limpian.
- Ideal para quienes quieren evitar el contacto de rodillos con la pintura.
- Permite prestar más atención a detalles como llantas o bajos.
Inconvenientes:
- Toma más tiempo y esfuerzo.
- Menor eficiencia en la eliminación de suciedad muy incrustada si no se usan los productos adecuados.

El lavado automático, en cambio, destaca por la comodidad y rapidez, pero requiere seguir ciertas pautas para evitar percances. No obstante, es cierto que con las mangueras de autoservicio podrías llegar a limpiar tu coche o moto con tan solo un euro en el bolsillo.
Al final, como muchas cosas en la vida, depende realmente de tus preferencias. Ambas opciones tienen sus pros y contras, así que todo queda en tus propias manos, aunque es cierto que la cultura del lavado automático se está perdiendo con el tiempo.
Consejos para un lavado automático sin problemas
Aunque estos sistemas están diseñados para ser seguros, es habitual encontrar videos virales donde los coches salen mal parados por errores evitables. Para evitarlo, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Cierra completamente puertas y ventanillas, y no olvides plegar los retrovisores para evitar daños.
- Retira cualquier accesorio externo, como bacas, portaequipajes o portabicicletas, que pueda interferir con los rodillos.
- Comprueba el estado de las instalaciones antes de ingresar. Un túnel con equipos visiblemente deteriorados es mejor evitarlo.
- Si existe opción de prelavado o doble secado, actívala. Esto suaviza la suciedad y mejora el acabado final.
En vehículos con cambio manual, pon el coche en punto muerto y sin freno de mano. Si el sistema lo indica, apaga el motor. En coches automáticos, coloca la palanca en posición N (neutral) y sigue las instrucciones específicas del lavadero.
En conclusión, el lavado automático es una herramienta cómoda y eficaz para mantener tu vehículo limpio, pero no está exento de riesgos si se utiliza incorrectamente. Siguiendo algunos consejos básicos, puedes disfrutar de sus ventajas sin poner en juego la integridad de tu coche.