Opel Grandland: más grande y siempre electrificado
Es el primer Opel en desarrollarse sobre la plataforma STLA de Stellantis, por lo que ofrece propulsión híbrida enchufable, eléctrica y microhíbrida.
A principios de año os hablamos de un prototipo llamado Opel Experimental, un concept car que quería mostrar las líneas de diseño que seguiría la firma alemana en sus próximos modelos. Salvando las distancias de ser un modelo de producción, el nuevo Opel Grandland es el primero en lucir detalles estéticos de ese lienzo en blanco. Además, también es el primer Opel en utilizar la plataforma STLA del grupo Stellantis para modelos del segmento C y D, de modo que las novedades son muchas.
Empezando por su tamaño, que pasa a los 4,65 metros de largo por 1,91 m de ancho y 1,66 m de alto. Crece bastante: 17,3, 4,9 y 5,1 cm respectivamente. Su distancia entre ejes es de 2,78 metros (10,9 cm más), de modo que tenemos una fila de asientos posterior más amplia y con 2 centímetros más de espacio para las piernas. Es un SUV del segmento D en toda regla, por lo que compite con su primo lejano el Peugeot 3008, pero también contra el Tesla Model Y o el Renault Austral.
Muchos os habréis fijado que lo hemos comparado con un eléctrico y sí, el Opel Grandland estrena una variante 100% eléctrica. La batería bajo el piso es de 98 kWh de capacidad y la autonomía homologada en ciclo WLTP alcanza los 700 kilómetros, un dato sorprendente capaz de superar incluso a su rival americano por 100 kilómetros. Además, alcanza el 80% en solo 26 en tomas rápidas, pero todavía no tenemos todos los datos de otras opciones de carga.
La etiqueta cero también estará presente en la variante híbrida enchufable, de la que sabemos, por ahora, que alcanzará los 85 kilómetros de autonomía eléctrica. No nos han dado la capacidad de maletero de esta versión PHEV, pero sí sabemos que alcanzará los 500 litros en los de combustión y aumentará a 1.641 litros con los asientos traseros abatidos. Es, por tanto, el maletero más interesante de su segmento.
La última opción de propulsión, pero probablemente la más vendida en nuestro país, será la de microhibridación. Su etiqueta ECO permitirá acceder a las zonas de tráfico restringido y su precio encajaría mejor entre el público español. No tenemos los datos oficiales de Opel, pero dado que comparte plataforma y un sinfín de elementos mecánicos con el Peugeot 3008, suponemos que su sistema MHEV alcanzará los 136 CV.
Más grande y equipado
La evolución estética del Opel Grandland es considerable e introduce detalles vistos previamente en la firma, como el frontal con la calandra Vizor y el logotipo de Opel en el centro. Las llantas de 20 pulgadas encajan a la perfección con una silueta contundente, que eleva la cintura especialmente en el pilar C para remarcar su músculo y deportividad con un techo bitono.
La retroiluminación del escudo delantero se repite atrás, con la inscripción de Opel en el centro y la fina línea LED que se integra con 3 secciones horizontales en los grupos ópticos. La tecnología Intelli-Luz Pixel Matrix HD de los faros delanteros consiste en módulos con más de 25.000 elementos que distribuyen la luz para crear una firma lumínica única. No solo concede belleza a un conjunto marcado por líneas, también aporta mejor visibilidad y seguridad.
En el interior, un cuadro de instrumentos digital de 10 pulgadas y una pantalla central que puede alcanzar las 16 pulgadas, creando así un espacio envolvente hacia el conductor. Es este el protagonista de un habitáculo minimalista, práctico por los huecos (35 l) y más cuidado, con la botonería justa pero necesaria para no apartar la vista de la carretera. Por supuesto, el sistema es compatible con Apple CarPlay y Android Auto e incorpora funciones de ChatGP (IA).