Qué coche comprar en 2023: gasolina, diésel, híbrido, eléctrico, con qué etiqueta de la DGT, nuevo, renting...
Comprar un coche en 2023 da “miedo”. Esa es la palabra con la que más nos encontramos al tratar de aconsejar a alguien qué vehículo adquirir. Primero porque están más caros que nunca, con precios que prácticamente doblan a los de hace unos años; y segundo porque parece imposible acertar entre un gasolina, diésel, híbrido y eléctrico, ante las inminentes restricciones en todos el país por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), y por el temido fin de los coches de combustión en 2035.
Pero vayamos por partes para tratar de aclarar una a una todas las dudas con las que se puede enfrentar el comprador de un coche en este año 2023.
¿Por qué los coches están tan caros?
El COVID, la crisis de componentes y suministros, el encarecimiento de los transportes, o la inflación generalizada, son algunos de los factores que han disparado el coste de adquisición de los vehículos en los últimos meses. Pero a ello hay que sumarle también lo cara que es la tecnología. Antes los coches eran más sencillos, ya que no incluían muchos de los sistemas que llevan ahora, como los ADAS de seguridad obligatorios, o todo lo relacionado con en infoentretenimiento y la conectividad. Para que te hagas una idea, un Seat León costaba 12.200 euros en 2009, mientras que ahora cuesta 26.090 euros.
¿Van a bajar los precios de los coches en los próximos meses o años?
Si estás esperando a comprar un coche por si más adelante bajan los precios, sentimos decirte que es bastante improbable. Siguen habiendo algunos problemas de componentes, la inflación no baja, cada vez hay más tecnología en los coches, la electrificación va a requerir que cada vez los coches lleven baterías más grandes y, además, las marcas están cambiando el modelo de negocio del volumen a al beneficio por unidad; es decir, vender menos coches pero más caros.
¿Qué ayudas a la compra del automóvil hay en España?
Los coches eléctricos (BEV) son los más caros de todo el mercado, debido principalmente al elevado coste de las baterías, y a su gran carga tecnológica. Por suerte, también son junto a los híbridos enchufables (PHEV) los que cuentan con ayudas oficiales para su compra, pudiendo descontar hasta 7.000 euros con el Plan MOVES III. Lo malo es que son los únicos que reciben esta ayuda.
España tiene un parque automovilístico de unos 14 años de antigüedad. Y si alguien lleva un coche tan viejo no es por gusto, sino porque no se puede comprar un coche nuevo. Si sumamos que los coches están carísimos a que las ayudas del Gobierno sólo se otorgan a modelos con la Etiqueta ‘0’ de la DGT (BEV y PHEV), obtenemos un bloqueo de las compras como el que estamos experimentando en la actualidad. Un bloqueo que no sólo perjudica el medioambiente, ya que los coches viejos son los que más contaminan, sino también a la seguridad, ya que los coches con más de 10 años no cuentan ni con la mitad de sistemas de prevención que hoy son hasta obligatorios en los vehículos.
¿Gasolina, diésel, híbrido o eléctrico?
Esta es quizá la pregunta del millón a la hora de comprar un coche. Y no existe una respuesta global, sino que elegir entre un coche con motor gasolina, diésel, híbrido o eléctrico, va a depender de las necesidades, gustos y costumbres de cada usuario. Así que veamos en qué supuestos hay que comprar cada uno de ellos.
Diésel: Pese que lleva años tratando de demonizarse, el diésel sigue siendo a día de hoy el motor más aconsejable si se van a recorrer largas distancias con asiduidad, o se van a efectuar muchos kilómetros a lo largo del año. Y más si hablamos de coches de gran tamaño. Si se van a realizar más de 20.000 kilómetros al año y el coche se utiliza principalmente por carretera, casi seguro que no hay una compra mejor que un diésel, por su consumo y fiabilidad. Y pese a que traten de venderlo como el motor más contaminante, lo cierto es que emiten incluso menos CO2 que los propulsores de gasolina.
Gasolina: Los motores de gasolina son ideales para coches de tamaño medio, a los que se les vaya a dar un uso mixto, y con los que se recorran menos de 20.000 kilómetros al año. Estos propulsores son más suaves y reactivos que los diésel, lo cual es una gran ventaja para entornos urbanos e interurbanos aunque, por supuesto, se pueden realizar grandes viajes esporádicos sin ningún tipo de inconveniente.
Híbridos: Lo primero que hay que decir es que hay distintos tipos de híbridos: Microhíbridos o MildHybrid (MHEV), Híbridos convencionales o autorrecargables (HEV), e Híbridos enchufables (PHEV).
Eléctricos: Los BEV carecen de motor de combustión, y se mueven siempre sin emitir gases contaminantes. Cuentan con grandes baterías que alimentan a potentes motores eléctricos. Su principal ventaja es el ahorro total de combustible y el bajo coste de la electricidad en cargas domésticas, las elevadas prestaciones, y el confort de la conducción libre de ruidos y vibraciones. Su hábitat natural es la ciudad, aunque cada vez cuentan con mayor autonomía para realizar largos trayectos por carretera. Su principales desventajas son: su elevado precio de compra y la falta de infraestructura pública de recarga. Los coches eléctricos son recomendables para aquellos que puedan hacer frente a su coste, que puedan disponer de al menos un puesto de carga privado, y que no vayan a realizar largos desplazamientos con asiduidad. Por supuesto, lucen la Etiqueta ‘0’ de la DGT.
¿La etiqueta de las DGT para las ZBE debe condicionar la compra del coche?
Una vez más esta respuesta depende de cada usuario. Lo ideal es tener un coche con la Etiqueta ‘0’, por las ventajas que ello supone en impuestos, protocolos de contaminación, usos de carriles BUS/VAO, aparcamiento gratuito y, sobre todo, en el acceso a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Pero los vehículos con la etiqueta azul son los más caros, ya que son BEV o PHEV. Si vas a ir mucho al centro de la ciudad en coche y no tienes para un Etiqueta ‘0’, puedes hacerte con un HEV o incluso un MHEV, que lucen en el parabrisas la Etiqueta ‘ECO’ para poder entrar también en las ZBE.
Lo que no tendría sentido es comprar un híbrido por su etiqueta, si eres del perfil que antes hemos dicho que necesita un diésel porque no para de viajar y apenas pisa el centro de las ciudades. Aunque en realidad existen más coches diésel con etiqueta ‘0’ y ‘ECO’ de los que te piensas. Y respecto a la demonización del diésel, hay que decir que lo que manda es la etiqueta que lleve el coche y no su motor. Si llevas una Etiqueta ‘C’ da igual que sea un coche gasolina o diésel, porque igualmente no vas a poder acceder a las ZBE.
¿Podré seguir circulando con mi coche de combustión en 2035?
La temida fecha de 2035 no pone límite al uso de los coches de combustión, sino únicamente a la venta de coches nuevos con este tipo de motorizaciones. Es decir, que a partir de 2035 no podrás comprar un coche nuevo con motor gasolina o diésel, a no ser que utilice combustibles sintéticos, pero podrás seguir utilizando el tuyo sin problemas los años que te de la gana. Otra cosa es a qué precio estará el combustible entonces y qué tipo de impuestos tendrán.
¿Vale la pena comprar un coche con fórmula renting?
A día de hoy existen infinidad de fórmulas de pago para comprar un coche: al contado, financiado, con renting particular, renting de empresa... Y la recomendable será la que mejor se adapte a las necesidades y preferencias de cada usuario. La única recomendación general que nos atreveríamos a hacer, es la de adquirir un vehículo PHEV o BEV con una fórmula que te permita cambiar el coche con los años, ya que éstos evolucionan muy rápidamente y su autonomía 100% eléctrica y prestaciones pueden quedar obsoletas en poco tiempo.
¿Qué coche me compro en 2023?
Como habéis visto, es imposible recomendar un tipo de coche determinado para todo el mundo, ya que existen infinidad de posibilidades. Esta variedad se ha convertido en un inconveniente, cuando debería ser una ventaja. Pero la falta de información clara, transparencia y los intereses ocultos, han creado un clima de confusión que tiene como resultado la paralización de las compras entre los automovilistas por miedo a equivocarse en la compra de algo tan caro como es un coche.
Desde Neomotor invitamos a los que se tengan que comprar un coche, a que dejen la preocupación a un lado y elijan su próximo vehículo según sus preferencias y necesidades, desoyendo por completo los eslóganes que tratan de imponer el producto al propio usuario. No sólo existe el verde o el azul, la paleta de colores es infinita, y ya se sabe que para gustos...