Cero emisiones, 100% nostalgia: el autobús escolar amarillo lidera la revolución eléctrica
Los autobuses escolares de Estados Unidos son uno de los vehículos más memorables del país norteamericano y avanzan hacia el futuro con nuevos modelos 100% eléctricos
Son tan emblemáticos como los taxis de Nueva York o los autobuses de dos pisos en Londres, pero ahora están liderando una nueva revolución. Los autobuses escolares amarillos de Estados Unidos son todo un símbolo de la infancia y del propio país. De hecho, han conseguido encontrar el equilibrio perfecto entre su mítico diseño y la tecnología de cero emisiones, demostrando que se puede unir la sostenibilidad con la tradición.
Desde su aparición en 1939, estos vehículos se han mantenido fieles a su propósito: ser seguros, visibles y resistentes. En cuantas películas o series se han visto este tipo de autobuses tan clásicos e icónicos.
Sin embargo, el cambio climático ha marcado un nuevo capítulo en su historia. ¿El protagonista? El Saf-T-Liner C2 Jouley, un modelo eléctrico de última generación creado por Thomas Built Buses, la filial de Daimler Truck North America.
Nuevo salto en su historia: menos emisiones mismo diseño
El diseño clásico se mantiene intacto, pero debajo del capó, todo ha cambiado. Con una capacidad de batería de 256 kWh y un sistema de carga rápida de 800 voltios, estos autobuses alcanzan una potencia de 295 caballos de fuerza. Además, su aceleración más suave y precisa promete un viaje cómodo para los estudiantes.

Thomas Built Buses lanzó su primer autobús eléctrico en 2017, pero con el Saf-T-Liner C2 Jouley de segunda generación, están marcando un nuevo estándar. Este modelo ya circula en diversas comunidades de Norteamérica, demostrando que la sostenibilidad puede ir de la mano con la tradición.
Es más, el único cambio visual que tienen estos nuevos autobuses es un detalle que los distingue de los de combustión: un paragolpes delantero azul, que anuncia discretamente su naturaleza eléctrica.
El característico “School Bus Glossy Yellow” no solo es un color; es un símbolo de seguridad y unidad. Desde su adopción en la conferencia de estándares escolares de 1939, el amarillo se convirtió en el color preferido, aunque no es obligatorio usarlo. De hecho, se eligió ese característico tono porque se ha revelado en varios estudios que es uno de los colores que más rápido percibe el ojo humano.

Su impacto cultural es tan profundo que muchos de estos autobuses se recuerdan en muchas partes del planeta siendo casi exclusivos en Norteamérica. El primer autobús escolar específico nació en 1927, diseñado por Blue Bird sobre la base de un Ford T, y en 1948, el icónico Crown Supercoach redefinió la capacidad y la innovación. Hoy, marcas como Blue Bird y Thomas Built Buses están adaptando estos iconos a las demandas del siglo XXI, demostrando que incluso los clásicos pueden reinventarse.
La DGT lanza su campaña de vigilancia en el transporte escolar
Aprovechando esta nueva generación de los míticos buses escolares amarillos, la DGT también lanza una nueva campaña de control y vigilancia de los vehículos escolares. El año pasado fueron denunciados 1.852 vehículos de los 3.797, es decir, casi la mitad.
Por lo tanto, la DGT se pone seria en este aspecto y se llevará a cabe entre el 20 y 24 de enero. Todo ello para hacer que los más pequeños lleguen en las mejores condiciones al colegio. Por otra parte, algunos ayuntamientos lanzan ideas ingeniosas para ayudar a todos estos estudiantes.