¿Cuáles son los riesgos de conducir en reserva y cómo afecta al coche?

En una época como la veraniega, en la que se hacen multitud de viajes, es normal que el coche pueda llegar a estar en reserva. Además, es una práctica que muchos conductores realizan, ya que así aprovechan toda la gasolina de su vehículo.

Sin embargo, hacer esto puede suponer graves consecuencias en el motor del coche y perjudicar a la salud del vehículo. También tiene otros riesgos, aunque a veces no quedará otra que conducir en reserva.

Entrar en reserva significa que la gasolina del coche se está acabando, normalmente cuando salta el testigo al depósito le quedarán entre 5 y 10 litros. El objetivo de ello es avisar al conductor de que busque una gasolinera lo antes posible.

En los coches de gasolina conducir en reserva trae riesgos serios, como dañar la bomba de combustible. Al no tener casi gasolina, la bomba debe trabajar más de normal y eso puede hacer que se rompa o se sobrecaliente. Además, con poco nivel de gasolina todas aquellas impurezas del depósito es más normal que entren en el sistema, provocando obstrucciones.

Mientras que, en los diésel los problemas son bastante similares, aunque tiene mayores riesgos. Al conducir en reserva es más probable que entre aire en el sistema de nuestro coche, lo cual puede conllevar fallos en el sistema de inyección.

Por lo tanto, conducir en reserva por gusto no es recomendable. Si no queda otra porque te has despistado, entonces deberás ir con cuidado e intentar buscar rápidamente una gasolinera cercana.

Como hemos dicho anteriormente, habrá veces que no haya más opciones que seguir el camino en reserva. Los viajes largos que se producen en verano aumentan el riesgo, pero existen una serie de consejos que harán que puedas aguantar hasta que encuentres la gasolinera.

Uno de ellos es conducir a una velocidad constante. Por instinto creemos que si vamos rápido encontraremos la estación de servicio antes, pero ir rápido hará que el motor tenga que trabajar más. arriesgando la salud del coche. Por ello, mantén una velocidad constante y moderada.

Otro consejo, ahora que estamos en verano, es apagar el aire acondicionado, ya que este mismo consume combustible. También es recomendable mantener las ventanillas cerradas para mejorar la aerodinámica.

Es preciso que conozcas tu coche, porque no todos los modelos tienen el mismo nivel de reserva. Esto te será de gran ayuda para poder calcular rápidamente cuanto te queda de combustible y cuantos kilómetros podrás recorrer.

Por último, aunque no es tan necesario, es aconsejable desenchufar o apagar todos aquellos aparatos electrónicos que no sean esenciales. Por ejemplo, el cargador del móvil o el propio GPS, ya que pueden incrementar ligeramente el consumo de combustible.